Director nacional de Sacerdotes por la Vida dice que la política no puede anular los avances provida

En 1994, una joven iba a realizarse un aborto, cuando miró por la ventana del establecimiento, vio a un sacerdote. Así que ella decidió salir a hablar con él.

«Y cambió de opinión. Terminé ayudándola a bautizar a su bebé, y ahora, todos estos años después, sigue en contacto conmigo, y ese bebé que salvamos ese día resultó teniendo su propio bebé», dijo Frank Pavone, director nacional de Sacerdotes por la Vida.

«La gente del movimiento provida suele tener historias como ésta, pero saben que nunca conocerán a la mayoría de las vidas que han salvado».

Cuando Pavone escuchó por primera vez sobre la Marcha por la Vida en Washington, D.C., todavía estaba en la escuela secundaria. Él asistió al tercer evento anual en 1976, antes de saber qué es el aborto o a alguien que hubiera abortado. Pero mientras se fue involucrando con los años, y después de hacerse sacerdote, sintió un «llamado dentro del llamado», y obtuvo el permiso de la Iglesia para dedicarse a defender la vida.

El fundador de la industria del aborto, Bernard Nathanson, quien más tarde se convirtió en un defensor de la vida, había dicho que si todo el clero de la nación se hubiera levantado en contra del aborto, el esfuerzo por normalizarlo nunca se habría consolidado. En lugar de eso, el movimiento provida se consideró algo negativo o vergonzoso, o un poco raro, y esa imagen se impuso en la corriente principal.

Pero con el paso de los años, las personas han llegado a verlo por lo que realmente es, dijo Pavone.

«Queremos ayudar a las personas que están embarazadas y tienen miedo; están tan desoladas y desesperadas que quieren abortar a sus hijos (…) es terrible que sientan que no tienen otra opción», dijo Pavone.

Con frecuencia, la gente le dice a las mujeres, con muy buena intención, que el bebé es «su elección». Todo el mundo a su alrededor repite el mensaje «es su elección».

«Pero si lo piensan desde el punto de vista de la mujer que está pasando por esto, lo que está escuchando es que está sola en esto para decidir. ¿Y si lo que busca es que alguien que le diga que está con ella y que le va a ayudar a ella y al bebé a superar esto?». dijo Pavone, y el movimiento provida en realidad es una respuesta a eso.

«Nos resulta cada vez más fácil hablar con la gente sobre este tema porque cada vez más personas ven el lado provida de esta cuestión, cada vez más personas reflexionan sobre ello, luchan con sus propios sentimientos», dijo.

Los estadounidenses apoyan la vida

Culturalmente, los estadounidenses no suelen apoyar el aborto sin restricciones. Independientemente de si se consideran «pro-vida» o «pro-elección», las encuestas muestran que las respuestas tienden a ser variadas, y cuanto más avanzado es el plazo del embarazo, menor es el porcentaje de partidarios del aborto.

Desde el ámbito político hasta las iglesias y otros lugares en los que los defensores de la vida hablan del movimiento, Pavone dice que todos ven a más personas «cada vez más preocupadas porque hemos ido demasiado lejos».

«Porque Estados Unidos es solo uno de los cuatro países que permite el aborto durante todo el embarazo», dijo. «Dirán: ‘No sabía que el aborto se practicaba en el sexto mes de embarazo’. Cuando lo descubren, dicen: ‘¿Cómo puede ser?'».

«Culturalmente, la tendencia ha ido creciendo más y más en la dirección pro-vida; eso es por una serie de dinámicas que nadie puede cambiar», dijo Pavone.

El primer factor es la ciencia: Ahora sabemos mucho más que antes sobre los bebés en gestación; las imágenes de ultrasonido han mejorado y la gente pone las fotos de sus bebés de semanas de gestación en sus álbumes de fotos; los padres que están esperando un bebé ya saben cuándo se van formando las manos y los pies, cuán temprano empieza a latir el corazón, etc.

«En segundo lugar, la experiencia de quienes han abortado es algo cada vez más claro», dijo. «Son testimonios poderosos, y se están difundiendo».

Hay muchas razones para eso. Por un lado, la gente está viendo que el aborto no es una solución rápida y no brinda las soluciones que promete, y por otro lado, las mujeres que sufrieron un trauma relacionado con el aborto en silencio durante años, a veces décadas, se dan cuenta que tal vez ellas también pueden tener una oportunidad de sanar.

En tercer lugar, en los últimos años muchos jóvenes han empezado a unirse al movimiento provida.

«Hay una conciencia tras ser un sobreviviente», dijo Pavone. «Estas mismas personas que marchan y hablan por los no nacidos, también están hablando por ellos mismos porque se dieron cuenta que en un momento determinado de la vida, no estaban protegidos cuando vivían y crecían en el vientre de su madre».

«Y eso tiene un profundo impacto personal. ‘Vaya, mi vida no estaba protegida, ¿qué significa eso? Y esto motiva a mucha gente joven», dijo Pavone. «Así que estas dinámicas no son cosas que un cambio en la política del gobierno pueda detener. Son cosas que seguirán moviendo a nuestra nación hacia el punto de darse cuenta que el aborto no es una buena idea».

No más silencio

En 2003, en el 30º aniversario de Roe vs Wade, tras la celebración de la Marcha por la Vida en Washington, D.C., hubo, como es habitual, una concentración a favor del aborto en la escalinata del Tribunal Supremo.

Georgette Forney, presidenta de Anglicans for Life, se situó junto a la manifestación con un cartel que decía «Me arrepiento de haber elegido abortar a mi bebé».

No obtuvo la respuesta que esperaba, o realmente ninguna respuesta. Una persona le dijo que lamentaba que se sintiera así, pero por lo demás la ignoraron. ¿Dónde está el apoyo a las mujeres después del aborto?

Se lo contó a Pavone disgustada, y ambos, junto con Janet Morana, directora ejecutiva de Sacerdotes por la Vida, decidieron que debían hacer algo para poner de relieve esta situación. Las mujeres siempre habían compartido las experiencias de haber abortado, o cómo fue incluso años después, pero querían ver si podían ponerlo en el marco de una campaña mundial, para que más gente pudiera entenderlo, y ver una posibilidad de superarlo. La campaña se tituló «No más silencio».

Como sacerdote, Pavone tuvo la experiencia de asesorar a mujeres que habían abortado. A menudo le decían: «Quiero compartir mi historia para poder ayudar a otras personas a evitar este dolor».

No todas, pero muchas, dijo, están «tristes, están dolidas, pueden estar enfadadas y pueden sentirse —ésta es una característica común de las personas que han abortado— incapaces y no quieren ni siquiera hablar de eso. Porque es muy doloroso».

«Solo quieren enterrarlo y olvidarlo. Y no pueden hacer eso para siempre porque es un dolor que está pidiendo a gritos ser sanado, así que se expresa de otras maneras, a veces en comportamientos autodestructivos y demás, como una parálisis, no están viviendo la vida al máximo, porque están paralizadas y tratando de suprimir este dolor».

«Así que ‘No más silencio’ no es solo compartir las historias, es una invitación a sanarse, dejando que la gente sepa que no está sola y que no tiene por qué estar sufriendo así, que hay gente dispuesta a ayudar», dijo.

Dispuestos a ayudar

Pavone dice que siempre es interesante ver las reacciones de las personas que se enteran del estado del aborto en todo el país, porque primero hay una sensación de comprensión, pero no se queda ahí.

«Y luego surge la reacción: ‘Bueno, quiero ayudar, tengo que hacer algo al respecto'», dice. «Y ver eso es muy gratificante, porque eso es lo que siempre animamos a la gente a hacer: hablar a favor de la vida, ayudar a las madres embarazadas, hacer algo sobre este tema, educar a la gente y, desde luego, votar a favor de la vida. Y es gratificante ver a más gente dando un paso adelante y hacerlo».

Una de las cosas que Pavone aconseja es averiguar dónde están los centros para embarazadas de su zona, por si alguna vez necesita dar ayuda y consejo a una madre embarazada. Estos centros superan en número a los centros de aborto de todo el país y están destinados a ayudar tanto a la mujer como al bebé con una serie de servicios, pero desde luego no son nombres muy conocidos.

«Cada vez que se entere que alguien está embarazada y lo necesita, puede ayudar a salvar esa vida», dijo Pavone.

También suele haber organizaciones locales provida con las que uno se puede poner en contacto, redes en Internet y a través de las redes sociales, y Pavone recomienda unirse o seguir algunos recursos para estar mejor informado, porque hay información nueva constantemente. También ayuda a la gente a descubrir formas de aprovechar mejor sus dones en el movimiento, ya sea escribiendo o compartiendo sus propias historias o cualquier otra cosa.

Y parte de esa nueva información es la legislación. «Siempre hay algo en marcha», dijo Pavone, tanto a nivel estatal como federal. «Es un tema que no va a desaparecer, aunque con el caso Roe vs Wade, vamos a cumplir el 50º aniversario dentro de dos años».

«Hable con los representantes de uno en esos dos niveles y pregunte por la legislación pro-vida que necesita apoyo o por la legislación pro-aborto a la que hay que oponerse, la gente puede hacer mucho en ese ámbito».

Política

Sin duda, hay cosas que un presidente puede hacer solo, a través de órdenes ejecutivas, como ya hizo el presidente Joe Biden con la orden que revocó la Política de la Ciudad de México, permitiendo que se destinen fondos federales a organizaciones extranjeras sin fines de lucro que promueven o realizan abortos en el extranjero.

Esto hace daño, pero es limitado, dijo Pavone. «En cuestiones de política más importantes que implican al Congreso, los demócratas no tienen vía libre; es una mayoría muy ajustada».

Todos los estados tienen sus propias y variadas restricciones sobre el aborto, por lo que la política a nivel federal consistiría en eliminar ciertas restricciones a gran escala, por ejemplo redefiniendo los términos, dijo Pavone. Esto podría hacerse introduciendo un proyecto de ley vagamente redactado para eliminar los «obstáculos» al aborto a nivel federal, lo que podría dejar sin efecto lo que se considera «restricciones de sentido común», como las cláusulas de consentimiento paterno para las jóvenes, a nivel estatal.

«Teniendo en cuenta la fuerte oposición del pueblo estadounidense a deshacerse de estas protecciones, no estoy tan seguro que lo hagan. Así que hay peligros legislativos, pero ciertamente no hay garantía de que vayan a salir adelante», dijo Pavone.

También hay proyectos de ley provida que se están reintroduciendo a nivel federal, como el proyecto de ley Born Alive, que protege por igual a los bebés que nacen vivos tras sobrevivir a un intento de aborto.

A nivel estatal, Pavone dijo que es probable que los estados en los que los republicanos ganaron las elecciones aprueben muchos proyectos de ley provida en los próximos dos años, porque estos estados tienen poderes ejecutivos, legislativos y judiciales republicanos, lo que aumenta la posibilidad de que los proyectos no solo se aprueben, sino que se conviertan en ley y luego se mantengan en los tribunales, dijo.

«Creo que en los próximos años vamos a ver mucha actividad exitosa a nivel estatal. A nivel federal, jugaremos a la defensiva hasta cierto punto, pero también a la ofensiva, en el sentido en que cuando presentemos proyectos de ley provida muy razonables, como ‘Protejamos a los bebés que han nacido vivos’, la falta de voluntad de los demócratas para aceptarlo se convertirá en un tema clave para las elecciones a mitad de mandato», dijo Pavone.

«Van a decir: ‘¿Por qué van a reelegir a alguien que no sabe proteger a un bebé que nació vivo?'».

«Se avecinan días mejores desde el punto de vista político, pero el movimiento más amplio es tan fuerte como siempre», dijo Pavone. «Procedan con confianza, aumenten su interactividad en la medida de lo posible y manténganse unidos. Y llegaremos a la victoria».

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