El equipo de defensa del teniente coronel Stuart Scheller ha criticado a los oficiales militares por filtrar documentos del caso antes de un juicio por consejo de guerra especial el 14 de octubre, diciendo que la filtración está diseñada para dañar la reputación de Scheller y distraer a la gente de sus peticiones para que se haga responsable a los altos mandos de la desastrosa retirada de Afganistán.
Hoy mismo, Task and Purpose ha publicado un artículo basado en documentos filtrados que supuestamente muestran el apoyo de Scheller a los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.
Los comentarios de Scheller del 6 de enero no proceden de sus videos públicos ni de sus declaraciones en las redes sociales, sino de una presunta conversación que mantuvo con un agente anónimo, según el artículo de Task and Purpose.
Uno de los abogados de Scheller, Timothy Parlatore, dijo a The Epoch Times que la presunta conversación fue sacada de contexto. Scheller solo comentaba que la situación del 6 de enero podría haber sido peor, según Parlatore.
Parlatore dijo que los documentos legales filtrados están diseñados para «perjudicar al teniente coronel Scheller» antes de su juicio. El marine estadounidense se enfrenta a cargos de desacato a los oficiales, falta de respeto a los oficiales superiores, desobediencia voluntaria a un oficial superior, negligencia en el cumplimiento de las obligaciones, incumplimiento de órdenes o reglamentos y conducta impropia de un oficial y un caballero.
«Es algo que he visto muchas veces en otros casos. Cuando el discurso público no va hacia el discurso preferido por el gobierno, tienen una tendencia a filtrar selectivamente documentos para tratar de cambiar ese discurso», dijo Parlatore, añadiendo que los documentos pueden no haber venido de la fiscalía, sino de otros funcionarios militares.
Además de enfrentarse a las críticas por haber dejado atrás a estadounidenses, aliados y miles de millones de dólares en armas, los altos mandos también han sido objeto de críticas en las últimas semanas por hacer declaraciones falsas y engañosas sobre un fallido ataque con drones el 29 de agosto en Kabul que mató a civiles afganos inocentes.
Durante las semanas posteriores al ataque, el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, insistió en que el ataque fue un «ataque justo» y que las muertes de civiles se debieron a explosiones secundarias.
Pero después de que una investigación del New York Times del 10 de septiembre planteara dudas sobre la veracidad de las afirmaciones de los militares, el Departamento de Defensa admitió posteriormente que el ataque con drones mató a 10 civiles, siete de los cuales eran niños, y a ningún terrorista.
En una audiencia del Congreso el 29 de septiembre, Milley y otros dos altos oficiales militares hicieron la sorprendente confesión de que «en cuestión de horas” sabían que el ataque había matado a civiles, lo que sugiere que mintieron a sabiendas sobre el incidente durante semanas.
«Sabíamos que el ataque alcanzó a civiles entre cuatro y cinco horas después de que se produjera el ataque, y el Mando Central de Estados Unidos emitió un comunicado de prensa diciendo eso», dijo el 29 de septiembre el comandante del Mando Central (CENTCOM), el general Kenneth «Frank» McKenzie, contradiciendo numerosas declaraciones anteriores de que los oficiales no tenían ninguna indicación de la muerte de civiles hasta más tarde.
“Cuando gente de las fuerzas armadas como el teniente coronel Scheller se levantan y exigen la rendición de cuentas, cuando dicen que todos ustedes metieron la pata, cuando señalan la declaración del general Milley de que Afganistán no va a ser derrotado por los talibanes (…) bueno, él termina en un calabozo, y todos ustedes terminan frente a nosotros”, dijo Matt Gaetz (R-Fla.) durante la audiencia del 29 de septiembre.
“Y su antiguo empleador [el secretario de Defensa Lloyd Austin], Raytheon, termina con un montón de dinero, y nosotros hemos vertido dinero y sangre y credibilidad en un gobierno de Ghani que era un espejismo”.
El abogado de Scheller, Parlatore, dijo que quería recordar al público que de eso se trata el caso de su cliente: un intento de que los altos mandos militares asuman su responsabilidad.
«Toda una generación de guerreros fue allí. Entregamos nuestra juventud, nuestra salud, nuestros cuerpos y, en algunos casos, nuestras vidas. Con los acontecimientos de los últimos dos meses, debería haber alguna rendición de cuentas de por qué las cosas fueron como fueron, y que los responsables rindan cuentas y brindar paz para estos guerreros que han dado tanto», dijo Parlatore.
«Y, por supuesto, eso se extiende a este ataque con drones. ¿Por qué se presentó como un ‘ataque justo?'».
Parlatore añadió que su cliente está dispuesto a aceptar la responsabilidad por sus acciones. Cree que los altos cargos militares deberían hacer lo mismo.
«No solo respaldó sus propias palabras con acciones equivalentes, sino que va aceptar la responsabilidad, como espera que hagan otros», dijo Parlatore.
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