El representante Mike Gallagher (R-Wis.), presidente del Comité Selecto sobre Competencia Estratégica de la Cámara de Representantes, ha pedido que Estados Unidos deje de financiar inmediatamente a las empresas chinas que están desarrollando inteligencia artificial (IA), la tecnología que está provocando la transformación y la disrupción mundiales.
Gallagher, veterano de combate de los Marines estadounidenses, que ha estado al frente de la divulgación y el impulso de la legislación para anular la amenaza que China y el régimen del Partido Comunista Chino (PCCh) suponen para Estados Unidos, pide que se cierre esta vía de financiación, ya que algunas de las mayores y más poderosas empresas estadounidenses de capital riesgo, directa o indirectamente, están realizando importantes inversiones en empresas chinas de IA.
El representante también hace esta petición en un momento en el que líderes mundiales del mundo empresarial y del pensamiento —entre ellos los magnates de la tecnología Elon Musk, el cofundador de Apple Steve Wozniak y el cofundador de Pinterest Evan Sharp— han pedido públicamente una pausa en el desarrollo de la IA debido a los riesgos y peligros que plantea si no se revisa y no se controla.
«En los últimos meses, hemos visto avances revolucionarios en inteligencia artificial en Estados Unidos, pero todavía estamos codo con codo con el Partido Comunista Chino cuando se trata de esta tecnología crítica, que podría determinar el dominio geopolítico en el siglo XXI», dijo Gallagher en un comunicado que envió a The Epoch Times.
«Si bien siguen existiendo serios interrogantes sobre las medidas de protección adecuadas para la IA en Estados Unidos, sabemos que el PCCh utilizará esta tecnología para reprimir aún más a sus propios ciudadanos y exportar su modelo de control tecnototalitario a todo el mundo. El siguiente paso más obvio es cortar inmediatamente el flujo de capital estadounidense a las empresas chinas de IA».
Entre las principales empresas de capital riesgo estadounidenses de alcance mundial que están financiando empresas del sector chino de la inteligencia artificial figuran Tiger Global Management, Silver Lake e IDG Capital. Sequoia Capital China, filial de Sequoia Capital con sede en Silicon Valley, respalda a las empresas chinas de IA. El dinero procedente de Estados Unidos ayuda a financiar las sociedades de capital riesgo chinas, Qiming Venture Partner y Matrix Partners China, que tienen participaciones en el sector chino de la IA.
Refiriéndose a Sequoia Capital, Gallagher dijo: «Seguro que Sequoia puede encontrar otras formas de ganar dinero que financiar el fin de la libertad».
La amenaza del PCCh y la IA
Miembros del Congreso, de ambos partidos, están alertando sobre el peligro de que Estados Unidos financie el desarrollo de la IA en un país gobernado por el Partido Comunista Chino (PCCh), un adversario cada vez mayor de Estados Unidos, y que actúa de forma cada vez más amenazadora con sus vecinos del Pacífico.
El PCCh también utiliza la IA para espiar y rastrear a sus ciudadanos.
China se ha fijado el plazo nacional de 2030 para liderar el mundo en IA.
La Administración Biden ha estado trabajando en una orden ejecutiva que podría emitir en breve y que frenará y endurecerá la normativa sobre inversiones estadounidenses en tecnologías chinas que puedan convertirse en armas.
El pasado mes de octubre, la Administración Biden impuso normas a través de la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio que cortaban el acceso de China a microchips utilizados en sistemas de armamento y tecnologías de uso civil.
Entre octubre de 2021 y agosto de 2022, el Special Competitive Studies Project (SCSP), una fundación privada con sede en Arlington (Virginia), realizó entrevistas y debates con «225 expertos, incluidos funcionarios gubernamentales, tecnólogos, líderes académicos y muchos otros», para elaborar un informe de investigación titulado «Desafíos de mediados de la década para la competitividad nacional», que se centraba en el enfrentamiento entre Estados Unidos y China y que prestaba una atención considerable a la competencia entre ambos países por la superioridad de la IA.
«Dos acontecimientos que están configurando el entorno de seguridad internacional reflejan la situación en la que el Proyecto de Estudios Especiales llevó a cabo su trabajo», escribió Henry Kissinger en una carta que precedía al cuerpo principal del informe. «En primer lugar, se está intensificando la competencia por la ventaja estratégica entre Estados Unidos y China y, en segundo lugar, los avances en inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes prometen tener enormes repercusiones tanto en la competitividad económica y militar como en nuestra sociedad».
En la sección del informe que se centra en los retos de defensa nacional a los que se enfrenta Estados Unidos se describe un ejemplo de un nuevo tipo de peligro y asalto a la libertad —los microobjetivos— que la IA hace posible.
«La proliferación de sensores, que recogen los datos que las personas dejan en Internet a través de sus hábitos cotidianos de búsqueda, lectura, observación, compra y citas, y la velocidad con la que los sistemas basados en IA pueden analizar grandes cantidades de datos recogidos, pueden situar a los ejércitos en condiciones de microseleccionar a las personas», dice en el informe.
«Es probable que esta microslección implique, en primer lugar, campañas de denigración y presión psicológica, pero en determinadas circunstancias también podría implicar atacar a individuos clave con ataques cinéticos».
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