Dulcificantes: Comprenda cómo el azúcar y los sustitutos artificiales afectan la salud cerebral

También conocida como glucosa, el azúcar actúa como la principal fuente de energía para el intrincado funcionamiento del sistema nervioso una vez dentro del cuerpo

Por Russell Blaylock
30 de mayo de 2024 12:38 PM Actualizado: 30 de mayo de 2024 12:38 PM

El combustible del cerebro proviene de una sustancia dulce: El azúcar.

También conocida como glucosa, el azúcar actúa como la principal fuente de energía para el complejo funcionamiento del sistema nervioso una vez que ingresa al organismo. Sin su suministro constante, nuestros cerebros notablemente complejos se paralizarían, dejando la cognición y la función neurológica vulnerables a los estragos de la degeneración.

Hablé de cómo y por qué ocurre esto con Brendon Fallon en «Vital Signs» de EpochTV.

El efecto de la glucosa

Considere el escenario de la hipoglucemia, donde el nivel bajo de azúcar en sangre priva al cerebro de su combustible esencial. En tales circunstancias, las células del cerebro quedan sin energía y son incapaces de sustentarse por sí mismas, lo que provoca la degeneración celular y, finalmente, la muerte celular. Esto subraya la importancia de mantener los niveles adecuados de glucosa para la salud del cerebro y la función cognitiva.

Las investigaciones demostraron el impacto positivo inmediato de la glucosa en la memoria. He sido testigo de casos en los que los pacientes con Alzheimer experimentaron una mejora temporal en la memoria después de consumir glucosa, lo que ilustra la correlación directa entre los niveles de glucosa y el rendimiento cognitivo. Sin embargo, esta mejora fue efímera, lo que enfatiza la necesidad de mantener niveles estables de glucosa para mantener la función cognitiva a lo largo del tiempo.

El consumo desproporcionado de glucosa por parte del cerebro subraya su importancia metabólica. A pesar de su tamaño relativamente pequeño en comparación con otros órganos, el cerebro utiliza más del 20 por ciento de la glucosa corporal, lo que pone de manifiesto la demanda constante de este combustible esencial. Esta elevada actividad metabólica refuerza la dependencia del cerebro de un aporte constante de glucosa para mantener sus complejas funciones.

La forma en que se consume la glucosa también desempeña un factor crucial en sus efectos sobre la salud cerebral. Los carbohidratos complejos, como los cereales integrales y las verduras, proporcionan una liberación gradual de glucosa al torrente sanguíneo, asegurando un suministro sostenido en el cerebro. Por el contrario, si consumes azúcar simple —lo que ocurre cuando consume bebidas endulzadas como refrescos e ingieres galletas— su cuerpo producirá un exceso de insulina, lo que reducirá sus niveles de glucosa en sangre y, en última instancia, dejando sin energía a su cerebro.

Azúcar y salud mental

Los niveles excesivos de glucosa pueden dañar la salud cerebral, una condición conocida como glucotoxicidad. La exposición prolongada a niveles elevados de glucosa puede saturar las células cerebrales, provocando daño y disfunción celular, lo que contribuye a diversos trastornos neurológicos.

Más allá de sus efectos directos sobre la salud cerebral, el consumo excesivo de glucosa también se ve implicado en el desarrollo de trastornos del estado de ánimo, como la depresión. Demasiada glucosa en el organismo puede provocar la sobreproducción de glutamato, un neurotransmisor cuyo exceso se asocia con la depresión.

Cuando los niveles de glucosa en el cerebro bajan, se desencadena la secreción de cantidades excesivas de glutamato. Este exceso de glutamato está relacionado con el desarrollo de la depresión, ya que provoca una reacción excesiva en las regiones del cerebro asociadas a los estados depresivos. Este desequilibrio de los niveles de glutamato también puede contribuir a la aparición de otros trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia.

Sin embargo, es importante señalar aquí que la depresión y otros trastornos mentales no son causados ​​únicamente por el consumo excesivo de glucosa. En la salud mental, hay muchos factores que contribuyen, pero la dieta y lo que introducimos en nuestro cuerpo deben dejar de pasarse por alto y tomarse en consideración.

Los peligros de los edulcorantes artificiales

Los peligros del consumo excesivo de azúcar son bien conocidos —hipertensión, inflamación crónica, enfermedad del hígado graso— y es por eso que muchas personas recurren a los edulcorantes artificiales como una alternativa.

El uso de edulcorantes artificiales como el aspartamo y la sucralosa (Splenda) conlleva sus propios riesgos. Los estudios han relacionado estos edulcorantes con muchos problemas de salud, como daños hepáticos, problemas cardíacos y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.

Además, está demostrado que los edulcorantes artificiales alteran el equilibrio antioxidante del cuerpo, elevando aún más el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. El aspartamo, en particular, se asocia con linfoma y tumores cerebrales, mientras que está demostrado que la sucralosa inhibe la función inmune, lo que subraya los riesgos potenciales para la salud asociados con estos edulcorantes de uso común.

Por el contrario, la fruta del monje, un edulcorante natural, es una opción de edulcorante más segura con efectos adversos insignificantes para la salud. No encontramos reacciones negativas al zumo o al polvo de fruta del monje cuando se usa como edulcorante.

Un equilibrio por alcanzar

La intrincada relación entre el consumo de azúcar y la salud del cerebro subraya la importancia de elegir una dieta consciente para preservar la función cognitiva y el bienestar general. Las personas pueden apoyar una salud cerebral óptima y mitigar el riesgo de complicaciones de salud, priorizando los carbohidratos complejos y los edulcorantes naturales y minimizando al mismo tiempo la ingesta de azúcares simples y edulcorantes artificiales.

Recuerde: El daño causado por los edulcorantes artificiales, como el aspartamo, puede ser acumulativo y eventualmente provocar efectos nocivos, incluso en dosis bajas. En emergencias, las cetonas pueden satisfacer alrededor del 50 por ciento de las necesidades de las células cerebrales, incluso más. También tienen otros efectos beneficiosos.

Nuestros cuerpos son instrumentos perfectos y no existe un enfoque único para la salud. Lo importante es encontrar ese equilibrio y tomar medidas para mejorar nuestro bienestar y estar más educados.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.