La Unión Europea reiteró su preocupación por “la gravísima situación de derechos humanos en China” durante un reciente diálogo con el país comunista.
Altos diplomáticos de la UE encabezados por Paola Pampaloni, subdirectora general para Asia y el Pacífico del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), expresaron sus preocupaciones después de participar en un diálogo anual sobre derechos humanos con funcionarios chinos. El evento del 16 de junio estuvo presidido conjuntamente por la Sra. Pampaloni y Shen Bo, director general del departamento de conferencias y organizaciones internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
Celebrado en la metrópolis de Chongqing, en el oeste de China, el diálogo tuvo lugar en medio de crecientes tensiones entre Beijing y el bloque de 27 naciones sobre numerosos temas, incluido el papel de China en la guerra de Rusia en Ucrania, el comercio y los derechos humanos.
“En particular, la UE se refirió a los informes sobre la represión contra defensores de los derechos humanos, abogados y periodistas en China”, dijo el SEAE en un comunicado emitido el 17 de junio.
“La UE instó a China a investigar y detener las violaciones de derechos humanos, expresando preocupación por los casos de detención ilegal, desaparición forzada, tortura y malos tratos”.
Los funcionarios destacaron la situación de los derechos humanos en Xinjiang, una región del noroeste de China donde al menos 1 millón de uigures están recluidos en campos de trabajos forzados, así como en el vecino Tíbet, donde la cultura y las prácticas religiosas budistas han enfrentado represión política durante décadas.
Visita poco común al Tíbet
En una medida inusual, la delegación de la UE realizó una visita de tres días al Tíbet la semana pasada antes del diálogo sobre derechos humanos. A petición de Bruselas, las autoridades chinas organizaron que la delegación visitara la capital del Tíbet, Lhasa, y su ciudad oriental, Nyingchi.
Según el comunicado del SEAE, visitaron “internados, municipios, sitios culturales y religiosos, familias tibetanas reubicadas, así como una prisión”, y agregó que “la visita paralela reflejó la mayoría de las solicitudes de la UE, excepto las reuniones con personas individuales”.
El Tíbet es la única zona del país donde los diplomáticos y funcionarios extranjeros deben solicitar el permiso de Beijing antes de realizar una visita. En 2023, funcionarios estadounidenses presentaron tres solicitudes formales para viajar al Tíbet, pero ninguna de ellas fue concedida, afirmó el Departamento de Estado en un informe de abril al Congreso. Si bien el Partido Comunista Chino (PCCh) organizó giras para diplomáticos extranjeros, el informe afirmaba que estos eventos estaban “estrictamente controlados” por las autoridades chinas y “no permiten un acceso significativo” a los tibetanos.
Bruselas calificó la situación de los derechos humanos en el Tíbet como “terrible” en una declaración presentada ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en marzo, destacando los esfuerzos del régimen para obligar a los niños tibetanos a ingresar en internados estatales y la recolección masiva de muestras de ADN en el Himalaya.
Hong Kong
Además del Tíbet, altos diplomáticos de la UE reiteraron más preocupaciones sobre Hong Kong, donde los legisladores pro-PCCh de la ciudad promulgaron recientemente una nueva ley de seguridad.
“La UE también se refirió al impacto negativo de la nueva legislación de seguridad nacional de Hong Kong sobre los derechos y libertades del pueblo de Hong Kong, y a la erosión de la autonomía garantizada por la Ley Básica y los compromisos internacionales de China hacia Hong Kong”, afirmó.
Durante la reunión con funcionarios chinos, la delegación de la UE instó a Beijing a liberar inmediatamente a Gui Minhai, un librero sueco nacido en China que desapareció de su casa de vacaciones en Tailandia en 2015 y luego fue sentenciado por un tribunal chino a 10 años de cárcel por “ proporcionar inteligencia” a los extranjeros. El Sr. Gui era uno de los accionistas de una librería con sede en Hong Kong que se especializaba en vender libros que criticaban al PCCh.
Falun Gong
Los funcionarios de la UE también plantearon la difícil situación de Ding Yuande, un practicante de Falun Gong encarcelado cuyo hijo reside en Alemania. El Sr. Ding recibió una pena de cárcel de tres años en diciembre de 2023.
La Comisión ejecutiva del bloque adoptó en enero una resolución condenando la actual persecución del PCCh a Falun Gong, pidiendo la liberación inmediata del Sr. Ding y otros practicantes de Falun Gong.
Falun Gong es una disciplina espiritual que combina el ejercicios de meditación con enseñanzas morales basadas en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. El grupo religioso ha enfrentado una persecución implacable por parte del PCCh desde 1999, que incluye arrestos masivos, detenciones, torturas y otros abusos. Sus decenas de millones de practicantes han sido las principales víctimas de la industria de sustracción forzada de órganos dirigida por el estado en China.
El PCCh pareció indiferente a los llamamientos de la UE.
En una sesión informativa el martes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, le dijo a la prensa que Bruselas debería dejar de “interferir en los asuntos internos de China con el pretexto de los derechos humanos”.
Los grupos de defensa de los derechos han pedido durante años a la UE que detenga los diálogos sobre derechos humanos con China, dado que la conversación no es suficiente para presionar al PCCh a poner fin a sus abusos.
“Si bien la UE plantea preocupaciones durante estos diálogos, sabe que el gobierno chino no reconocerá los abusos, no realizará ningún esfuerzo para garantizar la rendición de cuentas y no se dejará persuadir para que emprenda ninguna política o acción legislativa para cumplir con las obligaciones internacionales de China en materia de derechos humanos”, dijeron Human Rights Watch y otros cuatro grupos de defensa de los derechos humanos en una declaración conjunta el 12 de junio.
“La UE y sus estados miembros deberían emprender acciones diferentes y más efectivas para presionar al gobierno chino para que ponga fin a sus crímenes contra la humanidad y otras violaciones graves, y para responsabilizar a los responsables de no hacerlo”, añadieron.
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