Estados Unidos anunció este miércoles que permitirá que los trabajadores con visados agrícolas que ya se encuentren en el país sean contratados por otros empleadores y que extiendan su estadía más allá de los tres años permitidos, como una medida para proteger la cadena de suministro de alimentos durante la pandemia.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) y el Departamento de Agricultura (USDA) dieron a conocer cambios temporales en los requisitos para el visado H-2A, bajo el cual se contratan obreros inmigrantes para labores agrícolas, aunque aclararon que esa flexibilización no supone debilitar o eliminar las protecciones para los trabajadores estadounidenses.
«Los cambios temporales anunciados por el USCIS (Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos) proporcionan la estabilidad necesaria durante esta crisis sin precedente», señaló el secretario interino del DHS, Chad Wolf, citado en un comunicado.
El funcionario defendió que darle continuidad a los empleos agrícolas es «vital para mantener y asegurar la cadena de suministro de alimentos críticos para el país».
Bajo la nueva disposición temporal, un solicitante de trabajadores con visado H-2A podrá contratar a obreros que se encuentren en el país, lo que permitirá igualmente que los trabajadores agrícolas que quieran cambiar de empleador y estén en el país, puedan hacerlo.
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Además, el Servicio de Inmigración ha modificado sus regulaciones para permitir que los trabajadores agrícolas puedan permanecer en el país más allá del periodo máximo de tres años permitido hasta ahora.
«Esos cambios temporales alentarán y facilitarán el empleo legal continuo de trabajadores agrícolas temporales y de estacionales durante la emergencia nacional del COVID-19», detalló el comunicado, en el que se subraya que «no es aceptable que los empleadores contraten extranjeros» indocumentados.
La cadena del suministro de comida, y especialmente la de carne, se sumó esta semana a los sectores afectados por el COVID-19, después de que frigoríficos como el de la empresa cárnica JBS en Greeley (Colorado) debieran cerrar debido a la muerte de un trabajador hispano de 78 años a causa de la pandemia.
«EE.UU. no se está quedando sin productos. Pero las estanterías vacías revelan que la cadena de suministro está bajo presión y el Gobierno y la industria deben resolverlo juntos», aseveró en Twitter la Consumer Brands Association (CBA), que aglutina a las compañías alimenticias del país, entre ellas gigantes como Nestlé o Campbell Soup.
Sindicatos y organizaciones han denunciado que empresas procesadoras de carne como JBS USA (subsidiaria de la compañía del mismo nombre en Brasil) están poniendo en peligro la vida de los trabajadores porque están hacinados y carecen de mascarillas o guantes.
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