El precio del petróleo ha caído significativamente desde que alcanzó el 7 de marzo su nivel de precios más alto en más de una década. Actualmente se cotiza de manera impredecible a medida que los mercados sopesan la capacidad de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para llenar el vacío de la oferta rusa.
Los precios del crudo Brent alcanzaron los USD 139.13 por barril el 7 de marzo, el nivel más alto desde julio de 2008. Los futuros de petróleo Brent de mayo se cotizaban a USD 111 por barril a las 15:17 UTC del 10 de marzo.
Los precios se dispararon debido a las sanciones impuestas por Occidente tras la invasión a Ucrania por parte de Moscú, lo que ha dificultado que los comerciantes obtengan petróleo y gas rusos. Washington anunció recientemente una prohibición a las importaciones de energía rusa, mientras que el Reino Unido declaró que eliminará gradualmente los suministros de petróleo rusos para fines de 2022, lo que aumentará la presión alcista sobre los precios del petróleo.
El embajador de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en Estados Unidos, Yousef Al Otaiba, planteó la posibilidad de que la OPEP aumente la oferta, afectando los movimientos del mercado.
“Estamos a favor de los aumentos de producción y alentaremos a la OPEP a considerar niveles de producción más altos”, dijo Al Otaiba en un comunicado el 9 de marzo. “EAU ha sido un proveedor confiable y responsable de energía para los mercados globales durante más de 50 años y cree que la estabilidad en los mercados energéticos es fundamental para la economía global”.
El ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, Suhail al-Mazrouei, dijo en un tuit al día siguiente que su país está comprometido con el acuerdo OPEP+ y su ajuste de producción mensual existente. El ministro de Petróleo iraquí, Ihsan Abdul-Jabbar Ismail, dijo el 9 de marzo que no ha visto escasez de petróleo y que la OPEP+ intentará equilibrar el mercado.
La OPEP+ ha aumentado su producción mensual en 400,000 barriles por día (bpd) desde agosto del año pasado. En una reunión celebrada el 2 de marzo, días después de la invasión rusa, la organización solo acordó mantener el modesto repunte de las cuotas de producción para el próximo mes.
Washington también busca asegurar el suministro de petróleo de Venezuela mediante la eliminación de las sanciones al país. Estados Unidos había importado hasta hace poco más de 605,000 bpd de petróleo de Rusia en los últimos dos años.
Estados Unidos importó 784,000 bpd de crudo y derivados del petróleo de Venezuela entre 2010 y 2018.
Las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela comenzaron con el expresidente Barack Obama. Bajo la administración de Trump, se endurecieron las sanciones económicas, específicamente en el sector petrolero, mientras que la producción nacional de petróleo estadounidense aumentó significativamente. Las sanciones tenían como objetivo obligar al dictador socialista, Nicolás Maduro, a renunciar al poder ya que las elecciones de 2018, que lo colocaron como presidente del país, fueron consideradas fraudulentas por Washington y más de 50 naciones.
Los republicanos y algunos demócratas han criticado la renuencia de la administración Biden a aumentar la producción nacional de petróleo, lo que reduciría la dependencia energética de países con malos antecedentes en materia de derechos humanos.
Los mercados petroleros también esperaban la reunión entre el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, y el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en Turquía, el jueves, con la esperanza de que pueda surgir una resolución al conflicto. Sin embargo, las conversaciones han fracasado.
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