El director de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, en inglés) afirmó que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) podría decidir en las próximas semanas si autoriza la administración de vacunas de refuerzo contra el COVID-19 a más estadounidenses en otoño.
El Dr. Francis Collins dijo a «Fox News Sunday» que los funcionarios de la FDA están revisando «casi a diario» los casos de COVID-19 en Estados Unidos y las vacunas, y precisó que aún no se ha tomado ninguna decisión.
Varios estudios han constatado que la eficacia de las vacunas de Pfizer y Moderna, que utilizan tecnología de ARNm, ha disminuido en los últimos meses.
Aunque Collins afirmó que las personas vacunadas siguen estando muy protegidas contra el virus, señaló que existe la preocupación de que las vacunas no sean tan eficaces como se pensaba. Si este es el caso, Collins dijo que podría ser necesaria una vacuna de refuerzo «comenzando primero con los proveedores de atención médica, así como con las personas en asilos de ancianos, y luego avanzando gradualmente» con otros, como las poblaciones de mayor riesgo, entre las que se encuentran los estadounidenses de edad avanzada.
Más datos sobre la variante delta deberían ayudar a la FDA y a otros organismos de salud a tomar una decisión sobre las vacunas de refuerzo en las «próximas semanas», añadió.
La FDA no ha autorizado completamente ninguna de las vacunas fabricadas por Johnson & Johnson, Moderna o Pfizer. Las vacunas se han administrado a través de la autorización de uso de emergencia de la agencia, aunque algunos funcionarios federales de salud han especulado que las vacunas se aprobarán completamente en las próximas semanas.
A finales de la semana pasada, un panel asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. votó a favor de autorizar terceras dosis de vacunas para personas inmunodeprimidas.
«Firmé la recomendación del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de los CDC, que respaldaba el uso de una dosis adicional de la vacuna COVID-19 para personas con sistemas inmunitarios moderada o severamente comprometidos después de una serie inicial de dos dosis de la vacuna», dijo la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, en un comunicado.
La decisión de los CDC afecta a menos del 3% de la población estadounidense e incluye a personas con VIH, pacientes con cáncer o que han obtenido trasplantes, entre otros.
En medio de la decisión de la agencia, algunos funcionarios subrayaron que otras personas no deberían recibir una tercera vacuna.
Las personas no inmunocomprometidas que están «completamente vacunadas están adecuadamente protegidas y no necesitan una dosis adicional de la vacuna COVID-19 en este momento», dijo la comisionada interina de la FDA, la Dra. Janet Woodcock, en un comunicado el 12 de agosto. «La FDA está participando activamente en un proceso riguroso y basado en la ciencia con nuestros socios federales para considerar si puede ser necesaria una dosis adicional en el futuro».
Ni Collins, ni el Dr. Anthony Fauci, asesor para el COVID-19, ni Walensky han hecho muchos comentarios públicos sobre las personas que se han recuperado del COVID-19 y tienen inmunidad natural, sino que han dicho que las vacunas de la COVID-19 ofrecen una protección superior.
Sin embargo, un estudio publicado el mes pasado por la Universidad de Emory afirma que los pacientes que se recuperan del COVID-19 «conservan una amplia y eficaz inmunidad a largo plazo contra la enfermedad» y «que hay otros factores desconocidos que influyen en las diferencias en las respuestas al COVID-19 relacionadas con la edad».
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