El gigante de las telecomunicaciones chino ZTE accedió hoy a pagar una multa de USD 1000 millones y a respetar las medidas de control más estrictas que jamás haya emitido el Departamento de Comercio de EE. UU., a fin de recuperar el acceso a tecnología estadounidense que es crucial para su negocio.
El secretario de Comercio Wilbur Ross anunció que ZTE pagará una multa de USD 1000 millones por adelantado y depositará USD 400 millones en una cuenta de depósitos de garantía. El fabricante chino de celulares también accedió a reemplazar toda su junta directiva y gerencial en 30 días y a incorporar a sus operaciones un equipo de supervisión formado por el Departamento de Comercio de EE. UU.
Según el acuerdo de 23 páginas firmado a las 6 a.m. del jueves, ZTE pagará durante 10 años los salarios del nuevo director y del equipo de supervisión, el cual reportará al Buró de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento. Un equipo de supervisión externo ya está trabajando con ZTE como parte del acuerdo comercial.
“Hoy, el BIS está aplicando la mayor multa jamás impuesta y requiriendo que ZTE adopte medidas de acatamiento sin precedentes”, dijo Ross en un comunicado. “Estaremos monitoreando de cerca el comportamiento de ZTE. Si cometen alguna violación más, podremos negarles nuevamente el acceso a tecnología estadounidense y tomar el depósito de USD 400 millones adicionales”.
ZTE violó anteriormente las sanciones de EE. UU. contra Corea del Norte e Irán. Esa violación fue resuelta en marzo del año pasado, cuando la compañía accedió a pagar una multa de USD 892 millones y poner USD 300 como depósito.
Las autoridades estadounidenses supieron que ZTE había mentido antes, durante y después del acuerdo de marzo de 2017. La empresa habría pagado bonos a empleados que violaron las sanciones, mientras le dijo a sus contrapartes estadounidenses que esos empleados habían sido sancionados. En respuesta, controladores estadounidenses de exportaciones impidieron que ZTE comprara componentes y software cruciales para la fabricación de teléfonos celulares y de equipo de telecomunicaciones a empresas tecnológicas de EE. UU. como Qualcomm, Google y Corning.
El bloqueo de tecnología puso de rodillas a la compañía, valuada en USD 17.000 millones, y provocó que el mandatario chino Xi Jinping intercediera personalmente ante Donald Trump. Trump a su vez ordenó al Departamento de Comercio a trabajar en un acuerdo.
Al igual que con otras políticas, la decisión de Trump de ayudar a Xi recibió críticas de los demócratas. Trump respondió señalando que la administración Obama había permitido que “ZTE floreciera sin controles de seguridad”.
Senator Schumer and Obama Administration let phone company ZTE flourish with no security checks. I closed it down then let it reopen with high level security guarantees, change of management and board, must purchase U.S. parts and pay a $1.3 Billion fine. Dems do nothing….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 25, 2018
“La cerré y luego permití que reabriera con garantías de seguridad de alto nivel, un cambio de directivos y de junta, la obligación de comprar partes de EE. UU. y una multa de USD 1300 millones”, escribió Trump en Twitter el 25 de mayo. “Los demócratas no hicieron nada”.
El presidente también explicó que su muestra de buena fe estuvo motivada por un deseo de tener una buena relación con Xi. Trump también apuntó a las negociaciones comerciales que se están llevando a cabo entre ambos países, sugiriendo que la decisión de ZTE es una carta de negociación para las conversaciones comerciales de alto nivel.
Las multas combinadas pagadas por ZTE suman ahora los USD 2290 millones, con USD 400 millones adicionales en depósito, que Estados Unidos puede cobrar en caso de que la compañía china no cumpla con el acuerdo.
De acuerdo a un comunicado del Departamento de Comercio, ZTE originalmente violó las sanciones de EE. UU. contra Irán al conspirar para “proveer, construir y operar redes de telecomunicaciones en Irán usando equipos de origen estadounidense en violación con el embargo comercial de EE. UU.”. La empresa también violó cientos de sanciones de EE. UU. al enviar equipos de telecomunicaciones a Corea del Norte.
El acuerdo con ZTE ocurre cuando Trump está impulsando el equilibrio comercial con China. Ross estuvo el fin de semana en Beijing con reuniones de alto nivel. En marzo, Estados Unidos impuso tarifas por USD 50.000 millones a productos chinos. La lista exacta de productos todavía no fue finalizada.
Trump quiere usar las negociaciones comerciales para recuperar enormes pérdidas de la economía estadounidense luego de décadas de robo de propiedad intelectual y transferencias forzadas de tecnología por parte del régimen comunista chino. Ross señaló que Estados Unidos finalmente está reaccionando.
“Los gobiernos anteriores han sido verdaderos simplones para los chinos y otros países”, dijo Ross a la CNBC. “Realmente nunca reaccionaron”.
El acuerdo también ocurre menos de una semana antes de la cumbre de Trump en Singapur con el líder norcoreano Kim Jong Un. Beijing es crucial para mantener las estrictas sanciones internacionales contra Corea del Norte mientras Trump apunta a forzar al aislado régimen comunista de Pyongyang a abandonar las armas nucleares. La mayoría de los productos ingresan a Corea del Norte a través de su frontera con China. Trump ha agradecido a Xi por mantener un estricto control de la frontera.
ZTE fue la primera empresa de telecomunicaciones china en cotizar en bolsa. Durante años fue el cuarto fabricante mundial de smartphones hasta su reciente caída en el ranking debido a una agresiva competencia.
Alrededor del 60% de los componentes del smartphone Axon M de la compañía provienen de fabricantes estadounidenses, incluyendo Qualcomm, SanDisk y Skyworks Solutions, según ABI Research.
En 2017 se produjeron en el mundo un total de 1460 millones de teléfonos inteligentes, de los cuales ZTE produjo 42,8 millones.
No es probable que el acuerdo provoque una rápida recuperación para ZTE. La prohibición sobre algunas partes congeló sus proyectos de telecomunicación en todo el mundo, y los clientes están demandando una compensación. La prohibición sobre el software también impidió a millones de usuarios de ZTE actualizar sus sistemas operativos Google Android.
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