Este lunes 19 de febrero mucha gente está disfrutando del feriado para celebrar el Día de los Presidentes en Estados Unidos. Aunque se considera una de las fechas más patrióticas para los estadounidenses, el significado de esta fecha ha cambiado con el tiempo y algunos ignoran cuál fue su propósito original.
Aunque celebrar a los 46 mandatarios que han ocupado la Casa Blanca se ha vuelto algo muy popular, oficialmente el tercer lunes de febrero de cada año, la nación conmemora el nacimiento del primer presidente de Estados Unidos, George Washington.
Esta celebración se hizo oficial hace más de 100 años y ni el Congreso ni algún presidente han estipulado que se cambie el nombre de la celebración al «Día de los Presidentes», según los Archivos Nacionales.
Este mismo día se conmemora el cumpleaños del presidente Abraham Lincoln, quien llegó al mundo hace 215 años, un 12 de febrero de 1809. Por eso inicialmente se le empezó a llamar el Día de los Presidentes.
Este año se cumplen 292 años desde el nacimiento de George Washington, quien se cree que nació un 22 de febrero de 1732. El día de su natalicio es un feriado nacional, dada la relevancia del padre de la patria para la historia de los Estados Unidos.
Sin embargo, para muchos estadounidenses este día también es una oportunidad en la que se celebran las contribuciones de los hombres que han comandado el país a lo largo de la historia.
«Desde Washington hasta Biden y todos los que están en el medio (dejando a una lado la política), el Día de los Presidentes celebra el rico tapiz de liderazgo que define el viaje de nuestra nación y renueva nuestro compromiso de luchar juntos por un Estados Unidos y un futuro mejores y más prósperos», escribió el representante Andie Morales (D-TX) en su cuenta de X, antes Twitter.
El inicio de la festividad
Washington no sólo fue un gran líder militar y estadista, sino también el “primer empresario” del país, según historiadores que han estudiado exhaustivamente sus negocios.
Se dice que George Washington fue «el primero en la guerra, el primero en la paz y el primero en los corazones de sus compatriotas». Sin duda, esas primicias contribuyeron a sus otros grandes logros, incluida su elección como presidente tanto de la Convención Constitucional como de Estados Unidos.
La celebración por su cumpleaños se estableció por primera vez en 1832, en el centenario del nacimiento de Washington y fue el primer feriado federal en honrar la fecha de nacimiento de una persona, según los Archivos Nacionales.
En ese entonces, el Congreso estableció un comité para organizar «desfiles, oraciones y festivales» nacionales, según el Servicio de Investigación del Congreso, como cita The Associated Press (AP).
En 1879 se convirtió formalmente en un feriado legal para los empleados federales en el Distrito de Columbia y se celebraba el 22 de febrero. Pero no fue sino hasta 1968 que se comenzó a celebrar el tercer lunes de febrero, debido a una ley aprobada por el Congreso para trasladar los festivos a los lunes, de acuerdo con los Archivos Nacionales.
El cumpleaños de Washington fue celebrado por sus compañeros en el gobierno cuando él era presidente, principalmente. No obstante, Washington prestó poca atención a su cumpleaños según Mountvernon.org, el sitio web de la organización que administra su patrimonio.
“Si fuera por él, estaría en casa con su familia”, dijo a AP la historiadora Alexis Coe, autora de “You Never Forget Your First: Una biografía de George de Washington”. “Tal vez algunas queridas sobrinas y sobrinos (y amigo) Marqués de Lafayette serían ideales, y la receta de Martha para un delicioso pastel. Pero eso es todo”.
Los registros supervivientes no mencionan celebraciones en su hogar en Mount Vernon, mientras que su diario muestra que a menudo trabajaba duro en esa fecha.
El primer presidente es honrado con muchas estatuas en todo el país y con el Monumento a Washington. Un obelisco de 169 metros (555 pies) de altura en la capital del país, Washington D.C. En el Monte Rushmore, en Dakota del Sur, hay retratos de Washington y Lincoln tallados en piedra, junto con los presidentes Thomas Jefferson y Theodore Roosevelt.
El consumismo lo cambió todo
Cuando entró en vigor la ley de los días feriados uniformes en 1971, se trasladó el Día de los Presidentes al tercer lunes de febrero y las campañas de ventas se dispararon, según el historiador CL Arbelbide.
Al tener un fin de semana más largo, muchas empresas aprovecharon la oportunidad para atraer clientes con ofertas del Día de los Presidentes. Con el cambio, se notaron claros beneficios para la economía, incluyendo los aumentos en las ventas minoristas y los viajes.
Pero para Seth Bruggeman, profesor de historia en la Universidad de Temple en Filadelfia, Washington y los otros Padres Fundadores “habrían estado profundamente preocupados” por cómo la festividad pasó a manos de intereses comerciales y privados, informa AP.
Entre las celebraciones del “Presidents’ Day”, las escuelas organizan eventos para sus estudiantes scon actividades relacionadas obre los presidentes de Estados Unidos, en especial sobre George Washington. Las oficinas de gobierno, la mayor parte de los bancos y ciertos negocios permanecen cerrados este día, indica la página web del gobierno.
Con información de The Associated Press.
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