Un ciudadano paquistaní residente en Canadá fue detenido el 4 de septiembre y acusado de planear un atentado en relación con la organización terrorista ISIS.
Muhammad Shahzeb Khan, de 20 años, «intentó viajar desde Canadá a la ciudad de Nueva York, donde pretendía utilizar armas automáticas y semiautomáticas para llevar a cabo un tiroteo masivo», según un comunicado de prensa del 6 de septiembre.
El fiscal general Merrick Garland declaró: «Se alega que el acusado planeó un atentado terrorista en la ciudad de Nueva York en torno al 7 de octubre de este año con el objetivo declarado de masacrar, en nombre del ISIS, al mayor número posible de personas judías».
El 7 de octubre se cumple un año del ataque de Hamás contra Israel.
Khan, también conocido como Shahzeb Jadoon, fue detenido en Canadá y acusado de intentar proporcionar apoyo material y recursos al ISIS. Si es declarado culpable, se enfrenta a una pena máxima de 20 años de prisión.
Alrededor de noviembre del año pasado, Khan comenzó a publicar su apoyo al ISIS en las redes sociales y a comunicarse con otras personas a través de una aplicación de mensajería cifrada, según el comunicado de prensa. Presuntamente distribuyó vídeos y material propagandístico del ISIS. Finalmente, Khan entró en contacto con dos agentes de las fuerzas del orden encubiertos a los que supuestamente reveló sus planes.
Según el Departamento de Justicia, Khan planeó inicialmente atentar contra «Ciudad-1» junto con un simpatizante del ISIS residente en Estados Unidos. Afirmó haber intentado activamente crear una «célula real fuera de línea» de simpatizantes del ISIS para atentar contra las «chabads judías israelíes» de la ciudad, según el DOJ. En sus comunicaciones, Khan pedía a los agentes encubiertos que obtuvieran fusiles de asalto de tipo AR, munición y otros materiales necesarios para llevar a cabo el atentado, al tiempo que daba detalles sobre cómo cruzaría a Estados Unidos.
«Khan enfatizó que ‘el 7 de octubre y el 11 de octubre son los mejores días para atacar a los judíos’ porque ‘el 7 de octubre seguramente tendrán algunas protestas y el 11 de octubre es Yom Kippur'», decía el comunicado.
Más tarde se decidió por el 7 de octubre y cambió el lugar por un centro judío situado en Brooklyn, Nueva York.
Khan supuestamente afirmó que Nueva York era «perfecta» para atacar a los judíos, ya que la ciudad tiene la «mayor población judía de Estados Unidos». Señaló que «si tenemos éxito con nuestro plan este sería el mayor ataque en suelo estadounidense desde el 11-S».
Khan utilizó tres coches distintos para viajar de Canadá a Estados Unidos, señaló el DOJ. Fue detenido en Ormstown, Canadá o en sus alrededores, a unos 20 kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
Otros planes y amenazas
El año pasado, las autoridades estadounidenses detuvieron a varias personas por actividades relacionadas con el terrorismo. En abril, un hombre de Idaho fue detenido por «intentar proporcionar apoyo material y recursos al ISIS», según un comunicado de prensa del DOJ.
El acusado planeaba atentar contra personas en iglesias de Coeur d’Alene utilizando múltiples armas, incluidas armas de fuego y cuchillos, según el comunicado.
En junio, el presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Mark Green (R-Tenn.), expresó su preocupación por los múltiples informes de varias personas vinculadas al ISIS que habían sido detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en Nueva York, Los Ángeles y Filadelfia.
«Al parecer, todos estos individuos entraron en Estados Unidos a través de la frontera suroeste, pero la limitada capacidad del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) para investigar y examinar plenamente a los que cruzan la frontera hizo que todos ellos fueran puestos en libertad en Estados Unidos», dijo Green en el comunicado de prensa del 12 de junio.
Ese mismo mes, el FBI y el Departamento de Justicia cooperaron con varios socios europeos en un «importante desmantelamiento» de infraestructuras críticas destinado a desbaratar la propaganda del ISIS.
Como parte de las operaciones, decenas de servidores utilizados por el grupo terrorista fueron desmantelados en Estados Unidos, Países Bajos, Alemania e Islandia.
La comunidad judía de Estados Unidos está en el punto de mira desde el atentado de Hamás del año pasado y las posteriores represalias israelíes.
Un informe de enero de la Liga Antidifamación afirmaba que los incidentes antisemitas en Estados Unidos se habían «disparado» un 360% en los tres meses siguientes al atentado de Hamás.
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