Estados Unidos ha suspendido durante 90 días la aprobación de nuevas licencias de exportación para la mayoría de las armas de fuego y municiones de uso civil vendidas a todos los usuarios no gubernamentales, según informó el Departamento de Comercio a última hora del viernes, alegando intereses de seguridad nacional y política exterior.
La decisión incluye la mayoría de las armas de fuego semiautomáticas y no automáticas, escopetas y miras ópticas.
El Departamento de Comercio también está revisando su apoyo a la mayor feria de armas del país para asegurarse de que «no socava los intereses de la política estadounidense.»
«La revisión se llevará a cabo con urgencia y permitirá al Departamento evaluar y mitigar más eficazmente el riesgo de que las armas de fuego se desvíen a entidades o actividades que promuevan la inestabilidad regional, violen los derechos humanos o alimenten actividades delictivas», dijo el departamento en su anuncio.
El Departamento de Comercio no dio más detalles sobre la motivación de la decisión, ni si cabía esperar cambios a largo plazo en el futuro.
La suspensión afecta a la mayoría de las armas y municiones que pueden comprarse en una armería estadounidense, según Johanna Reeves, abogada especializada en control de exportaciones y armas de fuego del bufete Reeves & Dola de Washington.
Reeves dijo que no había visto antes al Departamento de Comercio tomar una medida tan radical como ésta. «Por supuesto que tienen políticas individuales de cada país, pero nada como esto», dijo.
Las empresas estadounidenses que venden armas de fuego, incluidas Sturm Ruger & Co., Smith & Wesson Brands y Vista Outdoor, podrían verse afectadas por la prohibición de exportación. Entre los clientes extranjeros figuran distribuidores y tiendas que venden armas de fuego.
La congelación no se aplica a Israel, Ucrania y varios aliados cercanos que firmaron un acuerdo multilateral de control de exportaciones con Estados Unidos. No obstante, la pausa afecta a algunos de los mayores mercados de exportación de los fabricantes de armas estadounidenses, como Brasil, Tailandia y Guatemala.
Los exportadores pueden seguir presentando solicitudes de licencia durante la pausa, pero quedarán «sin efecto» hasta que ésta se levante.
La pausa no afecta a las licencias de exportación emitidas con anterioridad, según el Departamento de Comercio.
En 2020, la supervisión de la mayoría de las exportaciones comerciales de armas se transfirió del Departamento de Estado al Departamento de Comercio, favorable al sector, que desde hace una década apoya firmemente la Feria de Tiro, Caza y Actividades al Aire Libre (SHOT), una exposición internacional de armas que se celebra cada mes de enero en Las Vegas.
Según una investigación de Bloomberg, muchas de las armas se exportan a países asolados por un aumento vertiginoso de la delincuencia armada, a menudo relacionada con bandas de narcotraficantes, o pueden ir a parar a regímenes autoritarios. Algunos demócratas han planteado recientemente la cuestión en el Congreso.
En diciembre, el diputado D. Joaquín Castro (Texas), la diputada D. Norma Torres ( Calif.) y el entonces diputado D. Albio Sires ( N.J.), entre otros, presentaron un proyecto de ley contra el tráfico ilícito de armas de fuego de uso civil. Según Castro, la Ley de Monitoreo Regional de Ventas Armadas en las Américas (ARMAS, por sus siglas en inglés) busca interrumpir el tráfico de armas de fuego de Estados Unidos a América Latina y el Caribe mediante la implementación de mecanismos más fuertes de transparencia, rendición de cuentas y supervisión de las exportaciones estadounidenses de armas pequeñas.
«La violencia y la inseguridad siguen impulsando la migración hacia Estados Unidos. Si no aplicamos una supervisión estricta y asumimos la responsabilidad por el uso ilícito de las armas exportadas por Estados Unidos, el resultado será más de lo mismo», afirmó Sires.
Con información de Reuters.
De NTD News.
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