Estados Unidos dejará de desarrollar misiles de crucero con armamento nuclear lanzados desde el mar, según nuevos documentos publicados por el Departamento de Defensa (DOD, por sus siglas en inglés).
Los documentos (pdf), publicados el jueves, afirman que Estados Unidos «retirará la bomba B83-1» y «cancelará el programa de misiles de crucero lanzados desde el mar con armamento nuclear (SLCM-N)».
Durante una conferencia de prensa, el secretario de Defensa Lloyd Austin se enfrentó a las preguntas sobre la retirada de los dos programas, argumentando que «nuestro inventario de armas nucleares es significativo».
«No creo que esto envíe un mensaje a Putin», dijo Austin a un periodista. «Él entiende cuál es nuestra capacidad».
El gobierno de Biden publicó el jueves tres documentos: la Estrategia de Defensa Nacional, la Revisión de la Postura Nuclear y la Revisión de la Defensa de Misiles. Juntos, establecieron las prioridades militares para los próximos años y subrayaron que Washington mantendría «un listón muy alto para el uso nuclear».
Durante la administración del presidente Donald Trump, los militares tomaron la decisión en 2018 de desarrollar un nuevo misil de crucero lanzado desde el mar con armas nucleares, centrándose en la amenaza de Rusia.
Pero el gobierno de Biden dijo en su revisión que el programa de misiles de crucero lanzados desde el mar era innecesario y sería cancelado porque Estados Unidos ya tenía los «medios para disuadir un uso nuclear limitado».
Un programa de la Administración Trump que Biden mantiene es el misil balístico W76-2 de bajo rendimiento lanzado desde submarino, que el Pentágono puso en marcha en 2020 para hacer frente al posible empleo por parte de Rusia de armas nucleares tácticas de escala similar, del tipo que Moscú ha amenazado con utilizar en Ucrania para rescatar su guerra allí.
Un «listón muy alto»
El documento también dijo que la política nuclear de Estados Unidos mantendrá «un listón muy alto para el empleo de armas nucleares», pero que «solo consideraría el uso de armas nucleares en circunstancias extremas para defender los intereses vitales de Estados Unidos o de sus aliados y socios».
«En la década de 2030, Estados Unidos se enfrentará, por primera vez en su historia, a dos grandes potencias nucleares como competidores estratégicos y potenciales adversarios. Esto creará nuevas tensiones en la estabilidad y nuevos retos para la disuasión, la seguridad, el control de armas y la reducción de riesgos», dice el documento.
Al abordar la estrategia militar estadounidense, Austin dijo a los periodistas que Rusia, a diferencia de China, «no puede desafiar sistemáticamente a Estados Unidos a largo plazo», pero afirmó que la agresión rusa supone actualmente «una amenaza inmediata y fuerte para nuestros intereses y valores».
Según el documento del Pentágono, el régimen chino quiere emplear 1000 ojivas nucleares para finales de la década de 2020. El Partido Comunista Chino, añadía, podría utilizar esas armas para realizar provocaciones militares contra los aliados de Estados Unidos en la región.
A pesar de los recientes comentarios de funcionarios rusos sobre el uso de armas nucleares para defender a Rusia, los funcionarios estadounidenses dicen que no han visto indicios de que Moscú se esté preparando para utilizarlas. Esto se produce mientras el miércoles el presidente ruso Vladimir Putin observó ejercicios de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia, dijo el Kremlin.
Con información de Reuters.
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