Los últimos datos económicos de China indican que los aranceles estadounidenses que se avecinan ya están afectando a su economía, ya que el consumo interno sigue siendo débil, según declararon economistas a The Epoch Times.
Según los datos publicados el 16 de diciembre por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) de China, en noviembre, la producción industrial del país creció un 5.4 por ciento interanual. Es una tasa ligeramente superior a la de octubre (5.3 por ciento) y a las expectativas de un aumento del 5.3 por ciento según un sondeo de Reuters.
Sin embargo, las ventas al por menor de bienes de consumo en noviembre sólo crecieron un 3 por ciento, frente al aumento interanual del 4.8 por ciento en octubre y la expansión del 4.6 por ciento que habían previsto los analistas.
El analista financiero taiwanés Edward Huang sugirió que el crecimiento de la producción industrial podría no ser duradero.
Además de los factores estacionales, el plan del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de aumentar los aranceles sobre los productos chinos puede haber contribuido a la cifra de noviembre, le dijo a The Epoch Times.
Trump amenazó con aumentar los gravámenes sobre los bienes procedentes de China en al menos un 10 por ciento, además del aumento del 60 por ciento que prometió durante su campaña.
Según los analistas, es uno de los factores que ha impulsado a los importadores estadounidenses a adelantar sus envíos.
En un comunicado, John Piatek, vicepresidente del proveedor de software de compras y cadena de suministro GEP, dijo: «En noviembre, los fabricantes estadounidenses, en particular en el sector de bienes de consumo, aumentaron sus reservas de seguridad para ayudar a amortiguar cualquier aumento inmediato de los aranceles».
Las importaciones estadounidenses de bienes en contenedores tuvieron un aumento interanual del 12.8 por ciento en noviembre, según el proveedor de datos comerciales Descartes Systems Group.
«Los aranceles de Trump ya han surtido efecto antes de que se implementen», dijo Huang, y agregó que espera que los aumentos arancelarios entrantes tengan un impacto perjudicial en la economía de China.
«Es posible que la mayoría de las fábricas tengan que retirarse de China. Aunque China espera devaluar el yuan para compensar el impacto de la subida de aranceles, no creo que eso anule completamente el impacto», afirmó.
El economista Davy Wong, con sede en Estados Unidos, también dijo que los aranceles estadounidenses entrantes son una razón para el aumento de la producción industrial de China en noviembre, diciendo que la cifra «no significa mucho».
Entre toda la producción industrial en noviembre, los vehículos propulsados por nuevas energías fueron los que más crecieron, un 51.1 por ciento interanual. La producción entre enero y noviembre creció un 37.5 por ciento.
«Puede que se trate de un exceso de capacidad. Puede que no sean capaces de vender todos esos productos», declaró Wong a The Epoch Times.
«Estamos observando una débil demanda de vehículos eléctricos en China. Cada vez más, los fabricantes de coches eléctricos se están quebrando de repente, por lo que los datos sobre la producción industrial ya no reflejan la situación económica», dijo.
A principios de mes se disolvió Jiyue, una empresa conjunta del gigante tecnológico Baidu y Geely Auto. Esto se produjo después de que una serie de fabricantes de coches de nuevas energías se retiraran del mercado o quebraran en los últimos años.
Consumo debilitado
En comparación con la producción industrial, Wong dijo que la cifra de ventas al por menor refleja con mayor precisión el entorno económico real de China.
El crecimiento del 3 por ciento de las ventas minoristas en noviembre fue el más lento de los últimos tres meses, a pesar de que en ese mes se celebra el llamado Día del Doble 11, que hace referencia al 11 de noviembre, conocido como Día de los Solteros en China.
Un desglose de las cifras muestra una fuerte caída de las ventas de cosméticos en noviembre, del 26.4 por ciento.
Aunque parte de la caída puede explicarse por la promoción «Doble 11», más larga, que comenzó a principios de octubre de este año, la venta total de cosméticos entre enero y noviembre también descendió un 1.3 por ciento.
Las ventas de joyas entre enero y noviembre cayeron un 3.3 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. Las ventas de materiales de construcción, automóviles y artículos de papelería disminuyeron en el mismo periodo.
Mientras tanto, el importe de la inversión inmobiliaria entre enero y noviembre cayó un 10.4 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
El aumento de la inversión en activos fijos se ralentizó hasta el 3.3 por ciento en los 11 primeros meses de este año. De enero a octubre, la tasa de aumento fue del 3.4 por ciento interanual.
Wong dijo que los datos sobre bienes de consumo e inversión en bienes inmuebles mostraban que «a pesar de varias de las llamadas políticas para estimular el consumo y promover la inversión, la confianza general de los consumidores sigue siendo débil, y los consumidores tienen poco dinero».
Esto se produce tras más de dos décadas de deliberaciones sobre la transición del actual modelo de crecimiento, centrado en la inversión en activos fijos y las exportaciones, a otro impulsado por el consumo.
Políticas de estímulo
En los últimos meses, el régimen comunista chino puso en marcha una serie de políticas de estímulo para impulsar el consumo interno y la inversión, entre ellas recortar los tipos de interés, emitir más bonos del Estado y subvencionar las mejoras de los bienes de consumo y los acuerdos comerciales.
Wong dijo que las políticas anunciadas hasta ahora han mostrado pocos beneficios materiales.
«En particular, podemos ver la sensación de incertidumbre de los consumidores en el mercado de la vivienda», dijo. «Sigue siendo enorme la presión general sobre la atención médica, la educación, las pensiones y otros aspectos, y la tasa de desempleo continúa empeorando.
«Por lo tanto, aunque se diga que el consumo ha aumentado un 3 por ciento interanual, algunos factores estacionales u otros factores pueden haber contribuido al incremento. El consumo global real puede haber sufrido un descenso significativo», afirmó.
Yi Ru, Luo Ya y Reuters contribuyeron a este reportaje
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