Estados Unidos acusó a Rusia de ayudar a Siria a ocultar el uso de armas químicas en la guerra civil siria al socavar el trabajo de la agencia mundial de armas químicas.
La acusación fue hecha por el representante de Estados Unidos ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ, por su sigla en inglés), Kenneth Ward, en la conferencia anual de la agencia en La Haya y fue rechazada por Moscú.
Moscú ha citado durante meses el disenso de dos antiguos empleados de la OPAQ que filtraron un documento y un correo electrónico como prueba de que la OPAQ manipuló las conclusiones de un informe del 1 de marzo en el que se encontró un producto químico que contenía cloro en el lugar de un mortal ataque en 2018 cerca de Damasco.
Ese abril de 2018 más de 40 personas murieron en ese ataque en Douma, una ciudad en las afueras de la capital que entonces estaba en manos de los rebeldes islámicos.
Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia tomaron represalias una semana después disparando misiles contra objetivos del gobierno sirio, la mayor acción militar occidental contra las autoridades de Damasco en la guerra de los ocho años.
Siria y Rusia niegan que haya habido un ataque químico en Douma, diciendo que el evento fue organizado utilizando cuerpos traídos de otros lugares, y que el informe de la OPAQ sobre Douma fue manipulado para justificar la intervención militar occidental.
Lo que posiblemente sucedió
Al menos dos ataques químicos afectaron a Douma el 7 de abril de 2018 —uno en una panadería y otro en un edificio de apartamentos— y los informes de ambos cayeron presa de la desinformación o la propaganda, según un informe de investigación de James Harkin para The Intercept.
Un informe preliminar afirmaba que la panadería fue alcanzada con una munición de gas de cloro y 25 murieron. Harkin recavó información de los lugareños y encontró que el cloro probablemente fue usado, pero no mató a nadie. Las víctimas fueron causadas por bombardeos convencionales.
Entre 34 y 55 personas murieron a causa del ataque a un edificio de apartamentos donde se encontraron dos latas amarillas de gas, reportó Harkin. Al menos un informe indicaba que algunas víctimas murieron en un hospital cercano. Las imágenes del hospital que muestran a los niños que reciben tratamiento por problemas respiratorios constituyeron una parte importante de la cobertura mediática del incidente.
Pero nadie murió en el hospital y lo que se desarrolló allí «parece haber sido en gran parte resultado del pánico y la propaganda», escribió Harkin.
Algunas víctimas exhibieron «espuma oral» y «quemaduras en la córnea» consistentes con los efectos de un agente químico similar al sarín. Sin embargo, la OPAQ no encontró rastros de sarín in situ durante una investigación realizada dos semanas después del incidente.
El informe de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas sobre el incidente, dio la impresión que en el lugar se habían encontrado rastros de cloro gaseoso liberados de los recipientes. Pero en un correo electrónico filtrado publicado por The Daily Mail, un funcionario de la OPAQ se quejó de que había «pruebas insuficientes» para concluir que el cloro provenía de los recipientes. Además, solo se encontraron «cantidades mínimas» de cloro y la investigación no determinó de dónde procedía. Este producto químico que contiene cloro también se puede encontrar en «blanqueadores caseros a base de cloro» y «señalando deliberadamente que el cloro gaseoso es una de las posibilidades es falso», dijo el autor del correo electrónico, cuyo nombre fue retenido por el mismo medio .
Harkin llegó a la conclusión de que en el edificio de apartamentos se utilizaba cloro gaseoso y que los recipientes debían haber sido lanzados desde helicópteros del gobierno sirio. Uno de los recipientes aterrizó de una manera tan improbable y desafortunada que se atascó en el techo del edificio sin romperse completamente, su válvula de escape se rompió, y llenó el edificio con una concentración de cloro tan alta que podría haber causado la formación de espuma y quemaduras en los ojos, así como la muerte de todos los que estaban dentro.
Le dijeron que el ejército sirio estaba usando cloro no para matar gente, sino para expulsarlos de las áreas ya que el gas es visible, tiene un fuerte olor, y cuando se dispersa afuera, enferma a la gente pero no la mata. Fue solo porque el gas estaba restringido dentro del edificio que tuvo consecuencias tan letales.
La investigación de Harkin fue apoyada por una investigación de Harvard.
El grupo rebelde islámico, Jaysh al-Islam, fue expulsado de la Douma poco después del incidente. El grupo fue encabezado por Arabia Saudita en 2013, reportó The Guardian, y fue acusado en 2016 por las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo Sirio (YPG) de usar armas químicas contra ellos. Los síntomas, vómitos y dificultades respiratorias, eran consistentes con la exposición al cloro.
Arabia Saudita ha contribuido USD 48 millones a Harvard entre 2005 y 2018, reportó The Guardian.
Disputa de la OPAQ
La OPAQ se ha convertido en el campo de batalla de un enfrentamiento diplomático contra Siria después que Rusia vetara en 2017 una resolución para ampliar el mandato del Mecanismo de Investigación Conjunta (MIC) de la ONU y la OPAQ, que concluía en una serie de informes que el ejército sirio utilizaba tanto el agente nervioso sarín como el cloro en armas.
El propio Equipo de Investigación e Identificación (IIT, por su sigla en inglés) de la OPAQ, establecido por una clara mayoría de votos de sus Estados miembros en junio de 2018, está investigando lo ocurrido en el ataque a Douma, entre otros incidentes.
Su primer informe se espera para el próximo año.
El Embajador de Rusia ante la OPAQ, Alexander Shulgin, reiteró sus objeciones a la creación del IIT, diciendo que era ilegal y estaba politizado. El representante de Siria ante la OPAQ se comprometió el jueves a no cooperar con las investigaciones del IIT.
Ward dijo que Rusia y Siria simplemente estaban tratando de encubrir el uso de armas químicas socavando la OPAQ.
«Desafortunadamente, la Federación Rusa ha jugado un papel central en este encubrimiento», dijo Ward a los delegados. «Rusia y Siria pueden sentarse con nosotros aquí, pero están separados de nosotros de una manera fundamental. Continúan abrazando las armas químicas».
Shulgin rechazó la afirmación de Estados Unidos de que Rusia estaba ayudando a Siria a encubrir los crímenes químicos cometidos por el régimen sirio.
«Es una retórica exquisita… Pero estas afirmaciones no se sostienen. No estamos de acuerdo», dijo Shulgin.
Reuters contribuyó a este informe.
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