El Departamento de Comercio de Estados Unidos amplió el lunes una norma de exportación para exigir a los centros de datos extranjeros que soliciten aprobación antes de poder importar chips estadounidenses de computación avanzada e inteligencia artificial (IA), citando las amenazas a la seguridad nacional planteadas principalmente por el régimen chino.
«La IA es la tecnología de doble uso por excelencia; es en interés de la seguridad nacional de Estados Unidos trabajar con la industria y los gobiernos asociados para desarrollar un ecosistema tecnológico global seguro», dijo Thea D. Rozman Kendler, subsecretaria de Comercio para la Administración de Exportaciones, en un comunicado de prensa.
Aunque la IA puede ampliar el acceso en áreas como la educación y la atención sanitaria, también puede utilizarse para desarrollar armas avanzadas cibernéticas, químicas, biológicas o nucleares, según la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio.
La comunidad de inteligencia estadounidense reconoció que el Partido Comunista Chino (PCCh) pretende utilizar «la IA para la vigilancia masiva y las plataformas de armas inteligentes», según el Departamento de Comercio.
La amenaza del PCCh llevó al gobierno estadounidense a tomar varias medidas, entre ellas las restricciones a la exportación, para limitar el acceso del régimen a la tecnología avanzada.
Anteriormente, las empresas estadounidenses debían obtener licencias antes de enviar estas tecnologías avanzadas a empresas de India y China.
La actualización de la norma exige que los centros de datos extranjeros que albergan centros avanzados de IA soliciten la aprobación como «usuario final validado» (VEU, por sus siglas en inglés) y exige que las exportaciones estadounidenses se basen en una lista preaprobada.
Los centros de datos tendrán que revelar lo siguiente: clientes actuales y potenciales; vínculos comerciales con cualquier entidad incluida en las listas negras de los Departamentos de Comercio y Estado, el Tesoro o el Pentágono; y plan de seguridad y riesgos, incluidas las políticas que rigen el acceso de los empleados.
La Oficina de Industria y Seguridad también puede exigir garantías al gobierno del país, en el que opere el centro de datos, para realizar revisiones in situ, exigir compromisos de seguridad y establecer requisitos de información.
Varias empresas chinas ya están en la lista, tras haber recibido previamente la aprobación como VEU, entre ellas Advanced Micro Devices China, una filial de la empresa estadounidense de semiconductores AMD, y Boeing Tianjin Composites Co, la nueva planta conjunta de Boeing en China.
«Al evaluar la elegibilidad de un usuario final, las agencias considerarán el estado de los controles de exportación en el destino elegible y la adhesión a los regímenes multilaterales de control de exportaciones del gobierno del destino elegible; esta información, entre otras cosas, también puede ser objeto de garantías de gobierno a gobierno», escribió la oficina en la nota de actualización de la norma.
Aunque la Oficina no se refirió a ningún gobierno en concreto, los legisladores y funcionarios estadounidenses han planteado en repetidas ocasiones el problema de los países que ayudan a sus adversarios extranjeros a eludir las sanciones estadounidenses.
Los diplomáticos estadounidenses han señalado repetidamente a China por ayudar a Rusia en sus esfuerzos bélicos, y los legisladores han destacado los vínculos entre el PCCh con los gobiernos del Medio Oriente.
El Comité sobre el PCCh de la Cámara de Representantes pidió que se investigue a varias empresas chinas que se cree que ayudan a las industrias iraníes sancionadas, y a una empresa de inteligencia artificial de Abu Dhabi por sus vínculos con China.
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