Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron el lunes un entrenamiento militar conjunto a gran escala, que se centró en mejorar su postura de defensa combinada contra las amenazas de Corea del Norte.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur (JCS) dijo que el ejercicio militar anual Escudo de la Libertad Ulchi, que se llevará a cabo hasta el 29 de agosto, incluirá simulaciones por computadora y entrenamiento en campo, incluyendo ejercicios de fuego real.
Los ejercicios reflejarán «amenazas realistas en todos los dominios», incluyendo las amenazas de misiles de Corea del Norte, interferencias de GPS, ciberataques y lecciones aprendidas de conflictos armados recientes, según el JCS.
Las dos naciones aliadas pretenden mejorar la «capacidad y postura de sus fuerzas armadas para disuadir y defenderse de las armas de destrucción masiva», dijo el JCS en un comunicado.
Según la agencia de noticias Yonhap, en los ejercicios, que incluirán 48 rondas de entrenamiento de campo combinado, participarán aproximadamente 19 mil soldados surcoreanos. No se especificó el número de tropas estadounidenses participantes.
En una declaración publicada por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte, el Instituto de Estudios Americanos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte condenó los entrenamientos conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur como «los ejercicios de guerra de agresión más ofensivos y provocadores del mundo».
El instituto acusó a Estados Unidos y Corea del Sur de «intensificar la confrontación militar regional» y prometió que Corea del Norte hará esfuerzos «para cambiar el entorno de seguridad de la península de Corea y la región a nuestro favor».
Corea del Norte denunció durante mucho tiempo los ejercicios conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur como un ensayo para una invasión, a pesar de que ambas naciones aliadas explicaron repetidamente que los ejercicios son de tipo defensivo.
El mes pasado, Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos —uno de los cuales, según Corea del Sur, quizá falló— luego que Estados Unidos, Corea del Sur y Japón completaran su primer ejercicio trilateral multidominio.
Ese ejercicio trilateral se puso en marcha después de que Corea del Norte y Rusia firmaran un pacto de «asociación estratégica» que permite a cada una de las partes proporcionar asistencia militar si alguna de ellas es atacada. Estados Unidos, Corea del Sur y Japón expresaron su «grave preocupación» por el pacto de defensa.
Pyongyang también envió globos llenos de basura hacia Corea del Sur en los últimos meses, lo que llevó a Seúl a suspender un acuerdo militar de 2018 que originalmente estaba destinado a aliviar las tensiones entre los dos países.
Corea del Norte realizó más de 100 pruebas armamentísticas en los últimos años, que incluyen varios sistemas de misiles, incluso misiles de largo alcance capaces de llegar hasta Estados Unidos y sus aliados asiáticos.
Estados Unidos y Corea del Sur firmaron el 11 de julio unas directrices de disuasión nuclear, durante las cuales Washington afirmó su compromiso de utilizar «toda la gama de capacidades estadounidenses», incluidas las nucleares, para defender a su aliado.
Estados Unidos insistió en buscar «conversaciones directas» con Corea del Norte sin condiciones previas a favor de una solución diplomática para la desnuclearización. Corea del Norte rechazó estos esfuerzos.
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