WASHINGTON-El 4 de julio se ha convertido en un día indisolublemente ligado a los fuegos artificiales en la psique estadounidense. Mucha gente que ha crecido en Estados Unidos tiene recuerdos de la infancia en los que se cocinaba al aire libre cuando hacía calor y se olía la carne a la parrilla, junto con la expectación apenas contenida de esperar a que anocheciera para que empezara la diversión.
Es casi como una Navidad al revés: miradas furtivas a las cajas de colores que sabes que pronto volarán en pedazos, y esperar a que el sol se ponga lo suficiente para que las bengalas y los cohetes de botella cobren relevancia.
La relación entre el Día de la Independencia y los fuegos artificiales no es una aberración moderna. En 1777, un año después de la firma de la Declaración de Independencia, el Congreso levantó la sesión para celebrarlo y se organizaron los primeros espectáculos pirotécnicos en Filadelfia y Boston para conmemorar el acontecimiento. Casi 100 años después, en 1870, el 4 de julio se estableció como fiesta federal.
Este año, los estadounidenses detonarán más de 400 millones de libras de fuegos artificiales; muchas ciudades de todo el país celebrarán exhibiciones públicas patrocinadas por el estado. Aquellos que no compren los suyos propios se sentarán en sus porches o jardines a contemplar el espectáculo ofrecido por sus vecinos.
La exhibición del 4 de julio de Macy’s en Nueva York atraerá a las mayores multitudes: Se esperan más de 30 millones de espectadores en persona y por televisión. El espectáculo de Macy’s está producido por Pyro Spectaculars, la misma empresa que coordina los espectáculos de los Juegos Olímpicos, la Super Bowl, la Copa del Mundo y la Serie Mundial.
El espectáculo de DC tendrá lugar en el emblemático Monumento a Washington, donde el colorido cielo nocturno se reflejará en el espejo de agua.
¿Qué está permitido?
Los fuegos artificiales de consumo son legales, al menos parcialmente, en todos los estados excepto en Massachusetts, donde sólo pueden utilizarse en espectáculos pirotécnicos profesionales. Algunos estados, como Nueva York y Nueva Jersey, tienen limitaciones para el uso privado de fuegos artificiales aéreos, y la mayoría de los estados imponen algún tipo de restricción sobre el tamaño y la potencia que pueden comprar los consumidores privados.
Sule Qazi, gerente de Gorilla Fireworks en Fairfax (Virginia), declaró a The Epoch Times que Virginia y Maryland sólo permiten la venta de fuegos artificiales terrestres como «fuentes» y bengalas.
«Otros estados como Virginia Occidental permiten la venta de todo; Carolina del Sur, Florida… Se rige estado por estado, condado por condado», dijo.
Los fuegos artificiales son legales en algunas partes de Texas, pero el departamento de policía de Cibolo emitió un recordatorio de que están prohibidos en su ciudad.
La mayoría de las fiestas en Estados Unidos producen un auge económico en miniatura (valga el juego de palabras), y el día 4 no es diferente. Además de las compras de comida y alcohol, los estadounidenses gastarán unos cuantos dólares en petardos y cohetes de botella.
Julie Heckman, directora ejecutiva de la Asociación Americana de Pirotecnia, tiene grandes esperanzas de que este año sea lucrativo para los vendedores de fuegos artificiales.
«Nuestras empresas miembros están reportando fuertes cifras de ventas de fuegos artificiales al consumidor, y predecimos que los ingresos podrían superar los USD 2400 millones para la temporada de fuegos artificiales de 2024», dijo.
La Sra. Heckman añadió que los precios de los fuegos artificiales han disminuido entre un 5 y un 10 por ciento debido a la caída de los costes de envío, ya que el mundo sigue sacudiéndose los efectos de la pandemia de COVID-19.
El Sr. Qazi dijo que el trabajo es «tan estacional como cualquier negocio». Durante la temporada baja, dijo, el principal objetivo de la empresa siguen siendo los fuegos artificiales, pero también tienen otras fuentes de ingresos, como los árboles de Navidad.
Calculó que una familia media gasta unos USD 100 en fuegos artificiales, pero el umbral de gasto puede variar mucho.
«Cuando digo ‘media’, hay gente que viene y se gasta 20 dólares, y hay gente que se gasta 500», explica.
La seguridad ante todo
Por supuesto, los amantes de las explosiones deben tener cuidado. Cada año aparece una nueva letanía de estadísticas de lesiones. El Sr. Qazi afirma que son improbables siempre que los usuarios sigan las instrucciones específicas, incluso en los fuegos artificiales más grandes.
«Cuando se oye hablar de ellos en las noticias, suele haber gato encerrado, y el gato encerrado es que no se han utilizado como estaba previsto», afirma.
Según la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de Estados Unidos (USCPSC), en 2023 se produjeron alrededor de 9700 lesiones por fuegos artificiales, más de 6000 de las cuales tuvieron lugar entre el 16 de junio y el 16 de julio.
Ocho de ellas fueron mortales. La buena noticia es que la cifra parece estar disminuyendo: en 2020 se produjeron más de 15,000 lesiones.
La USCPSC ofrece algunos consejos de seguridad de sentido común: ten a mano una fuente de agua en caso de incendio, no dejes que los niños pequeños manipulen fuegos artificiales y nunca lances ni apuntes a nadie con fuegos artificiales encendidos.
Este último consejo es importante, ya que el 35 por ciento de las lesiones por fuegos artificiales se producen en relación con las manos o los dedos.
¿Fuegos artificiales silenciosos?
No todo el mundo disfruta con los espectáculos pirotécnicos que se celebran anualmente en toda la ciudad. Las luces y sonidos intermitentes, que comienzan al ponerse el sol y pueden prolongarse durante horas, pueden ser fuente de ansiedad para algunos.
Los grupos de Asuntos de Veteranos (VA) advierten que los sonidos y las luces de los fuegos artificiales pueden desencadenar síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT) en quienes han vivido la guerra. Este año, la VA de Montana ha publicado un anuncio de servicio público en el que pide a los residentes que sean considerados con los veteranos y eviten encender fuegos artificiales por sorpresa.
«Los fuegos artificiales pueden crear imágenes, sonidos y olores que pueden activar flashbacks, pesadillas y ansiedad, dijo el director ejecutivo de Montana VA, Duane Gill.
«Todos los habitantes de Montana pueden y deben ayudar a los veteranos con TEPT a evitar los fuegos artificiales sorpresa. Animamos a todos los montaneses, y especialmente a los no veteranos, a ser considerados con nuestros vecinos que ayudaron a ganar la libertad que celebramos el 4 de julio.» El anuncio incluía números de teléfono de ayuda en caso de trauma y un enlace a una aplicación diseñada para ayudar a gestionar el TEPT.
Problemas similares pueden surgir con los niños que sufren de autismo, y algunos grupos de defensa del autismo han publicado guías para ayudar a navegar Día de la Independencia sin trauma.
¿Y Fido?
Por supuesto, las mascotas tienen más dificultades para comunicarse verbalmente o utilizar aplicaciones digitales, y cada año muchos grupos de defensa de los animales se pronuncian a favor de eliminar por completo los fuegos artificiales, o de cambiar a fuegos artificiales «silenciosos» que sólo producen el espectáculo visual sin los estallidos explosivos que sobreexcitan a nuestros amigos peludos.
La Humane Society advierte que muchos animales salvajes también se asustan con las explosiones y las luces, y a veces huyen de sus lugares de anidamiento para no volver jamás. También ha expresado su preocupación por el efecto de los contaminantes, como los perdigones y el humo.
La Asociación Americana de Medicina Veterinaria también publicó algunas directrices útiles, como mantener a las mascotas en casa en un espacio seguro para evitar que huyan por miedo.
El Sr. Qazi es dueño de una mascota y dice que utiliza una «chaqueta de trueno», una especie de chaleco relajante, para mantener a su perro tranquilo mientras tienen lugar los espectáculos pirotécnicos. «Es un día al año… muchas mascotas se acostumbran a ellos si están cerca el tiempo suficiente», afirma.
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