El 13 de febrero, el Departamento de Estado de Estados Unidos condenó oficialmente el presunto uso por parte de China de un «láser de grado militar» contra un buque de la Guardia Costera de Filipinas durante una misión de reabastecimiento en el Mar de China Meridional.
El suceso tuvo lugar el 6 de febrero durante un intento de entregar alimentos y suministros a un puesto militar remoto en Second Thomas Shoal, ubicado en las aguas políticamente disputadas de las islas Spratly.
Funcionarios de Manila informaron de que un barco de la Guardia Costera china utilizó un láser contra el buque filipino, cegando temporalmente a miembros de su tripulación en el puente.
El Departamento de Estado de Estados Unidos respondió a las acciones de Beijing el 13 de febrero, calificándolas de «provocativas e inseguras».
«Estados Unidos se solidariza con nuestros aliados filipinos ante el uso de dispositivos láser contra la tripulación de un barco de la Guardia Costera filipina del que se ha informado por parte de la Guardia Costera de la República Popular China (RPC)», dijo el portavoz del departamento, Ned Price, en una declaración.
En el escrito, Price recordó a China el dictamen del tribunal internacional, en julio de 2016. La resolución concluyó que Beijing no tiene reclamaciones marítimas legítimas en Second Thomas Shoal.
«Estados Unidos reitera, de conformidad con la Convención sobre el Derecho del Mar de 1982, que la decisión arbitral de 2016 es definitiva y jurídicamente vinculante para la RPC y Filipinas, y pedimos a la RPC que acate el fallo».
Price confirmó que Estados Unidos defenderá el orden marítimo internacional de la región, y agregó que cualquier violación «invocaría los compromisos de defensa mutua de Estados Unidos».
Las Fuerzas Armadas de Filipinas emitieron una escueta respuesta al suceso.
«El bloqueo deliberado contra los buques del gobierno filipino para entregar alimentos y suministros a nuestro personal militar (…) es un flagrante desprecio y una clara violación de los derechos soberanos de Filipinas», dijo un portavoz de la Guardia Costera en una declaración oficial.
En respuesta a la «creciente frecuencia e intensidad de las acciones» de China contra la PCG (Guardia Costera de Filipinas), el presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. convocó al embajador de Beijing, Huang Xilian, para discutir el incidente el 14 de febrero.
Marcos expresó su «grave preocupación» por el suceso del láser, según su portavoz, Cheloy Velicaria-Garafil.
La embajada de China en Filipinas dijo que los funcionarios hablaron sobre cómo «gestionar adecuadamente las diferencias marítimas entre China y Filipinas».
Antes de la reunión del 14 de febrero entre el jefe de Estado filipino y Xilian, el ministerio de Asuntos Exteriores chino afirmó que las acciones de su guardia costera se ajustaban a la ley. Beijing no ha confirmado ni desmentido específicamente el uso de láseres contra el buque de la Guardia Costera Filipinas.
Sin embargo, las imágenes captadas durante el suceso muestran una luz verde y roja que emana de un buque chino con el número 5205 en su proa.
No es la primera vez en los últimos años que se informa de que China ha utilizado láseres contra naciones soberanas en la región del Indo-Pacífico. En febrero de 2022, las autoridades australianas denunciaron un «acto de intimidación» después de que un buque de la marina china disparara un rayo láser contra un avión militar de vigilancia.
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