Hace siglos, mucha gente seguía una filosofía conocida como la doctrina de los signos o signatura. Esta forma de pensar implicaba elegir ciertas frutas, vegetales y otras plantas que se asemejaban a los órganos, y sabían que debían ser buenas para esa parte del cuerpo.¿Suena un poco extraño?Resulta que nuestros antepasados no estaban muy lejos de la realidad. Aquí hay 12 ejemplos de alimentos que se asemejan a los órganos para los que son buenos, y por qué:
1. Los aguacates y el útero: El aguacate contiene ácidos grasos omega-3, que ayudan a disminuir la secreción de una sustancia similar a una hormona (prostaglandina) que puede hacer que el útero se contraiga y cause dolor. Los aguacates también son una excelente fuente de vitamina C, que puede ayudar a reducir el riesgo de que se desarrollen fibromas en el útero.
2. Las zanahorias y los ojos: Quizás la mayor contribución de las zanahorias a la salud de los ojos es su alto nivel de betacaroteno, un potente antioxidante que el cuerpo convierte en vitamina A. Esta vitamina juega un papel clave en la reducción de la posibilidad de desarrollar degeneración macular en los adultos mayores. Tenga en cuenta, sin embargo, que las zanahorias (o la vitamina A) no mejorarán la vista a menos que tenga una deficiencia de vitamina A.
3. Apio y huesos: Rectos y resistentes, los tallos de apio se parecen a los huesos humanos, especialmente a los de las piernas y brazos. El apio contiene un buen suministro de vitamina K, que actúa a nivel celular, junto con la vitamina D, para formar huesos. La vitamina K también facilita la absorción del calcio, un mineral crítico para la salud de los huesos. Otros nutrientes del apio que contribuyen a la salud de los huesos son la vitamina C (ayuda a formar colágeno, una proteína que une las células de la matriz ósea), el magnesio (trabaja con el calcio) y el manganeso (ayuda a formar tejido conectivo en los huesos).
4. Almejas y testículos: Los alimentos ricos en antioxidantes ayudan a prevenir la inflamación que puede conducir a una serie de enfermedades crónicas como el cáncer de testículos. Las almejas proporcionan una gran cantidad de antioxidantes, incluyendo una extraordinaria cantidad de selenio y excelentes niveles de cobre, zinc y vitaminas A y C. Las almejas también tienen una buena cantidad de vitamina B5, que se ha demostrado que mejora la función testicular en las ratas.
5. Los cítricos y los senos: Se ha dicho que los cítricos, incluidos los limones, las naranjas, las limas y los pomelos, ayudan a prevenir el cáncer de mama. Estos alimentos son grandes fuentes de carotenoides y flavonoides, que se han asociado con un menor riesgo de cáncer.
6. El jengibre y el estómago: El jengibre tiene una larga historia entre muchas sociedades como remedio natural para los problemas estomacales, incluyendo la indigestión, la náusea y el vómito. De hecho, los científicos han identificado el gingerol como un fitoquímico de la hierba que puede ayudar a prevenir las náuseas y los vómitos. ¿Es una coincidencia que la hierba se parezca al órgano?
7. Las uvas y los pulmones: Si te preguntas cómo se parecen las uvas a los pulmones, el parecido viene del interior del órgano. Ahí es donde se encuentran los alvéolos (diminutas ramas de tejido que permiten el paso del oxígeno), y se parecen a un racimo de uvas. Un vínculo entre las uvas y los pulmones proviene de las semillas, que contienen proantocianidina. Se ha demostrado que esta sustancia química reduce la gravedad del asma provocada por las alergias.
8. Los hongos y las orejas: Los hongos son una buena fuente de vitamina D, y esta vitamina juega un papel crítico en la salud de la audición y el oído. La vitamina D es importante en la formación de los frágiles huesos que están en los oídos y su funcionamiento saludable.
9. Las aceitunas y los ovarios: El parecido entre las aceitunas y los ovarios es fácil de ver, pero ¿tienen estos pequeños frutos algún beneficio para estos órganos femeninos? Entre los alimentos que se destacan por su importancia para la salud uterina están las frutas y los alimentos grasos saludables. Las aceitunas entran en ambas categorías.
10. Las patatas o camotes dulces y el páncreas: Los camotes son buenos para el páncreas en varios niveles. Para cualquier persona que tenga pancreatitis, es importante comer alimentos ricos en nutrientes, y los boniatos se ajustan a esa necesidad. Este alimento es excepcionalmente rico en betacaroteno (vitamina A) y también proporciona buenos niveles de vitamina C, potasio, hierro y magnesio. Los boniatos también ayudan a equilibrar el índice glucémico y, por lo tanto, ayudan a controlar la diabetes y el órgano involucrado en la producción de insulina: el páncreas.
11. Los tomates y el corazón: La conexión entre los tomates y el corazón se encuentra en el antioxidante licopeno, que se encuentra en altos niveles en los tomates. Se atribuye al licopeno el mérito de ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
12. Las nueces y el cerebro: Una nuez sin cáscara parece un mini cerebro, y el parecido es asombroso. Las nueces tienen casi el doble de antioxidantes que otros frutos secos comunes, y también son una fuente rica en el ácido graso omega-3 conocido como DHA (ácido docosahexaenoico). El DHA es fundamental para el desarrollo saludable del cerebro y también está implicado en el control del estado de ánimo y la cognición.
Andrea Donsky es autora, nutricionista holística registrada, editora en jefe de NaturallySavvy.com, y cofundadora de The Healthy Shopper Inc. y Naturally Savvy Media. Este artículo fue publicado por primera vez en NaturallySavvy.com, un destinatario de los Mejores blogs de vida saludable de Healthline en 2019.
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