WASHINGTON— A medida que los estados de todo el país avanzan en las fases de reapertura, algunos indicadores económicos que superan las expectativas han impulsado las esperanzas de una rápida recuperación.
Un repunte en las ventas al por menor y en el consumo personal en mayo indicó que los consumidores estaban de vuelta y ansiosos por abrir sus carteras.
Si bien la economía de Estados Unidos muestra claros signos de recuperación, algunos economistas adoptan una postura más cautelosa, planteando la preocupación de que una segunda ola de COVID-19 pueda paralizar los planes de reapertura y perjudicar el gasto de los consumidores.
A pesar de algunos contratiempos en varios estados, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, sigue pronosticando una fuerte recuperación económica en la segunda mitad del año.
«Prácticamente todos los números muestran una recuperación en forma de ‘V’ ahora: encuestas privadas, estadísticas del gobierno, restaurantes, constructores de casas, camioneros, fabricantes de bienes duraderos, movilidad y viajes de Apple, demanda de gasolina», dijo el 26 de junio durante una mesa redonda sobre política laboral en la Casa Blanca.
La cifra del gasto del consumidor es «tremenda» y seguirá siendo un motor clave de la recuperación, añadió.
Los consumidores aumentaron sus gastos en un récord de 8.2 por ciento en mayo, tras las fuertes caídas de marzo y abril causadas por las estrictas medidas de cierre en todo el país. Los consumidores estadounidenses representan más de dos tercios de la actividad económica y se espera que gasten más en los próximos meses a medida que las tiendas y restaurantes abran de nuevo sus puertas.
La confianza del consumidor estadounidense en junio también registró el mayor aumento desde finales de 2011, superando las estimaciones.
Según Kudlow, si el gasto de los consumidores crece un 20 por ciento en la segunda mitad del año y un 5 por ciento en el primer trimestre del próximo año, «volveremos a alcanzar el máximo que se tenía en 2019».
El comercio minorista, que representa alrededor de un cuarto de todo el gasto de los consumidores, aumentó un 17.7 por ciento en mayo, marcando el mayor incremento mensual de la historia.
«Los indicadores económicos recientes, incluyendo el fuerte informe de ventas al por menor de mayo, sugieren que el golpe del coronavirus está disminuyendo más rápidamente de lo esperado», dijo Jan Hatzius, líder economista de Goldman Sachs, en un informe.
La empresa de Wall Street, el 17 de junio revisó al alza sus previsiones sobre el producto interno bruto (PIB) y el desempleo para el año 2020 y estimó una recuperación «anticipada».
Según las previsiones revisadas, habrá un repunte más fuerte en el tercer trimestre, con un crecimiento económico del 33 por ciento, frente al 29 por ciento anterior. Hatzius también elevó las perspectivas de la contracción del PIB en todo el año a -4.2 por ciento desde el -5.2 por ciento anterior.
La pandemia devastó el mercado laboral de EE. UU. dejando a millones de personas sin trabajo. Pero la economía de EE. UU. agregó 2.5 millones de puestos de trabajo en mayo, haciendo un regreso sorprendente. Una fuerte caída en la tasa de desempleo sugirió que los estadounidenses estaban volviendo a trabajar.
Goldman Sachs bajó sus proyecciones para la tasa de desempleo también. Ahora pronostica una tasa de 9.5 por ciento para finales de 2020, por debajo de la estimación anterior de 10 por ciento.
Los pronosticadores advierten de riesgos significativos para la recuperación, y muchos predicen que la economía no volverá a los niveles anteriores a la pandemia hasta mediados de 2021.
«La perspectiva del virus es quizás el factor más importante que determina los riesgos de crecimiento en un horizonte más amplio», escribió Hatzius.
Sin embargo, predice una significativa sorpresa al alza, si la vacuna llega antes de lo esperado.
El aumento en los pagos de transferencia del gobierno y la caída de los gastos contribuyeron a una fuerte subida en los ahorros personales en los últimos meses.
Sobre una base per cápita anualizada, los ahorros de febrero a abril se han ampliado en 14,426 dólares, según Jonathan Golub, estratega jefe de acciones de Credit Suisse.
«Anticipamos que estos ahorros se gastarán a medida que la economía se reabra», dijo en un informe el 22 de junio.
Contratiempos en la reapertura
Los índices de movilidad han aumentado en las últimas semanas, a medida que los estados han levantado sus medidas de cierre. Sin embargo, el reciente aumento de los casos del virus del PCCh ha llevado a más de una docena de estados a considerar cambiar o pausar los planes de reapertura por etapas.
Hay una inversión de las tendencias de movilidad y un recorte de la actividad económica en estos estados más afectados, según Matthew Luzzetti, economista jefe de EE. UU. en el Deutsche Bank.
«Los estados con un crecimiento más rápido de casos ahora están teniendo un rendimiento económico inferior al esperado, basado en medidas de la actividad de las pequeñas empresas, las reservaciones en restaurantes y el gasto de los consumidores», escribió en un informe fechado el 24 de junio.
Según su análisis, la continua propagación del virus sigue siendo una amenaza significativa para la recuperación, ya que entre el 30 y el 50 por ciento del PIB proviene de condados que han visto empeorar las tendencias del virus.
«Esta nueva relación inversa entre la actividad económica y los casos de COVID es particularmente aguda para varios de los estados que exhiben las tendencias más preocupantes, incluyendo Arizona, Florida, Carolina del Sur y Texas. La lección es que los cambios de comportamiento en respuesta a las tendencias del COVID pueden obstaculizar la recuperación económica, incluso si los estados no vuelven a imponer medidas de contención», escribió.
Por el contrario, los focos de infección anteriores como Nueva York, Nueva Jersey y Massachusetts están viendo disminuciones en nuevos casos.
Además del riesgo de una segunda ola de infecciones, los economistas creen que hay otros desafíos significativos para la recuperación, incluyendo la renuencia a gastar por parte de los consumidores y la falta de un estímulo fiscal adicional por parte del Congreso.
Según una encuesta realizada en junio por FiveThirtyEight y la Universidad de Chicago de 34 economistas, la mayoría de ellos han empezado a creer que la forma de la recuperación económica será «radicalmente inversa».
La forma, que el 73 por ciento de los economistas predijo para las perspectivas económicas de Estados Unidos, implica una fuerte caída seguida de una rápida recuperación parcial y un largo período de crecimiento más lento y mixto.
En una encuesta anterior realizada en mayo se encontró que la mayoría de los economistas preveían una recuperación en forma de «pincelada» (como en el logotipo de Nike), lo que significaba una fuerte caída seguida de una larga y lenta recuperación.
Muchos economistas creen que se necesita otro paquete de estímulos para apoyar la recuperación. El Congreso aprobó en marzo la Ley CARES de 2.2 billones de dólares, que proporcionó cheques de 1200 dólares a la mayoría de los estadounidenses, y 600 dólares adicionales en beneficios de desempleo semanales hasta finales de julio. El Congreso puede considerar otro paquete de estímulo este mes.
De acuerdo con Kudlow, cualquier plan de gasto federal debe incluir un bono de reempleo para fomentar la contratación.
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