El Dr. Peter McCullough dijo a The Epoch Times que el público debería preguntarse por qué los gobiernos y los funcionarios de salud pública de todo el mundo han puesto poco o ningún énfasis en los tratamientos ambulatorios en sus esfuerzos para luchar contra el virus del COVID-19, en lugar de promover un esfuerzo masivo en las vacunas.
«[Hay] muchos mensajes sobre la vacuna, pero cero mención del tratamiento, ninguna. Y así ha sido desde el principio. Hay un tema aquí, espero que todo el mundo esté empezando a entender el tema. Hay cero esfuerzo, interés, promoción o cuidado sobre el tratamiento temprano, las personas que están enfermas con COVID-19», dijo McCollough. «Pero hay un enfoque completo y total en las personas que no tienen COVID-19 y en darles una vacuna».
McCullough es internista, cardiólogo, epidemiólogo y autor principal del primer artículo sobre el tratamiento ambulatorio temprano del COVID-19 que incluye un régimen de varios fármacos. En una entrevista reciente con el programa «American Thought Leaders» de EpochTV, habló de una amplia gama de pruebas sobre los tratamientos preventivos contra el COVID-19 que se están utilizando en todo el mundo.
Afirmó que hay que dar prioridad a los tratamientos farmacológicos en el esfuerzo por acabar con la amenaza del COVID-19. «Así que el tratamiento temprano cambia notablemente las propagaciones. Así, reducimos los nuevos casos, reducimos la intensidad, la gravedad y la duración de los síntomas. Y con ese mecanismo, reducimos la hospitalización y la muerte».
El médico citó algunos tratamientos recientes que han sido eficaces para eliminar el virus en la fase inicial de la infección: El Dr. Iqbal Mahmud Chowdhury llevó a cabo un protocolo en Bangladesh que utilizaba un enjuague de povidona yodada en la nariz y los ojos para eliminar el virus. Otro tratamiento realizado por un médico francés, Didier Raoult, que trató a las personas con hidroxicloroquina, tuvo un gran éxito.
«Chowdhury es el primer autor que reconoce el hecho de que el virus está en el aire, la gente lo respira, se instala en la nariz y empieza a replicarse. Y tiene que llegar a un cierto umbral y superar los otros organismos de la nariz y superar nuestro propio sistema inmunitario para convertirse en una infección clínica. Por lo tanto, hay una oportunidad de tres a cinco días para eliminar el virus directamente».
Las mascarillas y el desinfectante de manos son ilógicos y los datos no demuestran que sean medios eficaces para prevenir las infecciones por COVID-19 porque el virus se propaga por el aire, no por las manos, y es demasiado pequeño para ser bloqueado por la mayoría de las mascarillas, dijo McCollough.
McCollough dijo que el COVID crea una «terrible inflamación» y que la hidroxicloroquina ha demostrado ser eficaz para reducirla, pero en lugar de ver un aumento en el uso y el estudio de la eficacia de ese medicamento, se ha restringido y en algunos países, los médicos pueden ser encarcelados por usarlo para tratar a sus pacientes.
En Estados Unidos, la hidroxicloroquina solo puede utilizarse en los hospitales.
McCollough detalló los acontecimientos que condujeron a estas restricciones, diciendo que, por un lado, «hubo un artículo falsificado publicado en Lancet (…) que afirmaba tener decenas de miles de pacientes con COVID-19, hospitalizados en múltiples centros de todo el mundo, en sus 40 años, hospitalizados con COVID-19». Dijo que el supuesto estudio no estaba verificado y afirmaba que el medicamento tenía efectos negativos para la salud.
Este estudio «falso» hizo que los profesionales de la medicina perdieran la confianza en el fármaco y, tras ello, «el mensaje de los hospitales empezó a decir: oigan, no usen hidroxicloroquina».
«Los NIH retiraron el programa de un ensayo totalmente financiado en medio de nuestra oleada inicial de COVID-19. Y luego, poco después, la FDA emitió una declaración: la hidroxicloroquina no debe utilizarse de forma generalizada, y punto».
«El siguiente fármaco en el bloque fue la ivermectina».
The Epoch Times se puso en contacto con los NIH para preguntar qué pensaban de las críticas del Dr. McCullough a las directrices de tratamiento del COVID-19 de los NIH. La portavoz de los NIH declinó hacer comentarios. Dijo que los NIH se basaron en un panel de muchos expertos para desarrollar las directrices de tratamiento del COVID-19.
La FDA dijo a The Epoch Times que se compromete a «acelerar el acceso de los pacientes a los medicamentos para prevenir o tratar el COVID-19 siempre que cumplan las rigurosas normas de la agencia», pero que cree que las vacunas son la mejor manera de prevenir la enfermedad y la hospitalización.
McCollough afirma que, junto con los mensajes contra la hidroxicloroquina, el medicamento ivermectina también fue difamado después de que la Asociación Médica Americana emitiera un dictamen en su contra.
«Así que los estadounidenses vieron una imagen muy confusa de la atención hospitalaria del COVID-19 y una imagen muy confusa del tratamiento ambulatorio del COVID-19. Mis contribuciones, al menos yo, trataron de organizar el tratamiento ambulatorio en conceptos, en los que utilizaríamos fármacos… en la fase media tratar la inflamación, y en la fase tardía tratar la coagulación de la sangre; y nos ceñimos a esos principios hasta el final», dijo McCollough.
McCollough dijo que es muy inusual que los hospitales no realicen ensayos sobre los tratamientos de una enfermedad, pero con el COVID-19 no se han realizado ensayos importantes para mejorar los tratamientos y los hospitales no han hecho públicos los resultados.
McCollough dijo que la mejora de los tratamientos para los enfermos de COVID-19 nunca ha sido una prioridad para los responsables de la salud pública porque las vacunas se han impulsado desde el primer día. Recuerda que las farmacias CVS anunciaban las vacunas incluso antes de que estuvieran totalmente autorizadas.
CVS confirmó a The Epoch Times que estaba anunciando las vacunas en octubre de 2020.
Dijo que los medios de comunicación estadounidenses han bloqueado casi por completo lo que está sucediendo en todo el mundo con los tratamientos para el COVID. «En todos los lugares en los que ha habido un enfoque temprano de fármacos orales ha habido éxito en términos de COVID-19. Y ahora más recientemente, ha sido muy fascinante, es en cualquier lugar donde hay alguna atención a la descontaminación en la nariz y la boca con la terapia directa por virucida. Ha habido resultados sorprendentes».
Se pregunta por qué Estados Unidos no ha revisado los trabajos que se realizan en todo el mundo para tratar la enfermedad. «No hemos visto paneles de médicos colaboradores. No hemos visto un simposio sobre la terapia local, lo que funciona mejor para la nariz. Ninguna mención por parte de los funcionarios de salud pública». McCollough dice que los principales organismos de salud pública de Estados Unidos son incompetentes.
McCollough sugiere que haya una revisión mensual de las nuevas terapias utilizadas para tratar el COVID-19 tanto a nivel nacional como mundial, para que los médicos puedan revisarlas y aprender de sus colegas. «La idea de que no haya una revisión, uno pensaría que la Organización Mundial de la Salud asignaría un grupo de trabajo. Este es el mayor problema de salud pública, una revisión mensual de las terapias prometedoras».
«Así que el tratamiento, hospitalario y ambulatorio, de la mayor enfermedad de nuestro tiempo, después de dos años, es un enigma».
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