El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció este jueves que cerrará dos centros de detención de migrantes, los cuales enfrentan acusaciones de abuso.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ordenó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que deje de utilizar el Centro de Detención de Inmigrantes C. Carlos Carreiro en North Dartmouth, Massachusetts. Según un informe (pdf) publicado en diciembre del año pasado, el fiscal general de Massachusetts determinó «que una serie de fallos institucionales y malas decisiones» por parte de los dirigentes de la oficina del sheriff del condado de Bristol condujeron a un uso «desproporcionado» de la fuerza contra los detenidos en el centro.
«Permítanme afirmar un principio fundamental, no toleraremos el maltrato de las personas en la detención civil de inmigrantes ni las condiciones de detención deficientes», escribió Mayorkas en un memorando dirigido al director interino del ICE, Tae Johnson.
«Los centros de detención del DHS y el tratamiento de las personas en esos centros se ajustarán a nuestras normas de salud y seguridad. Cuando descubramos que son insuficientes, seguiremos tomando medidas como las que tomamos hoy”, añadió.
Mayorkas también dio instrucciones a Johnson para que deje de utilizar cuanto antes el Centro de Detención del Condado de Irwin en Ocilla, Georgia. Una enfermera y cuatro abogados que representan a mujeres detenidas en el centro denunciaron en septiembre del año pasado que un ginecólogo del centro abusaba de las mujeres, incluso realizando procedimientos innecesarios, como histerectomías.
El anuncio del DHS menciona que los preparativos para el cese del uso del centro del condado de Irwin deben «incluir la preservación de las pruebas para las investigaciones en curso».
Los inmigrantes detenidos en ambos centros serán trasladados a otros lugares, según la orden de Mayorkas. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, una parte del DHS, ya redujo significativamente la población de detenidos en ambas instalaciones.
«El ICE mantiene un sistema nacional de instalaciones para retener a los no ciudadanos, cuya detención es obligatoria por ley, o que suponen una amenaza para la seguridad pública o un riesgo de fuga», dijo Johnson en una declaración. «El ICE continuará asegurando que tiene suficiente espacio de detención para mantener a los no ciudadanos según sea apropiado».
El ICE retiene a unos 19,000 extranjeros ilegales para su expulsión en unos 200 centros de todo el país, una cuarta parte menos que un año antes. Alrededor del 73 por ciento de los detenidos no tienen antecedentes penales y muchos otros solo tienen delitos menores, según el Transactional Records Access Clearinghouse, una organización de recopilación de datos de la Universidad de Syracuse.
Mayorkas lidera un esfuerzo por suavizar algunas políticas de inmigración, pero insiste en que los extranjeros ilegales que suponen una amenaza para el público y cometieron delitos graves deben ser detenidos hasta su expulsión del país.
La Oficina del Sheriff del Condado de Bristol gestionaba la cárcel del centro de detención de inmigrantes de Massachusetts en virtud de un acuerdo con el DHS. El departamento puso fin a ese acuerdo el jueves. El centro de Georgia era administrado por una empresa privada bajo contrato con el gobierno.
Con información de The Associated Press.
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