Estados Unidos desplegará 300 soldados adicionales en Oriente Medio tras varios nuevos ataques contra fuerzas estadounidenses y de la coalición en Irak y Siria, según ha anunciado el Pentágono.
Las fuerzas se desplegarán en lugares no revelados de Oriente Próximo fuera de Israel, dijo a la prensa el 31 de octubre el portavoz del Pentágono, general de brigada Pat Ryder.
La medida se produce tras el despliegue de 900 soldados en la región la semana pasada.
Mientras que muchas de las tropas enviadas la semana pasada operaban en elementos de defensa antiaérea, las 300 que se despliegan ahora se centrarán principalmente en tareas de apoyo, incluidas las comunicaciones y la desactivación de artefactos explosivos, dijo el general Ryder.
El objetivo de las tropas es ayudar a Estados Unidos a evitar que la guerra entre Israel y Hamás se convierta en un conflicto regional, así como prevenir nuevos ataques contra miembros de las fuerzas estadounidenses.
«Su objetivo es apoyar los esfuerzos regionales de disuasión y reforzar las capacidades de protección de las fuerzas estadounidenses», declaró el general Ryder.
Nuevos ataques de grupos apoyados por Irán
El general Ryder dijo que hubo 27 ataques contra tropas estadounidenses por parte de grupos respaldados por Irán en Irak y Siria a lo largo de octubre.
«En este momento, estamos rastreando un total de 27 ataques», dijo el general Ryder. «16 en Irak y 11 en Siria».
El Pentágono ha afirmado con frecuencia que los ataques son una cuestión separada de la guerra en curso entre Israel y Hamás en Gaza, pero Irán y los otros grupos implicados han declarado que aumentarán sus ataques contra las tropas estadounidenses si Israel persigue una invasión en toda regla de Gaza.
«Creo que es importante diferenciar lo que los apoderados iraníes e Irán podrían estar diciendo y la perspectiva que nosotros aportamos a esto», dijo el general Ryder. «Nuestras fuerzas están en Irak y Siria con un propósito, que es la derrota duradera del ISIS».
«Esto es separado y distinto de la situación en Israel, entre Israel y Hamás».
Los ataques en Irak y Siria han provocado heridas a al menos 21 miembros del servicio estadounidense, incluidos 19 que fueron diagnosticados con lesiones cerebrales traumáticas. Todos se han reincorporado al servicio.
Además del creciente número de ataques con cohetes y drones contra bases estadounidenses y de la Coalición, varios misiles de crucero de medio alcance fueron lanzados por los rebeldes Houthi respaldados por Irán en Yemen.
El USS Carney derribó cuatro de estos misiles en el Mar Rojo el 19 de octubre.
Los responsables del Pentágono dijeron que los misiles se dirigían hacia el norte, posiblemente hacia Israel, pero que fueron derribados porque se consideraron una amenaza para el buque.
«No podemos decir con certeza cuál era el objetivo de estos misiles y aviones no tripulados, pero fueron lanzados desde Yemen en dirección norte a lo largo del Mar Rojo, potencialmente hacia objetivos en Israel», dijo entonces el general Ryder.
Estados Unidos lanzó dos ataques de represalia durante el fin de semana contra instalaciones en Siria asociadas con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, que Estados Unidos considera una organización terrorista.
La escalada del conflicto se produce después de un ataque sin precedentes contra Israel el 7 de octubre, cuando terroristas islamistas asesinaron a más de 1400 israelíes, secuestraron a mujeres y niños y cometieron actos de tortura.
Los expertos han advertido que la organización terrorista Hamás, que recibe financiación y entrenamiento de Irán, pretende desencadenar un conflicto internacional que fomente más violencia contra Israel y Estados Unidos.
El gobierno de Biden ha dicho que se reserva el derecho a tomar represalias contra Irán en el momento y la forma que decida.
«Sabemos que estos grupos están financiados, entrenados y patrocinados por el gobierno iraní», dijo el general Ryder. «Y hacemos responsable al gobierno iraní».
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