El Rey Carlos III fue diagnosticado con una forma de cáncer y ha comenzado el tratamiento, dijo el Palacio de Buckingham en un comunicado el lunes.
La declaración dijo que el cáncer fue descubierto durante un procedimiento hospitalario reciente para un tratamiento benigno de próstata y que «las pruebas de diagnóstico posteriores han identificado una forma de cáncer».
El Palacio de Buckingham no identificó el tipo de cáncer que fue descubierto o en qué etapa se encontró.
El lunes, el monarca, de 75 años, «comenzó un programa regular de tratamientos periódicos» y «los médicos le aconsejaron que pospusiera sus obligaciones en público», según el comunicado. Durante el tratamiento, el rey Carlos «continuará llevando a cabo asuntos de Estado y trámites oficiales como de costumbre».
«El rey agradece a su equipo médico su rápida intervención, que ha sido posible gracias a su reciente intervención hospitalaria. Él sigue siendo totalmente positivo sobre su tratamiento y espera volver a sus funciones públicas completas tan pronto como sea posible», dijo el palacio. «Su Majestad ha decidido compartir su diagnóstico para evitar especulaciones y con la esperanza de que pueda ayudar a la comprensión pública de todos los afectados por el cáncer en todo el mundo».
Por el momento, el Palacio de Buckingham no ha facilitado más detalles.
Hace aproximadamente una semana, el rey Carlos fue dado de alta de un hospital londinense tras someterse a una intervención para tratar el agrandamiento de la próstata, según informó entonces el palacio de Buckingham. Se esperaba que reanudara sus actos públicos tras un «periodo de recuperación», se indicó.
Antes de ser dado de alta, un comunicado del Palacio de Buckingham dijo que «el Rey ha buscado tratamiento para un agrandamiento de la próstata», que es «común con miles de hombres cada año».
El monarca tenía 73 años cuando se convirtió en rey en septiembre de 2022, tras la muerte de la reina Isabel II, su madre, ese mismo mes.
Otro miembro de la familia real británica fue diagnosticado de cáncer hace varias semanas. Sarah Ferguson, la duquesa de York, confirmó en las redes sociales que le habían diagnosticado un melanoma maligno después de que le extirparan varios lunares mientras se sometía a una cirugía reconstructiva tras una mastectomía.
En un posteo de Instagram en enero, la duquesa escribió: «Me he estado tomando un tiempo para mí misma ya que me han diagnosticado melanoma maligno, una forma de cáncer de piel, mi segundo diagnóstico de cáncer en un año después de que me diagnosticaran cáncer de mama este verano y me sometiera a una mastectomía y cirugía reconstructiva».
«Fue gracias a la gran vigilancia de mi dermatólogo que el melanoma fue detectado cuando apareció», continuó diciendo. «Naturalmente, otro diagnóstico de cáncer ha sido un shock, pero estoy de buen humor y agradecida por los muchos mensajes de cariño y apoyo. Creo que mi experiencia subraya la importancia de comprobar el tamaño, la forma, el color y la textura y aparición de nuevos lunares que pueden ser un signo de melanoma e insto a cualquiera que esté leyendo esto a que sea diligente».
Por las mismas fechas, Kate, la princesa de Gales, se sometió a una operación abdominal hace varias semanas y permanecerá ingresada en un hospital privado de Londres hasta dentro de dos semanas después de la cirugía. La princesa, antes Kate Middleton, es la esposa del príncipe Guillermo, heredero al trono.
Kate, de 42 años, ingresó en la London Clinic en enero. La oficina de la princesa en el Palacio de Kensington no ofreció más detalles, pero dijo que su condición no era cancerosa. Aunque por lo general goza de buena salud, Kate fue hospitalizada durante su embarazo a causa de fuertes náuseas matutinas.
Con información de The Associated Press.
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