La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, afirma que el virus que causa la viruela del mono no se transmite por el aire.
«Lo que puedo decir es que no se cree que la viruela del mono permanezca en el aire, tal como pensamos en la definición de transmisión aérea», dijo Walensky a los periodistas en una sesión informativa el 10 de junio. «Cuando consideramos la transmisión aérea en los CDC, estamos hablando de pequeñas partículas virales que quedan suspendidas en el aire y pueden permanecer allí durante largos períodos de tiempo».
La enfermedad se propaga principalmente a través del contacto cara a cara o piel a piel con fluidos corporales o llagas de una persona infectada, indicó la directora.
«La viruela del mono se propaga a través del contacto directo con fluidos corporales o llagas en el cuerpo de alguien que tiene viruela del mono o con el contacto directo con materiales que han tocado estos fluidos corporales y llagas, como la ropa o las sábanas», dijo Walensky a continuación. «También puede propagarse a través de las secreciones respiratorias cuando las personas tienen un contacto estrecho y sostenido cara a cara».
The New York Times informó de que el virus de la viruela del mono puede transmitirse a través de aerosoles —pequeñas partículas suspendidas en el aire durante minutos u horas y que viajan largas distancias— como el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.
Al principio de la pandemia de COVID-19 se produjo un debate sobre si el SARS-CoV-2 podría propagarse por el aire, ya que surgieron pruebas de que la transmisión por aerosoles podría ser la principal vía de transmisión. Sin embargo, los CDC no lo reconocieron hasta mayo de 2021.
En marzo de 2022, la Casa Blanca, en un blog titulado «Let’s Clear the Air on COVID» (Aclaremos sobre el aire de COVID), reconoció por primera vez que el SARS-CoV-2 se propagaba principalmente a través de los aerosoles y, por lo tanto, abogó por mejorar los sistemas de ventilación y el uso de respiradores, pero no llegó a la conclusión de que las mascarillas de tela y quirúrgicas no sean eficaces para reducir la propagación del COVID-19.
Actualmente no hay muertes relacionadas con la viruela del mono.
Los CDC informaron de que, hasta el 9 de junio, se habían detectado más de 1300 casos de viruela del mono en el mundo, de los cuales 45 se identificaron en Estados Unidos en 15 estados y el Distrito de Columbia.
Si bien el brote actual supera al de viruela del mono de 2003 en Estados Unidos, en el que se registraron 47 casos confirmados y probables en seis estados, Walensky subrayó que actualmente no hay muertes relacionadas con la enfermedad.
«Aunque los casos han seguido aumentando, quiero volver a insistir en que todavía no ha habido ninguna muerte asociada a este brote», declaró Walensky.
Jennifer McQuiston, subdirectora de la División de Patógenos de Alta Consecuencia y Patología de los CDC, dijo que muchos de los casos en Estados Unidos se deben a la exposición a viajes internacionales.
«Creo que la mayoría de los casos en Estados Unidos, el 75 por ciento o más, siguen informando de una exposición a un viaje internacional que probablemente dio lugar a sus infecciones por viruela del mono», indicó McQuiston.
No hay «ninguna zona identificada ahora mismo en Estados Unidos que parezca tener un brote urbano como el que se ha notificado en Montreal y otros lugares. No tenemos una zona en la que parezca que se esté produciendo una gran transmisión comunitaria», agregó la subdirectora.
Los síntomas de la viruela del mono suelen incluir fiebre, inflamación de los ganglios y dolores corporales antes de que aparezca una erupción difusa en los brazos, las manos y la cara.
«Pero durante el brote actual, algunos pacientes han desarrollado una erupción localizada, a menudo alrededor de los genitales o el ano, antes de experimentar cualquier síntoma similar a la gripe, y algunos ni siquiera han desarrollado estos síntomas gripales», dijo Walensky, destacando que la erupción que desarrollan los pacientes «puede parecerse a la varicela, o a una infección de transmisión sexual como el herpes, la sífilis o el linfogranuloma de una zona».
También puede ocurrir una coinfección con la viruela del mono y otras enfermedades de transmisión sexual, por lo que los proveedores de atención médica deben «evaluarlos para todas las ITS [infecciones de transmisión sexual], además de la viruela del mono”, añadió.
«Aunque el riesgo general de viruela del mono en el público de Estados Unidos es actualmente bajo, queremos que la gente sea consciente de los signos y síntomas y que busquen atención de inmediato si creen que pueden tener síntomas de la viruela del mono”, dijo Walensky.
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