Corea del Norte confirmó que lanzó el domingo un misil balístico de alcance intermedio Hwasong-12, según informaron sus medios estatales, mientras Washington insta a Pyongyang a entablar conversaciones directas sin condiciones previas.
Pyongyang realizó su séptima prueba de misiles este mes, el mayor número en un solo mes desde 2019. Corea del Sur y Japón afirmaron que el proyectil viajó 1242 millas hacia arriba y aterrizó en el océano a unas 500 millas de distancia.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur dijo que el misil fue disparado desde la provincia de Jagang, en Pyongyang, aproximadamente a las 7:52 de la mañana, hora local, y viajó a una velocidad de hasta 16 veces la del sonido.
El misil balístico tierra-tierra de alcance intermedio y largo Hwasong-12 fue lanzado para evaluar y verificar «la precisión general del sistema de armas», dijo la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA), un medio estatal.
La KCNA afirmó que la prueba se llevó a cabo con «el sistema de disparo de mayor ángulo» para garantizar la seguridad de los países vecinos, y que la ojiva de prueba estaba equipada con una cámara para captar imágenes de la tierra desde el espacio.
El lanzamiento fue visto como un paso más hacia el levantamiento por parte de Corea del Norte de su moratoria autoimpuesta para probar los misiles balísticos intercontinentales de mayor alcance, que no ha probado desde 2017.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, dijo que las recientes pruebas de misiles de Pyongyang eran un «desafío a los planes de la comunidad internacional para desnuclearizar la península de Corea, estabilizar la paz y encontrar una solución diplomática».
Un alto funcionario de la administración de EE. UU. dijo que Washington está preocupado por el hecho de que Pyongyang pueda reanudar las pruebas de largo alcance, que violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
«No es solo lo que hicieron ayer, es el hecho de que esto llega tras un número bastante significativo de pruebas en este mes. Y eso sigue a las pruebas realizadas a finales de año, hasta septiembre, de una variedad de sistemas», dijo el funcionario a varios periodistas el domingo.
Washington pidió a Corea del Norte que se abstuviera de realizar más pruebas nucleares, diciendo que el lanzamiento era «cada vez más desestabilizador» y que provocaba una respuesta.
«Nos verán tomar algunas medidas destinadas a mostrar nuestro compromiso con nuestros aliados. Y al mismo tiempo reiteramos nuestro llamamiento a la diplomacia. Estamos preparados y nos tomamos muy en serio el intento de mantener conversaciones que aborden las preocupaciones de ambas partes», dijo el funcionario.
Corea del Norte dijo hace unas semanas que considerará la posibilidad de reanudar todas las acciones suspendidas temporalmente debido a que Estados Unidos no da señales de abandonar sus «políticas hostiles».
La KCNA informó que el líder norcoreano Kim Jong-un visitó una fábrica de municiones no especificada que produce el «principal sistema de armas» del país.
Corea del Norte había advertido previamente de una respuesta «más fuerte» a las sanciones impuestas por EE. UU. a seis norcoreanos implicados en la obtención de suministros para el programa nuclear de Pyongyang por parte de Rusia y China.
Estados Unidos también ha instado al Consejo de Seguridad de la ONU a seguir adelante con las sanciones. Los representantes de China y Rusia bloquearon la propuesta, alegando que se necesitaba más tiempo y pruebas para apoyarla.
Con información de Reuters.
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