Al terminar en territorio negativo al cierre de la campana del viernes, el Promedio Industrial Dow Jones (DJI) tuvo la racha de pérdidas más larga desde 2006 antes del fin de semana, ya que los temores por coronavirus socavaron la confianza de los inversionistas y provocaron la agitación de los mercados.
El icónico índice de acciones de primera categoría quedó en rojo a 0,98 por ciento cuando el mercado cerró a las 4 pm, hora del este, el 6 de marzo, lo que aumentó la racha de pérdidas del Dow Jones a siete viernes consecutivos. Según los datos de mercado del Dow Jones, el índice experimentó en 2006 ocho cierres de viernes consecutivos en rojo.
«Los viernes se han convertido en el día más aterrador de la semana porque sabemos, con un alto porcentaje de certeza, que va a haber más malas noticias, y hemos visto cómo eso se manifiesta en el valor de las acciones», dijo Art Hogan, jefe de estrategia de mercado de National Securities, a MarketWatch.
Los futuros del Dow Jones (DJIA!), que sirven como indicador de las expectativas futuras de movimientos de precios en el índice Dow subyacente, bajaron un 1,62 por ciento a las 4:18 p.m. del viernes, lo que sugiere un exceso de incertidumbre para el fin de semana.
«Por un día más, los mercados mundiales se sumergieron en medio de los temores de la propagación del brote del COVID-19», comentó la analista de mercado Sarah Bauder a The Epoch Times en un comunicado enviado por correo electrónico.
«A medida que el coronavirus se acerca a los niveles de pandemia, se ha hecho evidente lo problemático que se ha vuelto el paradigma de la cadena de suministro mundial. Las interrupciones en la cadena de suministro han afectado y seguirán afectando a las empresas estadounidenses grandes y pequeñas por igual», añadió.
El número de personas infectadas con el coronavirus superó las 100,000 en todo el mundo el viernes, a medida que el brote llegó a más países e intensificó el daño económico, con los distritos comerciales empezando a vaciarse y los mercados de valores cayendo en picada.
Se pidió a un número cada vez mayor de personas que se quedaran en casa y no fueran a trabajar, se cerraron las escuelas, se cancelaron grandes reuniones y eventos deportivos y musicales, se despejaron las tiendas de productos básicos como artículos de aseo y agua, y las mascarillas se convirtieron en algo habitual.
El brote ha matado a miles de personas y se ha extendido a más de 90 naciones, con seis países que reportaron sus primeros casos el viernes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que todos los países deberían hacer de la contención de la epidemia su máxima prioridad, y destacó el plan de acción nacional de Irán para combatir uno de los peores brotes después de un comienzo paulatino.
El número de muertes por el coronavirus en Irán se elevó a 124, ya que se diagnosticaron más de 1000 nuevos casos en 24 horas.
En Estados Unidos, la potencia económica del mundo, se confirmaron al menos 57 nuevos casos de coronavirus cuando atacó por primera vez en Colorado, Maryland, Tennessee y Texas, así como en San Francisco, California.
Unas 230 personase en total fueron infectadas y 12 han muerto.
El presidente Donald Trump firmó el viernes un proyecto de ley que asigna 8300 millones de dólares para apoyar los test de coronavirus y otras acciones.
La Reserva Federal trató de reforzar los mercados con una reducción de tasas de emergencia el martes, que fue inicialmente recibida con entusiasmo por los inversores. Pero los mercados pronto se derrumbaron en medio de la preocupación de la Reserva Federal por la información de que la economía estaba en un momento de vientos contrarios aún más grandes.
Después de promulgar la ley, Trump pidió a la Reserva Federal que bajara las tasas aún más.
«Vamos a ver si la Fed quiere impulsar o no», indicó Trump. “En mi opinión, deberían hacerlo porque Europa y China lo hará y todos son menos que nosotros. Tenemos una Reserva Federal que no es exactamente proactiva”.
Reuters contribuyó a este informe.
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