Estados Unidos aprobó una posible venta de equipo militar por el valor de 500 millones de dólares a Taiwán, que incluirá sistemas de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST) para aviones de combate F-16, anunció el Pentágono esta semana.
Taipei solicitó comprar sistemas IRST además del soporte de integración, soporte de aeronaves y municiones, entrega y soporte de software, repuestos, consumibles y accesorios, capacitación de personal, equipo de entrenamiento, y otros elementos relacionados de apoyo logístico, dijo el Departamento de Defensa de Estados Unidos en un comunicado de prensa (pdf) del 23 de agosto.
La agencia señaló que el valor potencial de la venta es de aproximadamente 500 millones de dólares. También indicó que no afectará negativamente a la preparación de defensa de Estados Unidos.
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«Esta propuesta de venta sirve a los intereses nacionales, económicos y de seguridad de EE. UU. al respaldar los esfuerzos continuos del receptor para modernizar sus fuerzas armadas y mantener una capacidad defensiva creíble», declaró el Departamento de Defensa, señalando que la propuesta de venta ayudaría aún más a la nación isleña en «mantener la estabilidad política, el equilibrio militar y el progreso económico».
«El destinatario no tendrá dificultades para absorber este equipo en sus fuerzas armadas», añadió la agencia.
El contratista principal sería Lockheed Martin, un importante contratista de defensa estadounidense que fabrica los F-16. La compañía aeroespacial internacional con sede en Maryland también suministra equipos aeronáuticos a las cinco ramas militares de Estados Unidos.
Aunque Estados Unidos aprobó la venta, la notificación no indica que se haya firmado un acuerdo final o que hayan concluido las negociaciones.
Sin embargo, el ministerio de Defensa de Taiwán dijo que esperaba que la venta «entre en vigor dentro de un mes».
Amenazas del PCCh contra Taiwán
En respuesta a las posibles ventas de armas, el ministerio de Defensa de Taiwán dijo que el nuevo equipo se usaría para su último avión F-16V, mejorando la capacidad de la isla para detectar y rastrear objetivos de largo alcance y «mejorando en gran medida la eficacia de las operaciones aéreas».
Taiwán ha estado convirtiendo 141 aviones F-16A/B en el tipo F-16V y ha pedido 66 nuevos F-16V, que tienen sistemas avanzados de aviónica, armas y radar para enfrentarse mejor a la fuerza aérea china, incluido su J-20 de lucha sigilosa.
El anuncio también se produce después que el Partido Comunista Chino (PCCh) ha desplegado en los últimos meses en modo repentino aviones militares y drones en el espacio aéreo cerca de Taiwán, lo que representa una grave amenaza para la isla, señaló el ministerio, agradeciendo a Estados Unidos por su ayuda militar.
Es probable que la medida enfurezca al PCCh, que gobierna China como un estado de partido único y afirma que Taiwán es una provincia disidente que debe unirse con el continente.
Beijing ha instado repetidamente a Washington, el proveedor de armas más importante de Taiwán, a detener la venta de equipo militar a la nación insular. Como represalia contra el apoyo de Washington a Taipei, el PCCh ha impuesto una serie de sanciones a los contratistas de defensa estadounidenses, incluido Lockheed Martin.
A pesar de todas las amenazas, Estados Unidos mantiene lazos legales con Taiwán, lo que garantiza que suministrará a la nación isleña las armas que necesita para su autodefensa.
A fines de junio, la administración Biden aprobó un paquete de ayuda para armas a Taiwán por un valor de hasta 345 millones de dólares. Apenas un día después de que Washington anunciara su aprobación de esa venta, el régimen chino envió 24 aviones de combate y cinco buques cerca de la isla. Según las fuerzas armadas de Taiwán, se avistaron 11 aviones de combate cruzando la línea media del Estrecho de Taiwán.
El presidente Joe Biden indicó varias veces que Estados Unidos está dispuesto a defender a Taiwán con la fuerza en caso de un ataque del PCCh. Pero la Casa Blanca ha dado marcha atrás sobre los comentarios de Biden.
Históricamente, Estados Unidos ha mantenido una política de la llamada ambigüedad estratégica en la cuestión de la defensa de Taiwán. Según esta política, el liderazgo estadounidense normalmente no confirma ni niega si la nación protegería militarmente a Taiwán.
Con la contribución de Andrew Thornebrooke e información de Reuters.
De NTD News
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