WASHINGTON—La pandemia COVID-19 está empujando al mundo a la peor crisis desde la Gran Depresión. Gran parte de la actividad económica se ha paralizado, ya que muchas naciones y ciudades están cerradas para contener la propagación del mortal virus.
Muchos creen que la situación actual desafía la comparación con cualquier experiencia del pasado. A medida que el virus del PCCh se extiende por Estados Unidos, los economistas se ven obligados a cambiar sus pronósticos con frecuencia para reflejar los últimos datos.
«Honestamente, me estoy quedando sin adjetivos para describir este desastre económico que se desarrolla a la velocidad de un rayo», escribió Scott Anderson, economista, jefe del Banco del Oeste en San Francisco, en una nota a los clientes.
«Los modelos económicos son incapaces de predecir lo que vendrá después, ya que nunca hemos visto nada parecido en el período de la posguerra en el que se preparan los modelos de los economistas. Los políticos están literalmente volando a ciegas e inventando cosas sobre la marcha», escribió.
El aumento de las solicitudes de subsidio de desempleo y otros datos económicos de las últimas semanas han empezado a mostrar el amplio impacto de la crisis en la economía estadounidense.
Muchos de los principales bancos proyectan ahora un impacto de más del 30 % en la economía en el segundo trimestre, que termina el 30 de junio.
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Goldman Sachs, por ejemplo, revisó su pronóstico para el segundo trimestre después de las «solicitudes de desempleo por las nubes» en marzo. El banco ahora espera que el producto bruto interno (PBI) de EE.UU. caiga un 34 %, en una base trimestral anualizada, después de haber pronosticado originalmente una contracción del 24 %.
De manera similar, el Deutsche Bank predice un descenso del 33 % en el segundo trimestre y dice que esto es «más de tres veces el mayor descenso trimestral de la era moderna». Las mayores contracciones observadas en el pasado fueron del 10 % en 1958 y del 8.4 % en el cuarto trimestre de 2008.
Sin embargo, los economistas del Deutsche Bank predicen que la profundidad de la contracción prevista será considerablemente mayor en las grandes economías de toda Europa.
JPMorgan emitió la semana pasada un pronóstico aún más grave para la economía de los Estados Unidos, diciendo que el segundo trimestre verá un golpe del 40 %.
Las solicitudes de desempleo en EE.UU. han totalizado casi 17 millones en solo tres semanas. Los economistas de JPMorgan creen que la tasa de desempleo de abril aumentará hasta el 20 %, con 25 millones de empleos perdidos.
La pandemia condujo a la mayor respuesta de política monetaria y fiscal de la historia, involucrando a docenas de gobiernos importantes a nivel mundial.
«Con 2,8 billones de dólares ya anunciados, la respuesta fiscal de Estados Unidos, con un 13 % del PBI, es la mayor de la historia», según un informe del Deutsche Bank, que añade que otras economías importantes también anunciaron un estímulo fiscal de entre el 2 y el 11 % de su PBI.
Los encargados de la formulación de políticas en todo el mundo continúan desplegando paquetes de estímulo, utilizando una amplia gama de herramientas para proporcionar liquidez al sector empresarial y alivio financiero a los individuos.
Un rayo de luz
Muchos economistas son optimistas sobre una rápida recuperación, una vez que el virus del PCCh, a menudo llamado el nuevo coronavirus, se desvanezca. Cuando el impacto es mayor que la crisis financiera de 2008 en términos de velocidad y magnitud, creen que el repunte debería ser mucho más rápido.
«Los orígenes de este impacto no están impulsados por el balance como en 2008, sino que se basan más bien en los ingresos a través del impacto en la demanda», afirma el informe de Deutsche.
El presidente de la Reserva Federal Jerome Powell se hizo eco de un optimismo similar el 9 de abril.
«Hay muchas razones para creer que el repunte económico, cuando llegue, puede ser fuerte», dijo Powell en una videoconferencia auspiciada por la Institución Brookings. «Entramos en este período turbulento sobre una base económica fuerte, y eso debería ayudar a apoyar la recuperación».
La incertidumbre que rodeó a la pandemia condujo a fuertes ventas inicialmente en Wall Street e interrumpió la expansión de mercado en alza más larga de la historia.
Del 21 de febrero al 23 de marzo, el promedio industrial del Dow Jones cayó en un 36 % en un mercado en baja. Luego, el índice subió un 26 % durante las últimas tres semanas «debido al optimismo de los inversores sobre la desaceleración de la propagación viral junto con acciones de política monetaria y fiscal sin precedentes», según David Kostin, estratega jefe de acciones de Goldman Sachs.
«Una fuerte recuperación económica tiene actualmente su precio en el mercado de valores de EE.UU.», señaló en su reciente informe.
Goldman Sachs predice que habrá un fuerte repunte en la segunda mitad del año, con un crecimiento del 19 % en el tercer trimestre seguido de un 12 % en el último trimestre del año.
El banco predice que el PBI general de EE.UU. se contraerá en un 6.2 % anual en 2020 y crecerá en un 5.5 % el próximo año.
Se prevé que la actividad económica de China se encuentre en su nivel más bajo de los últimos 44 años, y podría ser peor de lo que se ha predicho, ya que muchas fábricas chinas orientadas a la exportación están cerradas, y la pandemia pesa sobre la demanda mundial.
«El Gran Cierre»
El Fondo Monetario Internacional (FMI) llama a la crisis actual el «Gran Cierre» y dice que será la peor crisis económica desde la Gran Depresión.
El informe de Perspectivas Económicas Mundiales del FMI proyecta ahora que la economía mundial en 2020 se contraerá en un 3 %, un descenso significativo con respecto al crecimiento del 3.3 % previsto en enero.
Esta sustancial revisión en un período muy corto hace que el Gran Cierre sea mucho peor que la crisis financiera de 2008, según la economista jefe del FMI, Gita Gopinath.
«La pérdida acumulada del PIB mundial en 2020 y 2021 debido a la crisis de la pandemia podría ser de alrededor de 9 billones de dólares, mayor que las economías de Japón y Alemania juntas», señaló en una conferencia de prensa virtual el 14 de abril.
«Ahora bien, esta es una crisis verdaderamente mundial, ya que ningún país está a salvo. Los países que dependen del turismo, los viajes y el entretenimiento para su crecimiento están experimentando grandes trastornos».
El FMI proyecta que el PBI de EE.UU. se contraerá en un 5.9 % en 2020 antes de que se recupere hasta un 4.7 % de crecimiento en 2021. También se espera que la economía mundial se recupere el próximo año, creciendo un 5.8 %.
Es posible que los resultados de crecimiento sean mucho peores, expresó el FMI, si la pandemia y las medidas de contención duran más tiempo.
Esta recesión, sin embargo, no será tan devastadora como la Gran Depresión. Gopinath manifestó que la magnitud del colapso fue mucho peor durante la Gran Depresión, que comenzó en 1929 y duró hasta aproximadamente 1939. Fue la depresión más larga y severa jamás experimentada, con una contracción de alrededor del 10 % a nivel mundial, según el FMI.
Los economistas creen y esperan que la mayoría de las naciones desarrolladas se recuperen en la segunda mitad del año, pero las crisis económicas en países menos desarrollado durarían más tiempo. El FMI instó a los acreedores oficiales a proporcionar un alivio de la deuda a los países más pobres que tienen altos niveles de carga de deuda.
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