La Guardia Nacional de Virginia Occidental anunció el jueves que 42 personas en el estado recibieron por error el tratamiento de anticuerpos monoclonales Regeneron en lugar de la vacuna contra la COVID-19 de Moderna.
El error tuvo lugar en una clínica de vacunación gestionada por personal del Departamento de Salud del Condado de Boone, y la Guardia Nacional dijo que ningún otro individuo en Virginia Occidental recibió el tratamiento de anticuerpos en lugar de la vacuna.
«Los expertos médicos del Grupo de Trabajo Interagencial Conjunto no creen que haya ningún riesgo de daño para estos 42 individuos», dijo la Guardia Nacional, y añadió que, tras el incidente, se han tomado medidas para prevenir futuros errores en la administración de la vacuna.
«En el momento en que se nos notificó lo sucedido, actuamos de inmediato para corregirlo, e inmediatamente revisamos y reforzamos nuestros protocolos para mejorar nuestro proceso de distribución y evitar que esto vuelva a suceder», dijo el general de división James Hoyer, ayudante general de la Guardia Nacional de Virginia Occidental, en un comunicado.
Todas las personas que recibieron el tratamiento Regeneron, que es el mismo cóctel de medicamentos con el que fue tratado el presidente Donald Trump cuando se enfermó por la COVID-19, han sido notificadas o están en proceso de ser notificadas sobre el error.
«A estos individuos se les ofrecerá la vacuna lo antes posible con carácter prioritario», dijo la Guardia Nacional.
El tratamiento de anticuerpos, que normalmente se administra como una infusión intravenosa en lugar de, como las vacunas, por vía intramuscular, recibió la autorización de uso de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos en noviembre.
«El producto administrado son anticuerpos que combaten la COVID-19», dijo el Dr. Clay Marsh, quien lidera la respuesta de Virginia Occidental a la COVID-19, en un comunicado. «Aunque esta inyección no es dañina, fue sustituida por la vacuna. Pero este acontecimiento proporciona a nuestro equipo de liderazgo una importante oportunidad para revisar y mejorar la seguridad y el proceso de vacunación de cada virginiano occidental».
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que las personas que recibieron tratamientos con anticuerpos contra la COVID-19 esperen al menos 90 días antes de recibir la vacuna.
«Actualmente, no hay datos sobre la seguridad y eficacia de las vacunas de ARNm contra la COVID-19 en las personas que recibieron anticuerpos monoclonales o plasma de convalescencia como parte del tratamiento contra la COVID-19», señala la agencia en su página web. «Sobre la base de la vida media estimada de esas terapias, así como de las pruebas que sugieren que la reinfección es poco común en los 90 días posteriores a la infección inicial, la vacunación debe aplazarse por lo menos 90 días, como medida de precaución hasta que se disponga de información adicional, para evitar la interferencia del tratamiento de anticuerpos con las respuestas inmunitarias inducidas por la vacuna».
Tanto la vacuna de Moderna como la de Pfizer, que son las dos únicas aprobadas para su uso en casos de emergencia en los Estados Unidos, son vacunas del tipo ARNm.
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