El senador Tom Cotton (R-Ark.) dice que Washington finalmente está haciendo frente a la agresión de larga data por parte del régimen comunista chino contra Estados Unidos.
Recientemente, la administración ha aumentado sus acciones dirigidas a las amenazas que plantea el régimen, y Cotton dijo que la crítica de esas acciones que enmarcan a Estados Unidos como el agresor es una caracterización errónea.
«China lleva mucho tiempo librando una especie de guerra no declarada en múltiples frentes contra los Estados Unidos, en realidad contra todo el mundo occidental», dijo Cotton en una entrevista reciente en «American Thought Leaders».
«Así que no empezamos este nuevo conjunto de tensiones. Nosotros simplemente elegimos luchar contra las acciones agresivas de China».
Cotton citó el robo de propiedad intelectual estadounidense por parte del régimen, la intimidación de la autogobernada Taiwán y el acaparamiento del equipo de protección personal relacionado con la COVID-19, como ejemplos de las actividades hostiles del Partido Comunista Chino (PCC) en el escenario mundial.
La administración Trump ha incrementado claramente sus medidas contra el régimen por una serie de cuestiones, incluyendo el encubrimiento de la pandemia, el robo de tecnología estadounidense, la violación de derechos en la región de Xinjiang y Hong Kong, y la agresión militar en el Mar de la China Meridonial por parte de Beijing.
En las últimas semanas, Washington ha ordenado el cierre del consulado chino en Houston, ha impuesto sanciones a los funcionarios chinos responsables de la supresión de las minorías étnicas en Xinjiang y se ha opuesto oficialmente a las reivindicaciones territoriales y a las acciones agresivas de Beijing en el Mar del Sur de China.
Cotton dijo que el régimen había alienado a muchos estadounidenses comunes a través de su comportamiento depredador, como sus prácticas económicas injustas, que llevaron a la subcontratación de muchos empleos estadounidenses a China, y la supresión de grupos religiosos en China.
Esta desconfianza «ha caído aún más desde que China desató esta plaga en el mundo», dijo.
El senador dijo que había reconocido al régimen como una amenaza porque «el comunismo es una amenaza dondequiera que se encuentre».
«No sé si Xi Jinping se levanta y lee ‘Das Kapital’ o las otras obras de Karl Marx, pero no hay duda de que el Partido Comunista Chino sigue siendo comunista hasta la médula», dijo Cotton.
«Es una estructura de poder unipartidista donde se aferrarán despiadadamente al poder. En realidad no hay tal cosa como una empresa puramente privada en China. Todo está controlado por el estado, a veces directamente apoyado por el estado o incluso de su propiedad. Y por supuesto, reprimen brutalmente a las minorías y a los disidentes de todo tipo».
A principios de este año, Cotton introdujo una legislación para reducir la dependencia de EE. UU. de China para la fabricación de productos farmacéuticos luego de que la pandemia expusiera las vulnerabilidades de las cadenas de suministro mundiales, incluidos los equipos médicos y los medicamentos.
China es el mayor productor mundial de ingredientes utilizados para fabricar medicamentos. Estados Unidos depende en gran medida de los fármacos que provienen de China o que se fabrican a partir de ingredientes producidos en ese país.
El presidente Donald Trump anunció el 28 de julio un acuerdo de USD 765 millones con Kodak para ayudarle a iniciar una compañía farmacéutica que producirá el 25 por ciento de los ingredientes farmacéuticos activos genéricos en el país una vez que esté en pleno funcionamiento, según la Casa Blanca.
El senador dijo que Estados Unidos debería trasladar su fabricación crítica lejos de China para garantizar su seguridad económica y nacional.
«¿Por qué, en la era de la información, permitiríamos que este tipo de capacidad de fabricación avanzada tenga sede en China, ya sean productos farmacéuticos o semiconductores o telecomunicaciones o informática de vanguardia, como la informática cuántica y la inteligencia artificial?» dijo.
«Eso no solo es vital para nuestra prosperidad económica; ahora podemos ver que es vital para nuestra seguridad, nuestra salud y nuestra seguridad desde un punto de vista militar. Así que es esencial que ya no dependamos de China para tantos de estos bienes vitales».
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Manipulando a Estados Unidos: La estrategia del comunismo chino
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