El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) desveló dos acusaciones contra Huawei Technologies Co. de China, su directora financiera (CFO) Meng Wanzhou, y varias de las subsidiarias de la compañía, en un par de casos legales que acusan a la empresa de violar las sanciones contra Irán y robar secretos comerciales de la compañía de telefonía móvil estadounidense T-Mobile.
En una acusación de 13 cargos, el Departamento de Justicia dijo que el gigante chino de las telecomunicaciones Huawei engañó a un banco mundial y a las autoridades estadounidenses sobre su relación con una firma de Hong Kong llamada Skycom Tech –que de hecho era una subsidiaria no oficial de Huawei que realizaba negocios en Irán. Meng, que actualmente se encuentra en libertad bajo fianza en Canadá y se enfrenta a una extradición a Estados Unidos, figura como acusada, junto con la empresa matriz Huawei y dos de sus subsidiarias, Huawei USA y Skycom Tech.
En otra acusación de 10 cargos, los fiscales acusaron a Huawei de robar secretos comerciales, cometer fraude electrónico y obstruir la justicia por presuntamente robar tecnología robótica de T-Mobile para probar la durabilidad de los teléfonos inteligentes.
«Ambos grupos de cargos exponen las descaradas y persistentes acciones de Huawei para aprovecharse de las compañías e instituciones financieras estadounidenses y amenazar el mercado mundial libre y justo», dijo el director del FBI, Christopher Wray, en una conferencia de prensa en Washington D.C. el 28 de enero.
«Huawei y sus altos ejecutivos se negaron repetidamente a respetar las leyes de Estados Unidos y los estándares internacionales para las prácticas comerciales», agregó Wray.
Los cargos echan leña al escrutinio que Huawei ya enfrenta en Occidente por las acusaciones de que sus productos podrían ser utilizados por Beijing para espiar, una acusación que la compañía ha negado repetidamente.
Violación de las sanciones contra Irán
En la primera acusación, el Departamento de Justicia reveló los cargos que desencadenaron el arresto de Meng en Canadá a principios de diciembre.
Los fiscales acusan a Huawei de un plan a largo plazo, que comenzó en 2007, para engañar a numerosos bancos mundiales y al gobierno de Estados Unidos con respecto a las actividades comerciales de la empresa en Irán, según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia.
«[Huawei] realizó intencionalmente transacciones millones de dólares que violaban directamente las [sanciones]», dijo la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, en el comunicado de prensa.
Meng, Huawei y sus subsidiarias están acusadas de fraude bancario, fraude electrónico, violación de sanciones comerciales y conspiración para cometer lavado de dinero.
Meng –hija del fundador y CEO de Huawei, Ren Zhengfei– está específicamente acusada de hacer una presentación en agosto de 2013 ante un ejecutivo bancario en la que mintió repetidamente sobre la relación de Huawei con Skycom, según el comunicado de prensa.
La directora financiera fue puesta en libertad bajo fianza el 11 de diciembre y está previsto que regrese a la corte en Vancouver el 29 de enero. El Fiscal General interino Matthew G. Whitaker confirmó que el DOJ presentaría una solicitud de extradición antes de la fecha límite del 30 de enero.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, dijo que la administración Trump está tomando medidas enérgicas contra los que violan las sanciones comerciales.
«Durante años, las empresas chinas han violado nuestras leyes de exportación y han socavado las sanciones, a menudo utilizando los sistemas financieros de Estados Unidos para facilitar sus actividades ilegales», dijo Ross. «Esto terminará».
Robo comercial
Los fiscales también acusan a Huawei de participar en un esfuerzo coordinado a partir de 2012 para robar información sobre un robot de pruebas de teléfonos de T-Mobile apodado «Tappy». El robot, que imita a los dedos humanos, fue desarrollado por el operador de telefonía para probar teléfonos inteligentes.
T-Mobile había demandado previamente a Huawei por robar tecnología relacionada con Tappy. Huawei ha dicho que ambas compañías resolvieron sus disputas en 2017.
La acusación brinda detalles sobre cómo la empresa intentó poner sus manos en la tecnología, incluyendo conseguir que ingenieros de Huawei tomaran en secreto fotos y mediciones del robot, en violación de los acuerdos de confidencialidad con T-Mobile. En un caso, Huawei intentó robar parte del brazo robótico de Tappy para que los ingenieros de China pudieran replicar el dispositivo.
Las pruebas de los fiscales incluyen numerosos correos electrónicos intercambiados entre la compañía matriz y Huawei USA durante meses, que muestran intentos de obtener la tecnología de T-Mobile, dijo la primera asistente del Fiscal Federal, Annette L. Hayes, del Distrito Oeste de Washington. En un caso, Huawei USA presuntamente envió un correo electrónico a sus empleados reconociendo que sus acciones serían ilegales en Estados Unidos.
«La conspiración para robar secretos a T-Mobile fue un esfuerzo de toda la compañía que involucró a muchos ingenieros y empleados dentro de las dos compañías acusadas», dijo Hayes.
La empresa, dijo Hayes, también presuntamente tenía un programa de bonos para recompensar a los empleados de todo el mundo que robaran información confidencial de sus competidores.
Huawei también está acusado de obstruir la justicia al presentar un informe falso en el que se afirmaba que los intentos de robar tecnología a T-Mobile fueron obra de empleados deshonestos y no de la empresa en sí.
«La acusación (…) revela cuán decidido estaba Huawei a robar los secretos comerciales de T-Mobile, cuán claramente sabía Huawei que lo que estaba haciendo estaba mal, y cuán lejos estaba dispuesto a llegar Huawei para conseguir la tecnología que quería», dijo Hayes.
Los cargos llegan pocos días antes de que los delegados de Estados Unidos y China reanuden las conversaciones comerciales en Washington D.C., aunque Whitaker dijo que las investigaciones eran independientes de las negociaciones.
«Un hito»
Rick Fisher, experto militar chino y miembro principal del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia, dijo que las acusaciones son un «hito» en la defensa de Estados Unidos contra la campaña de espionaje de China.
Fisher se refirió a las amenazas a la seguridad que plantea Huawei, las cuales fueron reiteradas por Wray durante la conferencia de prensa del 28 de enero.
Todas las empresas chinas, dijo Fisher, están obligadas a servir a los objetivos de espionaje y política exterior del Partido Comunista Chino.
«Es de dominio público que bajo la ley china de ciberseguridad, las empresas chinas como Huawei están obligadas a brindar, en esencia, acceso a demanda, con poco o ningún proceso para desafiar eso», dijo Wray. «Por eso es que crea las implicancias de seguridad nacional que nos preocupan.»
Fisher añadió que Estados Unidos debe continuar sus esfuerzos para protegerse contra esta amenaza a la seguridad nacional.
«Huawei es solo una parte del iceberg», dijo Fisher en una entrevista por correo electrónico.
«Estados Unidos ahora requiere que las políticas y regulaciones sean diseñadas en cooperación con nuestros aliados, para crear amplias protecciones contra las depredaciones del complejo de espionaje militar-industrial chino».
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