El Gobierno estadounidense está preparando el terreno para excluir a la China comunista de la cadena de suministro de vehículos eléctricos (VE) en Estados Unidos.
Según las directrices propuestas sobre las disposiciones relativas a los vehículos de energías limpias de la Ley de Reducción de la Inflación, publicadas el 1 de diciembre por el Departamento del Tesoro y el Servicio de Impuestos Internos de EE.UU., los consumidores pueden beneficiarse de una desgravación fiscal de hasta 7500 dólares por la compra de un vehículo de energías limpias.
Pero las nuevas directrices aclaran que a partir del 2024, los vehículos de energía limpia no serán elegibles si contienen componentes de batería fabricados o ensamblados por una entidad extranjera de interés (FEOC), ya sea de China, Rusia, Corea del Norte o Irán. A partir del 2025, los vehículos de energía limpia no serán elegibles si contienen minerales críticos extraídos, procesados o recuperados por una FEOC.
Se espera que estas disposiciones se orienten a «reducir los costes para los consumidores, estimular el auge de la fabricación estadounidense y reforzar la seguridad energética mediante la creación de cadenas de suministro resistentes con aliados y socios», según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La ley estará sujeta a un periodo de comentarios públicos de varias semanas y entrará en vigor el 1 de enero del año que viene.
La medida forma parte de los intentos de la administración Biden de «invertir la tendencia de décadas de dejar que los puestos de trabajo y las fábricas se vayan a China», según John Podesta, asesor principal del presidente para Innovación e Implementación de Energía Limpia.
«Gracias al programa Investing in America (Invertir en América) y a las importantes orientaciones del Tesoro y el Departamento de Energía, estamos contribuyendo a garantizar que el futuro de los vehículos eléctricos se fabrique en América», declaró Podesta en un comunicado de prensa el 1 de diciembre.
El 16 de agosto, el gobierno de Biden firmó la Ley de Reducción de la Inflación, con medidas de reducción de emisiones por valor de 369,000 millones de dólares para energías bajas en carbono y vehículos eléctricos. Desde la promulgación de la ley, el sector privado anunció inversiones por valor de casi 100,000 millones de dólares en vehículos estadounidenses de energía limpia y en la cadena de suministro de baterías.
La embajada china en Washington criticó las nuevas normas estadounidenses como «otro ejemplo de las prácticas de unilateralismo e intimidación económica de Estados Unidos».
China es el mayor productor mundial de baterías para vehículos eléctricos. En la última década, las fábricas chinas de baterías procesaron más de la mitad del litio, cobalto, grafito y minerales necesarios para fabricarlas en todo el mundo.
Entidad extranjera preocupante
Para definir sus criterios, el Departamento de Energía de EE.UU. (DOE) declaró en su propuesta de norma del 4 de diciembre que «una entidad extranjera es una FEOC si es ‘propiedad de, está controlada por, o sujeta a la jurisdicción o dirección de un gobierno de un país extranjero que sea una nación cubierta'». El DOE especifica que las «naciones cubiertas» son China, Rusia, Corea del Norte e Irán.
En cuanto a la medida en que se puede contar como «controlada» por la FEOC, el DOE propuso normas detalladas que comprenden los que poseen el 25 por ciento o más de la junta directiva, los derechos de voto, o la participación en el capital de la entidad, o la concesión de una licencia o contrato a una persona que otorga derechos equivalentes.
La propuesta del DOE para definir la FEOC espera un periodo de consulta de 30 días antes de ser ultimada.
Sin embargo, los fabricantes de automóviles estadounidenses necesitan confirmar cómo proceder con sus inversiones o acuerdos que puedan estar relacionados con la medida en que pueden utilizar piezas de empresas chinas en sus cadenas de suministro.
Pugna entre EE.UU. y China por la cadena de suministro
El Presidente Joe Biden declaró el 27 de noviembre la creación del Consejo de la Casa Blanca para la Resistencia de la Cadena de Suministro y casi 30 nuevas iniciativas en lo que espera fortalecer la cadena de suministro, la más crítica para la economía y la seguridad nacional de EE.UU.
La orden ejecutiva del Presidente Biden exige una revisión de 100 días de cadenas de suministro específicas, incluyendo semiconductores, baterías de vehículos eléctricos, minerales de tierras raras y productos farmacéuticos, y una evaluación departamental de la cadena de suministro.
El Estado chino convocó la primera Exposición Internacional de la Cadena de Suministro de China en Beijing del 28 de noviembre al 2 de diciembre, donde el primer ministro chino, Li Qiang, dijo en la ceremonia de apertura que se oponía al proteccionismo y a todas las formas de «desacoplamiento» y que esperaba profundizar en las relaciones de cooperación con todos los países de la cadena de suministro.
El 30 de noviembre, el Ministerio de Seguridad Nacional chino publicó un artículo en el que comparaba los minerales esenciales insustituibles de los nuevos materiales, la nueva energía, la tecnología de la información, la inteligencia artificial, la biotecnología, la fabricación de equipos de alta gama y la industria militar y de defensa con «vitaminas».
El máximo órgano de seguridad del Estado chino hacía hincapié en su estrategia global para hacerse con los recursos minerales esenciales, afirmando que los recursos minerales deben concentrarse en gran medida en unos pocos países, ya que cuanto más avanzada sea la tecnología utilizada en la industria, mayor será la dependencia del mundo de los minerales.
De los minerales clave enumerados en el artículo, 21 coinciden con los de Estados Unidos.
A principios de julio, el régimen comunista prohibió la exportación de galio y alúmina, dos minerales utilizados en semiconductores, paneles solares y sistemas de misiles, lo que aumentó aún más la conciencia en Occidente de las amenazas que se avecinan por el posible dominio de China en el sector de los recursos minerales.
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