Una delegación de diputados de Ucrania visitó hoy el Donbás, en el este del país, y entregó drones a los soldados que combaten en la línea de separación con las fuerzas prorrusas, donde en los últimos días se han intensificado los ataques.
Los diputados son cercanos del presidente, Volodímir Zelenski, quien les encargó que se personaran en el frente para supervisar la seguridad en la zona y levantar el ánimo de la tropa.
Les acompañó el secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, Oleksii Danílov, quien acusó al Kremlin de causar «pánico» entre la población del Donbás al denunciar una posible ofensiva ucraniana, posibilidad que descartó categóricamente.
Ambos bandos se acusaron mutuamente hoy de numerosos ataques, muchos de ellos con armamento prohibido por los Acuerdos de paz de Minsk de 2015.
Un soldado ucraniano murió por herida de metralla tras un ataque rebelde con artillería, mortero y lanzagranadas, mientras un civil resultó herido al otro lado del frente.
Kiev también denunció provocaciones por parte de las milicias prorrusas, que dispararían contra sus propias posiciones para después acusar al Ejército ucraniano y justificar su decisión de evacuar a la población civil a Rusia.
Las autoproclamadas repúblicas populares prorrusas de Donetsk y Lugansk, cuyas fuerzas se estiman en unos 30.000 hombres, anunciaron hoy la movilización general ante lo que consideran una inminente ofensiva enemiga.
Sus dirigentes se dirigieron a empresas y fábricas para que todos los mayores de edad se presenten en sus guarniciones militares para recibir órdenes.
Con el fin de facilitar la evacuación masiva, las autoridades de Donetsk suspendieron el transporte municipal por carretera con el fin de dedicar dichos autobuses y microbuses al traslado a Rusia de mujeres, niños y ancianos.
Se estima en unas 700.000 las personas que serán trasladadas a territorio ruso, más o menos la misma cifra de habitantes del Donbás que han recibido en los últimos meses la ciudadanía rusa.
Como reacción a la evacuación prorrusa, las autoridades ucranianas se han dirigido a los habitantes de las zonas controladas por los separatistas para que crucen al otro lado a través de los pasos habilitados para ello.
«Ucrania no es el enemigo para la población pacífica, ya que es nuestra gente. El enemigo es el ocupante ruso», dijo Irina Vereschuk, viceprimera ministra ucraniana, quien también viajó hoy al Donbás.
El Gobierno ucraniano aseguró que, en caso de necesidad, puede abrir corredores humanitarios, aunque también acusó a Rusia de obligar a todos los hombres mayores de 18 años a tomar un arma y combatir contra el Ejército ucraniano.
Organizaciones internacionales han solicitado urgente ayuda humanitaria para los más de dos millones de personas que viven en las inmediaciones de la línea de separación del Donbás, conflicto que se ha cobrado más de 14.000 vidas desde 2014, según la ONU.
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