Estados Unidos ha llegado a un acuerdo con Pfizer para comprar 500 millones de dosis adicionales de su vacuna contra la COVID-19 para donarlas a varios países, según la Administración Biden.
El presidente Joe Biden planea anunciar el acuerdo el miércoles, según dijo un alto funcionario de la administración a unos periodistas durante una llamada el 21 de septiembre.
«El presidente Biden anunciará que EE. UU. ha comprado 500 millones adicionales de vacunas contra la COVID-19 de Pfizer para donarlas a países de ingresos bajos y medios bajos de todo el mundo», dijo el funcionario, que hablaba con varios periodistas con la condición de no ser identificado.
El lote se fabricará en Estados Unidos y comenzará a enviarse en enero de 2022.
El compromiso adicional significa que Estados Unidos se ha comprometido a donar o ya ha donado 1100 millones de dosis de vacunas. Eso incluye 500 millones de dosis de Pfizer que Estados Unidos compró durante el verano y que prometió enviar a los países que el gobierno dijo que las necesitaban.
Hasta ahora, se han enviado casi 160 millones de dosis a 100 países de todo el mundo, entre ellos Perú, Pakistán, Sri Lanka, Sudán, El Salvador y Etiopía.
«Estados Unidos ha donado al mundo 1100 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19, de forma gratuita y sin condiciones», dijo el funcionario. «Se trata de un enorme compromiso por parte de EE. UU. De hecho, por cada vacuna que hemos administrado en este país hasta la fecha, ahora estamos donando tres vacunas a otros países. Una inyección aquí hoy; tres inyecciones destinadas al mundo. Ningún otro país, o grupo de países, se ha acercado a eso».
Al igual que con el primer lote de Pfizer, Estados Unidos está pagando un precio que no se especificó pero que se describió como un «precio sin ánimo de lucro». Se distribuirán a través del Acceso Global a las Vacunas COVID-19, un plan global destinado a proporcionar acceso a las vacunas contra la COVID-19.
El acuerdo «permitirá un acceso mucho más equitativo a nuestras vacunas», dijo el CEO de Pfizer, Albert Bourla, en el programa «Squawk Box» de la CNBC.
Biden tiene previsto anunciar formalmente la compra y la donación prevista de los 500 millones de dosis adicionales durante una cumbre virtual sobre la COVID-19 que está convocando. La cumbre incluirá a líderes mundiales y ejecutivos empresariales.
Los funcionarios de EE. UU. enviaron una lista de objetivos a los asistentes a la cumbre que incluye la meta de lograr un 70 por ciento de vacunación mundial antes de la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2022.
La COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
El anuncio se produce después de que Estados Unidos y un puñado de otros países recibieran críticas de algunos funcionarios, como el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, por presionar para que se administren terceras e incluso cuartas dosis de las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer y Moderna.
Los funcionarios argumentan que la atención debe centrarse en la vacunación de los no vacunados, especialmente en los países pobres que no tienen mucho acceso a las vacunas.
Los funcionarios de EE. UU. se han opuesto, diciendo que los refuerzos pueden ser administrados al mismo tiempo que las primeras vacunas a personas de todo el mundo.
La Administración Biden esperaba que los reguladores de medicamentos de EE. UU. fueran a autorizar las dosis de refuerzo para todos los estadounidenses, pero esas esperanzas se desvanecieron la semana pasada cuando el panel asesor sobre vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos recomendó que no se administraran refuerzos, excepto para los mayores de 65 años. Los reguladores aún no han anunciado si anularán la recomendación.
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