La policía de Hong Kong detuvo el viernes a la destacada activista prodemocracia Chow Hang Tung por promover presuntamente una asamblea no autorizada para el 32º aniversario de la masacre de la plaza de Tiananmen.
La detención de Chow, de 37 años, vicepresidenta de la Alianza de Hong Kong en Apoyo a los Movimientos Patrióticos Democráticos de China, se produjo mientras miles de policías se desplegaban para patrullar las calles de la ciudad y detener cualquier «asamblea ilegal».
Antes de que las autoridades de Hong Kong prohibieran a los residentes participar en actos en memoria de las protestas prodemocracia de 1989 por segundo año consecutivo, la Alianza de Hong Kong en Apoyo de los Movimientos Patrióticos Democráticos de China había organizado vigilias anuales.
Las autoridades cancelaron el evento el 1 de junio, citando de nuevo la actual pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) como motivo para hacerlo. La líder de Hong Kong, Carrie Lam, dijo el 1 de junio que todos los organismos, grupos, medios de comunicación y escuelas debían ajustarse a la Ley de Seguridad Nacional impuesta por Beijing.
Tras el anuncio de la prohibición, Chow había animado a la gente a conmemorar en privado el acontecimiento encendiendo una vela dondequiera que se encuentre.
«Ella [Chow] solo quería ir al Parque Victoria, encender una vela y conmemorar», dijo a Reuters Chiu Yan Loy, miembro ejecutivo de la Alianza, y añadió que creía que la detención tenía como objetivo infundir miedo a quienes planeaban asistir a la vigilia.
La abogada Chow, que fue detenida por cuatro agentes a las puertas de su despacho, según AFP, dijo a Reuters esta semana, antes de su detención, que el 4 de junio era una prueba para Hong Kong «de si podemos defender nuestro fondo de moralidad».
«Mientras no digan que las velas son ilegales, encenderemos una vela», dijo.
El superintendente principal de la policía de Hong Kong, Terry Law, confirmó la detención de Chow, así como de un repartidor de comida de 20 años, pero se negó a dar detalles, señalando que forma parte de una investigación en curso.
El año pasado, miles de ciudadanos de Hong Kong desafiaron la prohibición y participaron en la tradicional vigilia con velas en el Parque Victoria. Al mismo tiempo, los activistas y los grupos que antes se manifestaban y criticaban al PCCh se han vuelto cada vez más silenciosos y temerosos de las repercusiones desde que Beijing impuso su amplia Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong.
La legislatura títere de Beijing, la Asamblea Popular Nacional (APN), eludió la legislatura local de Hong Kong a finales de mayo de 2020 para promulgar la legislación que criminalizaría las actividades relacionadas con la subversión, la sucesión, el terrorismo y la injerencia extranjera.
En mayo, el destacado activista prodemocracia Joshua Wong fue condenado a 10 meses de prisión tras declararse culpable de participar en la vigilia del año pasado, mientras que a otros tres se les impusieron penas de entre cuatro y seis meses. Otros veinte deberán comparecer ante el tribunal el 11 de junio por cargos similares.
«Un régimen puede prohibir una asamblea, pero nunca puede prohibir los agravios indelebles en el corazón de la gente», escribió el jueves Lee Cheuk-yan, un activista prodemocracia ahora encarcelado, en su página de Facebook.
«Espero que todo el mundo pueda encontrar su propia manera de encender una vela junto a la ventana, en la carretera, dondequiera que pueda ser vista por los demás, para continuar con nuestro luto», añadió.
El PCCh nunca ha hecho público un relato completo de la violencia que se produjo el 4 de junio de 1989.
El 3 y 4 de junio de 1989, el PCCh ordenó a sus tropas que abrieran fuego contra los manifestantes en la plaza de Tiananmen, tras semanas de protestas lideradas por estudiantes que comenzaron el 15 de abril de 1989. Los activistas abogaban por más libertades, reformas económicas y democráticas, entre otros cambios.
Días más tarde, el PCCh anunció que habían muerto unas 300 personas, la mayoría de ellas soldados. Sin embargo, grupos de derechos y testigos afirman que murieron miles de personas. Fuentes no identificadas dentro del PCCh dicen que al menos 10,000 personas murieron, según un cable diplomático británico desclasificado y documentos desclasificados de la Casa Blanca.
Estados Unidos dijo el jueves que la plaza de Tiananmen de Beijing es ahora «sinónimo de las acciones brutales» del PCCh en 1989.
«Estos individuos tenían una petición noble y sencilla: reconocer y respetar nuestros derechos humanos, consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En lugar de atender esta petición con dignidad y debate abierto, las autoridades [de la República Popular China] respondieron con violencia», dijo el secretario de Estado Antony Blinken en un comunicado.
«La valentía de las personas valientes que se mantuvieron en pie hombro con hombro el 4 de junio nos recuerda que nunca debemos dejar de buscar la transparencia sobre los acontecimientos de ese día, incluyendo un recuento completo de todos los muertos, detenidos o desaparecidos», añadió.
Con información de Mimi Nguyen Ly y Reuters.
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