El director general de Southwest Airlines, Gary Kelly, dijo en una carta del domingo a los empleados que, por el momento, la aerolínea no dejará cesante a ningún empleado.
«No tenemos intención de aplicar cesantías, despidos, recortes en las remuneraciones, o recortes en los beneficios hasta por lo menos el final de este año», escribió Kelly en la carta, en la que dijo que Southwest ha «luchado» para recortar gastos y recaudar dinero en respuesta a la reducción de los viajes debido a la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
En lo que va del año, Southwest ha perdido 1600 millones de dólares, de los cuales casi el 95 % se han gastado en el segundo trimestre, dijo. Según informes recientes, los ingresos de la empresa en el segundo trimestre cayeron un 82,9 % hasta los 101,000 millones de dólares.
«Esa cantidad de pérdidas de solo un trimestre casi acaba con nuestras ganancias de todo un año», escribió Kelly. «Debido a la pandemia, casi nadie voló en abril, como todos ustedes fueron testigos».
Kelly dijo en la carta que Southwest consumía alrededor de 20 millones de dólares por día y que la compañía «está en cuidados intensivos». Prometiendo que la reducción de personal sería la «última cosa que haríamos para mantener el suroeste financieramente sano y viable», Kelly reconoció la amenaza de despidos y licencias, señalando que «no puede garantizar que nunca sucederá, especialmente durante estos oscuros tiempos de pandemia».
El número de nuevos casos diarios registrados por COVID-19 se ha acelerado en Estados Unidos desde finales de junio, según los datos de Worldometers, aunque el recuento de nuevas muertes diarias atribuidas a este virus potencialmente mortal ha disminuido desde su máximo de abril de unos 2500 por día a unas 1000 por día, en promedio, en las últimas semanas.
Las líneas aéreas han tratado de tranquilizar a los pasajeros sobre la seguridad de los viajes aéreos durante el brote, y las grandes compañías aéreas de Estados Unidos han anunciado recientemente políticas más estrictas sobre el uso de mascarillas. Southwest dijo a los clientes la semana pasada que, si no pueden usar una mascarilla, incluso por razones médicas o de discapacidad, no deberían volar, con exenciones que solo se aplican a los niños menores de dos años.
La orden de uso de mascarillas más estricta de Southwest entra en vigor el 27 de julio, y la compañía declara que «lamenta no poder transportar al individuo» en caso de que los pasajeros no cumplan los nuevos criterios. A los viajeros de la aerolínea se les permite quitarse las mascarillas para comer, beber o tomar medicinas, pero Southwest dijo que espera que esos casos «sean muy breves».
Los analistas esperan que Southwest pase el mal momento de la pandemia mejor que las grandes aerolíneas estadounidenses gracias al enfoque interno de la compañía, a su estructura de bajo costo, a su baja relación deuda capital y a un superávit de efectivo a partir de los fuertes beneficios de 2019. Southwest tenía una liquidez de 15,500 millones de dólares a finales de junio.
«Estábamos preparados para lo inesperado, una vez más», dijo Kelly en la carta. «Esta vez ‘lo inesperado’ resultó ser la peor crisis con diferencia de nuestra historia, y, para el mundo y nuestro país, la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial».
Para ayudar a hacer frente a la crisis, Kelly dijo que la compañía recaudó dinero en efectivo obteniendo 3200 millones de dólares en efectivo en virtud de la ley CARES, vendió acciones ordinarias a los inversores por 2200 millones de dólares en efectivo, y pidió prestado otros 12,200 millones de dólares a prestamistas.
Southwest también espera ahorrar más de 1000 millones de dólares en 2021 gracias al alto número de empleados que se jubilarán anticipadamente o tendrán un tiempo de descanso prolongado.
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