Luisiana está a punto de convertirse en el primer estado en promulgar una ley que obligue a exponer los Diez Mandamientos en un lugar destacado de todas las escuelas y universidades públicas.
La medida, respaldada por los republicanos, está siendo estudiada por la Cámara de Representantes de Luisiana, tras haber sido aprobada por el Senado el 16 de mayo por 30 votos a favor y 8 en contra, con la excepción de unos pocos senadores demócratas. En un principio, la Cámara iba a tomar una decisión final sobre el proyecto de ley el 22 de mayo, pero se aplazó hasta el 28 de mayo.
Según el proyecto de ley, las escuelas de Luisiana que reciban fondos estatales tendrían que exhibir los Diez Mandamientos «en cada edificio que utilicen y aula de cada escuela bajo su jurisdicción». El proyecto de ley especifica que el texto debe presentarse en el punto focal principal de un póster o documento enmarcado que mida al menos 11 pulgadas por 14 pulgadas y esté impreso en un «tipo de letra grande y fácilmente legible».
La medida fue encabezada por la representante estatal republicana Dodie Horton. El año pasado, ella dirigió con éxito un esfuerzo legislativo para exigir que el lema nacional «In God We Trust» (En Dios confiamos) se exhibiera en las aulas de todo el estado.
Más de una docena de estados promulgaron leyes que obligan o permiten explícitamente que las escuelas exhiban la frase, pero la ley de Luisiana va un paso más allá y exige que la señalización se exhiba en cada aula individual.
«Solo falta un voto para que llegue a la mesa del Gobernador para su firma», escribió Horton en Instagram. «Con su firma, Luisiana será el primer estado de la nación en permitir que los Diez Mandamientos vuelvan a las aulas, donde colgaron pacíficamente durante casi 3 décadas antes de la década de 1970».
El año pasado, el Senado de Texas aprobó un proyecto de ley similar a la propuesta de la Sra. Horton. Sin embargo, el proyecto murió después de que la Cámara no lo votara antes de que venciera el plazo.
Un proyecto de ley de Utah, por su parte, habría obligado a todas las escuelas públicas del estado a «exhibir un póster o una copia enmarcada» de los Diez Mandamientos en un «lugar destacado» de cada uno de sus edificios. El proyecto de ley se modificó para permitir que los principios bíblicos se enseñen como parte de los programas escolares.
El debate sobre la Cláusula de Establecimiento
En 1980, una Corte Suprema de EE.UU. dividido anuló una ley de Kentucky que obligaba a las escuelas públicas a exhibir los Diez Mandamientos en todas las aulas, por considerar que la ley suponía la aprobación por parte del gobierno de «un texto sagrado de las religiones judía y cristiana», en violación de la Cláusula de Establecimiento de La Primera Enmienda.
«Si las copias expuestas de los Diez Mandamientos tienen algún efecto, será el de inducir a los escolares a leer, meditar, tal vez venerar y obedecer los Mandamientos», escribió entonces la mayoría de 5-4 del alto tribunal. «Por muy deseable que esto pueda ser como cuestión de devoción privada, no es un objetivo estatal permisible en virtud de la Cláusula de Establecimiento».
En los últimos años, la Corte Suprema parece haberse abierto más a una interpretación menos restrictiva de la Cláusula de Establecimiento, al tiempo que hace mayor hincapié en la historia y la tradición del país.
En defensa de su medida de los Diez Mandamientos, la Sra. Horton destacó la importancia histórica del texto, argumentando que el proyecto de ley honra su lugar único en la historia de Luisiana.
«Los Diez Mandamientos son la base de todas las leyes de Luisiana», dijo en la Cámara en abril. «Y dada toda la basura a la que nuestros hijos están expuestos en las aulas hoy en día, es imperativo que volvamos a poner los Diez Mandamientos en un lugar destacado».
«No predica una religión determinada, pero sin duda muestra cuál es el código moral por el que todos deberíamos regirnos», añadió.
Su argumento es similar al que se presentó ante —la mayoría de la Corte Suprema— en el verano de 2022 en un caso sobre si un distrito escolar de Kentucky violaba los derechos de la Primera Enmienda de un entrenador de fútbol de un instituto al prohibirle rezar en el centro del campo inmediatamente después de cada partido, y que finalmente fue aceptado por dicha mayoría.
En una decisión de 6-3, el alto tribunal se puso del lado del entrenador, que argumentó que su oración en el campo después del partido era la continuación de una «tradición escolar» anterior a su permanencia en la escuela. El juez Neil Gorsuch, que escribió en nombre de la mayoría, estuvo de acuerdo con el argumento del entrenador, diciendo que la Cláusula de Establecimiento debe interpretarse haciendo referencia a prácticas y entendimientos históricos.
«Aprender a tolerar el discurso o la oración de todo tipo es parte de aprender a vivir en una sociedad pluralista», escribió el juez Gorsuch, y agregó que el distrito escolar no puede suprimir la libertad religiosa de un empleado en aras de cumplir con la Cláusula de Establecimiento, que se creó para preservar la libertad religiosa.
«En esencia», escribió, «el Distrito nos pide que adoptemos la opinión de que los únicos modelos gubernamentales aceptables para los estudiantes son aquellos que evitan cualquier expresión religiosa visible».
«No conocemos ninguna interpretación históricamente sólida de la Cláusula de Establecimiento que comience a hacer necesario que el gobierno sea hostil a la religión de esta manera».
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