Un informe reciente reveló que los diplomáticos chinos de ciencia y tecnología han actuado como intermediarios de Beijing, identificando oportunidades de colaboración, inversión o adquisición en el extranjero para que las entidades chinas adquieran tecnología extranjera y promuevan la política industrial del Partido Comunista Chino (PCCh).
«Estos logros, a su vez, contribuyen a la estrategia de ‘salida’ del PCCh (Partido Comunista Chino) y a los objetivos establecidos en las políticas estatales, incluido el ‘Made in China 2025‘», según el informe «China’s Foreign Technology Wish List«, publicado en mayo por Center for Security and Emerging Technology (CSET), un think tank con sede en Washington.
La estrategia de «salida» fue propuesta por el Partido Comunista Chino en 1999 para animar a las empresas nacionales a invertir en el extranjero. El CSET reveló el objetivo del partido de adquirir tecnología en el extranjero.
Los enfoques promovidos por el Estado que emprendieron los diplomáticos incluyen la identificación de las necesidades internas de China; el seguimiento de la tecnología punta entre las entidades extranjeras, el mundo académico, los laboratorios gubernamentales y los investigadores individuales; la organización de actividades de emparejamiento para ayudar a las empresas chinas a firmar acuerdos de inversión, licencia y producción con empresas tecnológicas extranjeras; y la contratación de personal extranjero para trabajar en China, muestra el estudio.
El estudio examinó 642 informes sobre oportunidades de cooperación, en los que participaron más de 300 empresas, universidades, instituciones de investigación y personas extranjeras de interés para Beijing.
Estos informes fueron documentados por las embajadas y consulados chinos en el extranjero, donde más de 140 diplomáticos de ciencia y tecnología estaban situados por todo el mundo.
El análisis encontró 190 casos de cooperación tecnológica internacional relacionados con la biotecnología, otros 171 relacionados con la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, y algunos relacionados con el diseño de circuitos integrados o equipos de fabricación de semiconductores. La mayoría de los proyectos procedían de Rusia (112), seguida de Estados Unidos (77), Reino Unido (62) y Japón (57).
El CSET encuestó aleatoriamente a 30 empresas extranjeras recomendadas por diplomáticos, de las cuales 14 han formado empresas conjuntas, acuerdos de licencia de patentes o tratos exclusivos con empresas chinas, o han sido compradas de alguna otra manera, a través de las cuales China puede adquirir con éxito su tecnología.
El informe también destaca el consulado chino en Houston por su importante papel en las operaciones de recopilación de información sobre ciencia y tecnología de China a nivel mundial.
El consulado fue clausurado en julio del año pasado por acusaciones de actividades de espionaje relacionadas con la investigación y la tecnología estadounidenses.
Antes de que fuera cerrado, el consulado de Houston era el que más proyectos de ciencia y tecnología remitía de todas las embajadas o consulados chinos del mundo, según el informe. Casi el 90% de los programas estadounidenses habían sido remitidos desde enero de 2015.
Tras el cierre del consulado en Houston, solo un proyecto de cooperación científica y tecnológica de Estados Unidos fue publicado en internet por el Departamento de Cooperación Internacional del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China.
James Lewis, experto de Center for Strategic and International Studies, dijo que aunque China sigue dependiendo de la tecnología occidental, el objetivo es acabar con su dependencia y dominar el mercado global.
Expresó su preocupación a VOA Noticias por el hecho de que Beijing mezcle las prácticas comerciales con las ilegales, como el robo de la propiedad intelectual y el espionaje.
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