El jueves, la administración del presidente Joe Biden duplicó las multas para las personas que sean sorprendidas infringiendo la exigencia federal de uso de mascarillas en los aeropuertos y en algunos medios de transporte público.
Las multas, que anteriormente oscilaban entre los 250 dólares para los infractores por primera vez y los 1500 dólares para los reincidentes, serán ahora de 500 dólares o más para las personas que infrinjan la orden por primera vez y de hasta 3000 dólares para las personas que la infrinjan más de una vez.
La orden de usar mascarilla está en vigor en los aeropuertos, en los aviones y en otros medios de transporte público, como los autobuses.
El aumento de las multas entró en vigor el viernes.
«Usar una mascarilla protege al público que viaja y a todos los empleados que hacen que la experiencia del viaje sea segura y confortable», dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un comunicado. «Seguiremos aplicando la orden de las mascarillas mientras sea necesario para proteger la salud y la seguridad públicas».
«Apreciamos a la mayoría de los viajeros que cada día siguen voluntariamente el requisito, pero consideramos que esta acción es necesaria para maximizar las protecciones de quienes utilizan y trabajan en el sistema de transporte, y para contener el COVID-19», añadió David Pekoske, administrador de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por su sigla en inglés). «Al duplicar la variedad de sanciones, pretendemos reforzar la importancia de la adhesión voluntaria».
La orden, impuesta por la administración el 2 de febrero, está actualmente en vigor hasta el 18 de enero de 2022.
Biden ordenó al Departamento de Seguridad Nacional, del que forma parte la TSA, que duplicara las multas como parte de un nuevo plan para intentar frenar la variante delta del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que provoca el COVID-19.
Durante la campaña del año pasado, Biden prometió detener el virus cuando entrara en funciones. En cambio, los casos, las hospitalizaciones y las muertes se dispararon durante el verano, aunque están disminuyendo en algunos estados.
Los expertos culpan a la variante delta, que se ha descrito como más transmisible que otras variantes, y que las vacunas no son capaces de prevenir tan bien como las variantes anteriores.
Biden también anunció nuevas ordenes de vacunación contra el COVID-19, incluso para las empresas que tienen más de 100 empleados.
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