Investigadores de la Universidad Ben-Gurion (BGU) de Israel descubrieron que una dieta mediterránea modificada que hace hincapié en los polifenoles y reduce la carne roja puede disminuir significativamente la rigidez aórtica proximal (RAP), un marcador distintivo del envejecimiento vascular y el riesgo cardiovascular.
El estudio se publicó este mes en la revista Journal of the American College of Cardiology.
«Es la primera vez que los científicos presentan un efecto potente y poderoso de la dieta sobre la rigidez aórtica proximal relacionada con la edad», afirma un comunicado de la BGU.
Los investigadores descubrieron que la «dieta mediterránea verde» disminuye la RAP en un 15 por ciento, la dieta mediterránea estándar la reducía en un 7,3 por ciento y la dieta de las pautas dietéticas saludables la reducía en un 4,8 por ciento.
La dieta mediterránea verde sigue las directrices de la dieta mediterránea estándar, que hace hincapié en los alimentos de origen vegetal, incluidos los cereales integrales, las verduras, las legumbres, las frutas, los frutos secos, las semillas y las hierbas y especias apropiadas, como base de la dieta. El aceite de oliva es la principal fuente de grasa nutritiva.
Además de estos elementos, la dieta mediterránea verde hace hincapié en los polifenoles aumentando la ingesta de verduras, frutas y frutos secos (sobre todo nueces) y reduciendo el consumo de carne roja. Para aumentar aún más los polifenoles, los participantes en el estudio, que duró 18 meses y contó con 300 participantes, bebieron cada día de tres a cuatro tazas de té verde y un batido a base de Wolffia globosa, una planta acuática rica en proteínas también conocida como lenteja de agua o Mankai.
Los recuentos calóricos asignados a la dieta alcanzaron un máximo de 1400 al día en el caso de las mujeres y de 1800 en el de los hombres.
El mismo grupo de investigadores estableció en estudios anteriores que la dieta mediterránea verde tenía una serie de efectos positivos para la salud, como la mejora del microbioma, la detención de la atrofia cerebral, la regresión de la enfermedad del hígado graso y la reducción de la grasa alrededor de la cintura, aunque los resultados generales de pérdida de peso fueron similares entre las dos dietas mediterráneas.
«Un estilo de vida saludable es una base sólida para mejorar la salud cardiometabólica. Los resultados de nuestro experimento nos enseñaron que la calidad de la dieta es crucial para movilizar los tejidos adiposos aterogénicos, reducir el riesgo cardiometabólico y mejorar el perfil de adiposidad. Los polifenoles dietéticos, que sustituyen la carne roja por proteínas vegetales equivalentes, resultan prometedores para mejorar diversos aspectos de la salud humana», afirma en el comunicado la investigadora principal, Iris Shai.
«Mantener una dieta saludable por sí solo se asocia con la regresión del SAF. La dieta verde-mediterránea proporciona un 15 por ciento de reducción drástica de la RAP», dijo el Dr. Gal Tsaban, coautor del estudio.
«Los resultados de nuestro estudio ponen de manifiesto, una vez más, que no todas las dietas proporcionan beneficios similares y que la dieta verde-mediterránea puede promover la salud vascular».
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