Estados Unidos anunció el 9 de agosto el envío de 125 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania.
«Desplegaremos esta nueva ayuda lo antes posible para reforzar la defensa ucraniana de su territorio y su pueblo. Como ha dejado claro el presidente [Joe] Biden, Estados Unidos y la coalición internacional que hemos reunido seguirán apoyando a Ucrania», declaró el secretario de Estado Antony Blinken en un comunicado.
Según el Pentágono, el paquete incluye, entre otras cosas, radares multimisión, munición de artillería de 155 mm y 105 mm, sistemas de jabalina, munición para sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), munición para armas ligeras, ambulancias para vehículos de ruedas multipropósito de alta movilidad (HMMWV), misiles Stinger y equipo y munición de demolición.
Esta es la décima parte de ayuda a Ucrania desde que el Congreso aprobó en abril un proyecto de ley de 60,800 millones de dólares para proporcionar ayuda suplementaria a Kiev, según el Departamento de Estado. El Pentágono dijo que es el 63º lote de ayuda desde agosto de 2021.
Estados Unidos ha dado al país de Europa del Este más de 55,000 millones de dólares en asistencia militar, según el Departamento de Estado.
El anuncio se produce mientras Ucrania ha invadido la ciudad occidental rusa de Kursk, al tiempo que Rusia ha avanzado lentamente en la región ucraniana oriental de Donetsk.
Rusia «empezará a darse cuenta de que la guerra se está adentrando lentamente en territorio ruso», declaró el 8 de agosto el asesor principal del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Myhailo Podolyak.
«¿Cuándo será posible llevar a cabo un proceso de negociación de forma que podamos presionarlos u obtener algo de ellos?», preguntó. «Solo cuando la guerra no se desarrolle según sus escenarios».
En una llamada con periodistas el 9 de agosto, el asesor de comunicaciones de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, eludió la cuestión de si Estados Unidos está de acuerdo con esta incursión.
«Estamos en contacto con nuestros homólogos ucranianos, y estamos trabajando para comprender mejor lo que están haciendo, cuáles son sus objetivos, cuál es su estrategia», dijo.
«Y voy a dejar un poco de espacio para que tengamos esas conversaciones antes de intentar caracterizar lo que está pasando».
Kirby añadió que no hay ningún cambio en la política de Estados Unidos sobre cómo Ucrania puede utilizar las armas estadounidenses. Esa política limita a Ucrania en términos de dónde puede atacar dentro de Rusia con armas estadounidenses.
«Cuando vemos que las fuerzas rusas disparan a través de la frontera, la capacidad de Ucrania para devolver el fuego a esas fuerzas terrestres utilizando municiones proporcionadas por Estados Unidos», dijo en junio el portavoz del Pentágono, el mayor general de la Fuerza Aérea Patrick Ryder.
«No se trata de geografía. Se trata de sentido común», dijo a PBS el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan. «Si Rusia está atacando o a punto de atacar desde su territorio a Ucrania, solo tiene sentido permitir a Ucrania devolver el golpe contra las fuerzas que la están golpeando desde el otro lado de la frontera».
Al fin y al cabo, dijo, «es autodefensa y por tanto tiene sentido que puedan hacerlo».
La nueva ayuda llega también poco después de que llegaran a Ucrania F-16 de fabricación estadounidense, gracias a Dinamarca y Holanda.
Aunque Zelenski expresó su agradecimiento por los aviones de combate, dijo, «el número que está disponible en Ucrania y el número de pilotos que ya han sido entrenados no es suficiente».
Con información de Reuters y The Associated Press.
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