El Departamento de Estado de Estados Unidos y la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China condenaron el viernes la reciente sentencia y encarcelamiento de múltiples activistas prodemocráticos de Hong Kong, calificando los cargos como una motivación política y un reflejo del deterioro de los derechos y las libertades en la ciudad.
Un total de 10 activistas prodemocráticos de Hong Kong fueron condenados el viernes a penas y sentencias suspendidas por su participación en dos protestas «no autorizadas» en Hong Kong en agosto de 2019. Las protestas fueron parte de una serie más amplia de protestas masivas a lo largo de 2019 por un proyecto de ley que habría permitido al régimen chino extraditar a las personas de Hong Kong, que se suponía estaba dotado de autonomía. El proyecto de ley fue retirado en septiembre de 2019.
Nueve acusados recibieron cargos por organizar y unirse a una protesta masiva «no autorizada» el 18 de agosto de 2019, en la que se estima que 1.7 millones de personas participaron en una marcha pacífica, desafiando las órdenes de la policía de mantener la protesta en una reunión concentrada cerca del centro de la ciudad. Dos acusados —Leung Yiu-chung y Au Nok-hin— se declararon culpables, mientras que los otros siete —Martin Lee, Jimmy Lai, Albert Ho, Margaret Ng, Cyd Ho, Lee Cheuk-yan y Leung Kwok-hung— se declararon inocentes.
En otra protesta, el 31 de agosto de 2019, cientos de miles de personas desafiaron la prohibición total de protestar impuesta por la policía e ignoraron que los organizadores habían cancelado el evento. Lai y Lee Cheuk-yan, así como Yeung Sum, fueron condenados por unirse al evento. Los tres se declararon culpables pero mantuvieron que no habían hecho nada malo.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos «condena la sentencia de siete líderes prodemocráticos por cargos de motivación política». En su declaración, Blinken nombró a los siete que se habían declarado no culpables en el caso relacionado con la protesta del 18 de agosto de 2019, y dijo que sus sentencias eran «incompatibles con la naturaleza no violenta de sus acciones».
«Beijing y las autoridades de Hong Kong están apuntando a los hongkoneses por no hacer nada más que ejercer los derechos protegidos y las libertades fundamentales, incluida la libertad de reunión pacífica y la libertad de expresión», dijo Blinken. «Las sentencias de hoy son un ejemplo más de cómo la RPC y las autoridades de Hong Kong socavan los derechos protegidos y las libertades fundamentales garantizadas por la Ley Básica y la Declaración Conjunta Sino-Británica en un esfuerzo por eliminar toda forma de disidencia».
Hong Kong pasó de la dominación colonial británica a la soberanía china en 1997 con la garantía expresa, en virtud de la Declaración Conjunta Sino-Británica, de que el alto grado de autonomía y las libertades esenciales de la ciudad se preservarían bajo el principio de «un país, dos sistemas», hasta 2047.
Blinken afirmó que la declaración es vinculante y debe garantizar los derechos y libertades de los hongkoneses.
«Nosotros seguiremos apoyando a como los hongkoneses responden al asalto de Beijing a estas libertades y la autonomía, y no dejaremos de pedir la liberación de los detenidos o encarcelados por ejercer sus libertades fundamentales», dijo Blinken.
El presidente y el copresidente de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China, el senador Jeff Merkley (D-Ore.) y el representante James P. McGovern (D-Mass.), condenaron las sentencias de los 10 activistas prodemocráticos de Hong Kong.
«Las sentencias deben ser condenadas por todos aquellos comprometidos con la restauración de la autonomía de Hong Kong y los derechos humanos», dijeron en una declaración el viernes. «Se trata de procesamientos claramente políticos».
Los congresistas afirmaron que los activistas prodemocracia fueron «señalados y dirigidos por las fuerzas del orden de Hong Kong por participar en una marcha pacífica».
«Pocos predijeron que algún día habría presos políticos en Hong Kong y ahora es tristemente el caso, con más por venir bajo la drástica Ley de Seguridad Nacional. Las libertades democráticas de Hong Kong, garantizadas por el tratado internacional, siguen siendo objeto de asalto», dijeron.
«La señal enviada hoy debería tener graves consecuencias para las relaciones entre Estados Unidos y la República Popular China. Estamos dispuestos a legislar en favor del pueblo de Hong Kong e instamos a la Administración Biden y a la comunidad internacional a que hagan rendir cuentas a los responsables de las persecuciones políticas en Hong Kong», escribieron.
Los legisladores, entre los que se encuentran los senadores Ted Cruz (R-Texas) y Marco Rubio (R-Fla.), así como la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi ( D-Calif.), también condenaron la situación.
Cruz calificó la sentencia de «grave injusticia» en Twitter, y señaló su apoyo a Lai —el fundador del periódico prodemocrático Apple Daily— y a todos los que apoyan la libertad y la democracia en Hong Kong. «Estoy decidido a garantizar su liberación y que los que están encarcelando injustamente [a Lai] rindan cuentas», dijo.
Rubio calificó la condena de los activistas prodemocráticos como «un nuevo asalto a la libertad y la democracia en todas partes», en Twitter.
«El mundo libre tiene que unirse para condenar y hacer responsable a #Beijing de esta parodia de justicia», escribió.
Pelosi expresó que estaba «entristecida y perturbada» al ver las sentencias dictadas para aquellos que buscaban protestas libres y pacíficas, calificando el hecho como «otra señal del asalto de Beijing al estado de derecho».
«El Congreso sigue centrado en la legislación y los esfuerzos diplomáticos, incluso con nuestros aliados, para hacer que China rinda cuentas y apoyar los esfuerzos de Hong Kong para mantener y hacer crecer el Estado de Derecho y la libertad de expresión en su ciudad», escribió Pelosi.
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