La Teoría Crítica de la Raza continúa impregnando nuestras aulas e infectando las mentes de nuestros niños con ideas escandalosas sobre la historia de su nación. Pero un número creciente de estadounidenses se está levantando para luchar contra sus falsos principios y exigir su eliminación de la educación K-12. A la vanguardia de este esfuerzo patriótico se encuentra 1776 Action, un grupo de defensa comprometido con el trabajo vital de restaurar una educación honesta y unificadora en las escuelas públicas de todo el país.
El compromiso candidato del grupo ha atraído la atención nacional en las últimas semanas por su énfasis en los valores estadounidenses y su promesa de erradicar las ideologías divisivas basadas en la raza y el género, como la TCR de las escuelas estadounidenses. Los candidatos políticos que firman el compromiso se comprometen a restaurar «una educación honesta y patriótica que cultive en nuestros hijos un amor profundo por nuestro país» y a promover un plan de estudios que «enseñe que todos los niños son creados iguales, tienen el mismo valor moral ante Dios, nuestra Constitución, y la ley, y somos miembros de una comunidad nacional unida por nuestros principios fundacionales». El compromiso busca prohibir también cualquier plan de estudios que divida a los estudiantes por raza y sexo—o que se proponga infundir ideologías dañinas en el material del curso.
En mayo, la gobernadora Kristi Noem (R-S.D.) se convirtió en la primera candidata en firmar el compromiso, declarando que la TCR y las teorías igualmente divisivas son «vergonzosas [y] deben ser detenidas». Otros conservadores de alto perfil que se postulan para cargos públicos, como el republicano candidato a gobernador de Virginia Glenn Youngkin, también prometieron reemplazar la TCR con «un plan de estudios de educación cívica de alta calidad». Los dos republicanos candidatos a gobernador de Kansas, el exgobernador Dr. Jeff Colyer y el fiscal General de Kansas Derek Schmidt, también firmaron el compromiso. A medida que más candidatos firmen este compromiso, esto presionará a los maestros, directores y juntas escolares para que declaren sus posturas sobre la TCR y otros asuntos educativos clave. También los hará responsables de los materiales que ellos enseñan y garantizará que nuestros hijos no sean adoctrinados con teorías maliciosas que buscan denigrar a nuestro país y limitar a los estudiantes a su sexo o color de piel.
Como era de esperar, la izquierda radical odia este compromiso. El oponente de Youngkin en la carrera por gobernador, el exgobernador de Virginia y actual candidato demócrata, Terry McAuliffe (D-Va.), se negó a firmar el compromiso y llegó a afirmar que la TCR es una «conspiración de derecha» que está «totalmente hecha por Donald Trump y Glenn Youngkin». La realidad sobre el terreno, sin embargo, indica lo contrario. En respuesta a McAuliffe, un padre del condado de Loudoun dijo: «Me parece cómico que cualquiera que se postule para un cargo haga una declaración tan audaz cuando cualquier candidato, republicano o demócrata, debería sentarse con los padres y escuchar y abordar nuestras preocupaciones». McAuliffe parece no saber que la junta escolar del condado de Loudoun ha estado inmerso en feroces debates durante semanas sobre la TCR, y es probable que las tensiones continúen hasta al menos mediados de agosto, cuando se tiene prevista una votación de la junta escolar.
En otras partes del país, los gobernadores y las legislaturas estatales están promulgando una legislación que reitera el Compromiso Candidato a la 1776 Action y prohíbe que se enseñe la TCR en las escuelas públicas. Más recientemente, el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó el proyecto de ley 3979 de la Cámara de Representantes. Esta legislación prohíbe la enseñanza de la TCR y la “protesta cívica”, protestas estudiantiles obligatorias y actividades de cabildeo que casi siempre se superponen con causas progresistas. La ley de Texas se inspiró en la Ley de Asociación Nacional de Académicos sobre el Partidismo fuera de la educación Cívica, y es la primera en prohibir ambas prácticas en la educación pública K-12. Pero Texas no está solo. Se han introducido o promulgado proyectos de ley anti-TCR en 22 estados, incluyendo Ohio, Arizona y New Hampshire, donde 1776 Action también publicó importantes anuncios televisivos. Mientras tanto, el vicegobernador republicano de Carolina del Norte, Mark Robinson, creó un grupo de trabajo para investigar las acusaciones de «adoctrinamiento en el aula», y la Junta de Educación del estado de Florida adoptó normas que prohíben la TCR, diciendo que «distorsionaría los eventos históricos».
A medida que más funcionarios públicos se oponen a la TCR, la opinión pública está cambiando—y por una buena razón. Como exabogado. El general, Bill Barr, dijo en un discurso reciente para el grupo conservador Alliance Defending Freedom, la TCR es la última encarnación del marxismo. “No es más que la filosofía materialista del marxismo que sustituye el antagonismo de clases por el antagonismo racial. Esta postula todas las mismas cosas que el marxismo tradicional”, dijo Barr. Como otras formas de marxismo, la TCR es fundamentalmente incompatible con el cristianismo y otras religiones tradicionales. Esto se debe a que la TCR y otras ortodoxias progresistas constituyen una religión secular. Como dijo Barr, la promoción de la TCR por parte de las escuelas públicas puede violar las Cláusulas de Libre Ejercicio y las Cláusulas de Fundación de la Primera Enmienda. “No hay nada más fundamental”, dijo Barr, “que el derecho de los padres a transmitir la religión a sus hijos. Y es monstruoso que el estado interfiera en eso adoctrinando a los estudiantes en sistemas de creencias alternativos».
El expresidente Donald Trump está luchando también contra la TCR. En un artículo de opinión reciente de Real Clear Politics, el expresidente describió un plan de siete pasos para eliminar la TCR de las aulas de nuestra nación. Al escribir que la enseñanza de la TCR raya en el «abuso psicológico», el presidente Trump pidió medidas como prohibiciones estatales de que los dólares de los contribuyentes vayan a cualquier escuela que enseñe la TCR, el nombramiento de Comisiones 1776 a nivel estatal encargadas de supervisar los planes de estudio y la adopción de un programa de cupones universales que protege a los niños del adoctrinamiento de izquierdas al dar a cada padre el derecho a elegir otra escuela de su elección.
El plan de acción del presidente Trump, combinado con el reciente aumento de la legislación anti-TCR en casi la mitad de los estados, es una buena señal para los estadounidenses preocupados por la educación de sus hijos y el futuro de Estados Unidos. El primer día de la nueva administración, el presidente Joe Biden canceló la Comisión de 1776 del presidente Trump, la cual fue creada para promover los principios fundacionales de nuestra nación y desafiar la idea de la izquierda radical de que Estados Unidos es un país sistemáticamente racista cuyo papel en el mundo ha sido negativo. Afortunadamente, la Comisión de 1776 de Trump aún se reúne y recientemente refrendó su compromiso de renovar y restaurar la educación patriótica en los 50 estados.
Para aquellos que aman a Estados Unidos y su historia, y que creen en el excepcionalismo estadounidense y las promesas de sus principios, aún queda mucho trabajo por hacer. A través de grupos como 1776 Action, podemos usar nuestras voces para salvar el futuro de nuestros niños, defender nuestros valores profundamente arraigados y preservar la historia de nuestra nación para las generaciones venideras.
De Gingrich360.com.
Callista Louise Gingrich es una empresaria, autora, productora de documentales y diplomática que se desempeñó como embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede de 2017 a 2021.
Newt Gingrich, republicano, se desempeñó como presidente de la Cámara de Representantes de 1995 a 1999 y se postuló como candidato presidencial en 2012.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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