Estados Unidos cerró su embajada en la capital de Bielorrusia, país vecino de Ucrania, y todo el personal estadounidense ha abandonado el país, según anunciaron las autoridades el 28 de febrero.
Bielorrusia comparte fronteras con Ucrania y Rusia y ha estado dejando que los militares rusos envíen tropas a través de su espacio para llevar a cabo ataques desde otros frentes contra las fuerzas ucranianas, dicen los funcionarios estadounidenses.
«Los rusos están moviendo claramente lo que necesitan mover dentro de su propio país y en Bielorrusia como les place», dijo un alto funcionario estadounidense a los periodistas durante el fin de semana.
Julie Fisher, la enviada especial de Estados Unidos en Bielorrusia, dijo que la medida de cerrar la embajada en Minsk se produjo en parte por la «complicidad [de Bielorrusia] en la guerra de Rusia contra Ucrania».
«Las autoridades bielorrusas han tomado una serie de acciones hostiles para limitar la capacidad [de la embajada] de trabajar con el pueblo bielorruso y promover los intereses de Estados Unidos, incluyendo reducciones forzadas de personal, el cierre de USAID Bielorrusia y del centro cultural de Estados Unidos en Minsk», dijo, añadiendo que Estados Unidos sigue comprometido con el pueblo de Bielorrusia y proporcionará apoyo desde otros puestos diplomáticos.
Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, dijo que el cierre y la autorización para que los empleados que no son de emergencia y sus familiares abandonen la embajada de Estados Unidos en Moscú se debe «a cuestiones de seguridad y protección derivadas del ataque no provocado e injustificado de las fuerzas militares rusas en Ucrania».
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero y desde entonces ha enviado más tropas al país.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, hizo un llamado directo a Bielorrusia el domingo, al parecer diciendo en un mensaje que el hecho de que Bielorrusia permitiera a Rusia lanzar ataques desde su territorio era «un referéndum de facto para ustedes, bielorrusos».
El presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, dijo mientras votaba el domingo que «la guerra debe terminar hoy» que Bielorrusia no tiene «ni un solo soldado» en Ucrania.
Lukashenko asegurará que todas las tropas estacionadas en su país permanecerán allí mientras duren las conversaciones de paz entre funcionarios rusos y ucranianos que comenzaron el lunes en Gomel. Ni el presidente ruso Vladimir Putin ni Zelensky están presentes.
Vladimir Makei, ministro de Asuntos Exteriores bielorruso, dijo a los funcionarios reunidos que «pueden sentirse absolutamente seguros» y que Lukashenko «espera que durante estas conversaciones de hoy logren encontrar las soluciones a todas las cuestiones cruciales».
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