La detención de un periodista británico en China es «impactante e inaceptable», declaró Downing Street el lunes, después de que un periodista de la BBC fuera detenido y presuntamente golpeado por la policía cuando reportaba sobre las protestas contra la política cero-COVID en Shanghái.
El portavoz del Primer Ministro, Rishi Sunak, también instó a Beijing a respetar el derecho de los chinos a protestar.
El secretario de Asuntos Exteriores, James Cleverly, y varios ministros del gabinete también condenaron la detención. El ministro de Seguridad, Tom Tugendhat, dijo que se trata de un eco de la represión del Partido Comunista Chino (PCCh) y que se ha recordado al gobierno del Reino Unido la «necesidad urgente» de defender su libertad.
La detención del periodista de la BBC, Edward Lawrence, se produjo después de que las manifestaciones contra la política del PCCh de «cero-COVID» se produjeran en múltiples ciudades de China, y de que los manifestantes de Shanghái exigieran públicamente al partido y a su líder, Xi Jinping, que renunciaran.
La BBC emitió el domingo un comunicado en el que afirmaba que la cadena estaba «extremadamente preocupada» después de que Lawrence «fuera detenido y esposado» mientras cubría las protestas en Shanghái.
«Fue retenido durante varias horas antes de ser liberado. Durante su detención, fue golpeado y pateado por la policía. Esto ocurrió mientras trabajaba como periodista acreditado», dice el comunicado.
Según el comunicado, no se ha dado ninguna explicación o disculpa oficial «más allá de la afirmación de los funcionarios que lo liberaron más tarde de que lo habían detenido por su propio bien en caso de que se contagiara de Covid de la multitud».
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, rechazó más tarde la declaración de la BBC, afirmando que Lawrence no reveló su identidad al ser detenido.
«Según tenemos entendido, la declaración de la BBC no es cierta. Según las autoridades de Shanghái, el periodista en cuestión no reveló su identidad de periodista en ese momento, no mostró abiertamente su tarjeta de prensa extranjera», declaró Zhao en Beijing.
Zhao dijo que la policía pidió a la gente que se fuera en ese momento y se llevó a «ciertas personas [que] no cooperaron».
Los ministros del Reino Unido expresan su preocupación
En declaraciones a Sky News el lunes, el secretario de negocios del Reino Unido, Grant Shapps, dijo que existe una «considerable preocupación» por el incidente.
«No puede haber excusa alguna para que los periodistas, que simplemente están cubriendo el proceso en curso, sean golpeados por la policía», dijo.
La detención de Ed Lawrence es un eco de la represión que el PCCh está llevando a cabo en otros lugares», ha declarado Tugendhat en Twitter. Los intentos de represión estatal de China aquí en el Reino Unido nos recuerdan la urgente necesidad de defender nuestras propias libertades».
Cleverly dijo que la detención de Lawrence es «profundamente preocupante»
«La libertad de los medios de comunicación y la libertad de protesta deben ser respetadas. Ningún país está exento», escribió la ministra de Asuntos Exteriores en Twitter. «Los periodistas deben poder hacer su trabajo sin intimidación».
Downing Street dijo que la detención es «impactante e inaceptable», y el portavoz pidió al régimen chino que «respete a quienes deciden expresar sus opiniones sobre la situación actual», y que «la libertad de protesta debe ser respetada».
Escribiendo en Twitter después de ser liberado, Lawrence dijo que sabía que al menos un ciudadano local fue detenido después de tratar de evitar que la policía lo golpeara. The Epoch Times no pudo verificar la información de forma independiente.
Se intensifican las protestas contra cero-COVID
Las protestas en la calle Middle Wulumuqi de Shanghái forman parte de una serie de rebeliones en toda China tras el incendio de un edificio residencial en Wulumuqi, Xinjiang, que lleva más de tres meses de estrictos cierres.
Según las autoridades, el incendio del 24 de noviembre causó 10 muertos y 9 heridos, pero los habitantes de la zona cuestionan esta cifra.
Los videos que circularon por las redes sociales mostraban camiones de bomberos atascados en la calle a las afueras de la zona residencial y un arco de agua procedente de un camión de bomberos distante que no llegaba al incendio, lo que provocó oleadas de comentarios enojados en Internet. Algunos decían que los camiones de bomberos habían quedado bloqueados por las barreras de control de la pandemia y los coches con las baterías descargadas o varados después de que sus propietarios fueran puestos en cuarentena. The Epoch Times no pudo verificar la información de forma independiente.
Según la Agencia de Noticias Xinhua, controlada por el estado, el alcalde del distrito local dijo que los camiones de bomberos estaban bloqueados por coches estacionados y «montones de tierra».
También refutó las afirmaciones que circularon en Internet de que los residentes estaban encerrados en el edificio, diciendo que las imágenes que mostraban puertas selladas estaban «maliciosamente manipuladas», según el reporte.
Tras la tragedia, estallaron protestas contra el cero-COVID en múltiples ciudades, como Wulumuqi, Chongqing, Beijing, Shanghái y varias universidades de Nanjing, Beijing, Xi’an, Sichuan y Shanghái.
En la ola de protestas, descrita por los comentaristas como la mayor después de las protestas estudiantiles de 1989, algunos manifestantes pidieron públicamente la renunciar de Xi y del PCCh y exigieron libertad y democracia.
En Shanghái, los manifestantes corearon el sábado «¡PCCh, renuncia!, ¡Xi Jinping, renuncia!», mientras que los estudiantes universitarios fueron grabados sosteniendo papeles en blanco o coreando «Democracia, Estado de Derecho, libertad de expresión».
Según una lista no verificada que circuló por Internet, los estudiantes de 51 universidades protestaron el domingo contra la política de cero COVID.
Las protestas también suscitaron manifestaciones de apoyo fuera de la China continental.
Miles de personas, muchas de las cuales parecían ser estudiantes chinos, se reunieron frente a la embajada de China en Londres el domingo por la noche, cantando en chino e inglés en apoyo de los habitantes de Xinjiang, Tíbet, Hong Kong, Taiwán, Irán, Ucrania y «todos los pueblos [que luchan] contra la dictadura, la opresión y la violencia», y exigiendo la renuncia de Xi y del PCCh.
También se celebraron vigilias y protestas a pequeña escala en ciudades de Europa, Asia y Norteamérica, como París, Tokio y Sídney.
Con información de The Associated Press y Reuters.
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