Walt Disney Co. está redoblando su postura sobre la política LGBT.
Sin inmutarse por las recientes reacciones negativas experimentadas por Anheuser-Busch y Target por estrategias de marketing similares —y por la caída de sus propias acciones— la Casa del Ratón se ha asociado con el influencer de TikTok Seann Altman para promocionar los productos de su división Disney Style.
En un video posteado el 21 de julio en sus cuentas de TikTok e Instagram, el Sr. Altman, un hombre biológico, invita a los espectadores a «vestirse» con él mientras intenta emular el icónico look de Minnie Mouse.
Con un vestido rojo, medias negras, zapatos de tacón amarillos, guantes blancos y un «atrevido» labial rojo, declara: «¡Me parezco literalmente a Minnie Mouse!».
El pie de foto del posteo, que la identifica como una promoción pagada, dice: «¡Minnie soy YO! ¡Encajo perfectamente con Mickey y sus amigos! @disneystyle».
A su vez, Disney Style compartió el posteo a través de su cuenta de TikTok, subtitulándolo «un momento Minnie» con el emoji de las manos en forma de corazón.
Las reacciones al anuncio fueron diversas, y algunos lo compararon con la desafortunada asociación de Anheuser-Busch con el influencer transexual Dylan Mulvaney.
«Está claro que Disney no ha aprendido nada del fiasco de Bud Light», escribió Cassandra MacDonald, redactora jefe de Timcast News, en un posteo X.
Mientras otros pedían un boicot, hubo quien aplaudió el anuncio por «lindo».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Walt Disney Co. para que haga comentarios.
La caída del gigante
La nueva estrategia de marketing llega tras la disputa de Disney con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, por una ley de 2022 que enfureció a los miembros de la comunidad LGBT.
La Ley de Derechos de los Padres en la Educación de Florida —denominada por los opositores proyecto de ley «No digas gay»— prohibía a los maestros hablar de orientación sexual e identidad de género con los niños de primaria hasta el tercer curso, entre otras disposiciones.
Aunque el proyecto acabó convirtiéndose en ley, fue con la desaprobación pública de Disney, a pesar de que las encuestas mostraban que la mayoría de los estadounidenses apoyaban la medida.
Desde entonces, el gigante del entretenimiento ha visto cómo bajaban sus acciones, disminuían los suscriptores de Disney+, se producían una serie de decepciones en taquilla y un descenso en la venta de entradas que ha dejado sus parques temáticos, antes abarrotados, asombrosamente vacíos.
The streets of Disney World are oddly empty, as shown in recent photos online.
Nonetheless, Disney executives appear to be doubling down on the policies that likely got them into this mess in the first place.https://t.co/pmXFZBu9Z6 pic.twitter.com/OV3ANDsHDx
— Facts Matter (@FactsMatterRB) July 26, 2023
En mayo, Disney anunció también que cerraría su nuevo hotel Galactic Starcruiser de Orlando, temático de Star Wars, a finales de septiembre, unos 19 meses después de su inauguración.
Además de Disney Channel, Disney posee otras cadenas de televisión, como ESPN, ABC, FX y National Geographic.
En julio, Bob Iger, director ejecutivo de la empresa, dijo que ésta buscaría una solución «amplia», que podría incluir la venta de algunas de esas propiedades.
«Tenemos que ser abiertos y objetivos sobre el futuro de esos negocios… Somos muy objetivos sobre su futuro como parte de nuestra base de activos», declaró Iger a la CNBC el 13 de julio.
«Está claro que la creatividad y el contenido que crean son fundamentales para Disney», añadió. «Pero el modelo de distribución, el modelo empresarial que constituye la base de ese negocio —y que ha proporcionado grandes beneficios a lo largo de los años— está definitivamente roto, y tenemos que llamarlo como es».
Valores fundamentales
Para esta empresa centenaria, el sueño de Disney ha empezado a parecerse más a una pesadilla.
En un intento de enderezar el rumbo, la empresa destituyó al anterior director ejecutivo, Bob Chapek, el pasado noviembre, y lo sustituyó por su predecesor, el Sr. Iger.
En una reunión con los empleados, Iger aseguró que no deseaba que la empresa se viera «envuelta en polémicas» políticas, como había ocurrido con Chapek.
«Puede distraer, y puede tener un impacto negativo en la empresa. Y en la medida en que pueda trabajar para calmar las cosas, lo haré», aseguró.
Sin embargo, el ejecutivo también reafirmó el compromiso de Disney con sus «valores fundamentales» de «inclusión y aceptación y tolerancia».
«Desde luego, no vamos a rebajar nuestros valores fundamentales para contentar siempre a todo el mundo», añadió.
Y si la última estrategia de marketing de la empresa sirve de indicador, el Sr. Iger parece haber sido fiel a su palabra.
Con información de Naveen Athrappully.
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