Estados Unidos buscará que Rusia sea suspendida del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al mismo tiempo que el Departamento de Estado anunció que recogería pruebas de los crímenes de guerra presuntamente cometidos en Ucrania.
La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, declaró el lunes que «los países europeos y otros socios de la ONU, vamos a solicitar la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU» tras las acusaciones de que las fuerzas rusas masacraron a civiles ucranianos en Bucha, situada cerca de Kiev, durante el pasado fin de semana.
Las autoridades rusas han negado que sus fuerzas llevaran a cabo ejecuciones masivas, alegando que las imágenes de video y las fotos publicadas por las autoridades ucranianas fueron montadas para crear una provocación. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el lunes que esas afirmaciones deben ser investigadas primero.
Los detalles proporcionados por los funcionarios ucranianos «deben ser objeto de un serio escepticismo», dijo Peskov, según los medios estatales. Los funcionarios militares rusos, afirmó además, descubrieron pruebas de manipulación de vídeos en relación con el incidente de Bucha.
«Los hechos y la línea de tiempo también hablan en contra de la veracidad de las afirmaciones», dijo Peskov.
Pero el lunes, Thomas-Greenfield dijo que la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU era una «farsa».
«Daña la credibilidad del Consejo y de la ONU en general. Y es simplemente un error. Por eso creemos que es hora de que la Asamblea General de la ONU los suspenda», dijo.
Para que Estados Unidos consiga sacar a Rusia del Consejo se necesitarían dos tercios de los 193 miembros de la Carta de la ONU para votar a favor de la medida.
China, que es considerada por muchos grupos como uno de los mayores violadores de los derechos humanos, tiene un puesto en el organismo de la ONU, al igual que Arabia Saudí en años anteriores.
Mientras tanto, el Departamento de Estado confirmó que el organismo investigará las acusaciones de que se llevó a cabo una masacre en Bucha.
«En este momento, a petición del fiscal general de Ucrania, Estados Unidos está apoyando a un equipo multinacional de fiscales internacionales a la región para apoyar directamente los esfuerzos de la Unidad de Crímenes de Guerra del Fiscal General para recoger, preservar y analizar las pruebas de las atrocidades con vistas a perseguir la responsabilidad penal», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Price, en una sesión informativa el lunes.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también acusó a Rusia de cometer un «genocidio», y añadió en declaraciones a CBS News el domingo que «estamos siendo destruidos y exterminados. Y esto está ocurriendo en la Europa del siglo XXI». Sin embargo, los funcionarios estadounidenses y de otros países occidentales no ha repetido las afirmaciones de que se está llevando a cabo un genocidio.
El lunes, Zelenski visitó Bucha y afirmó que «el mal concentrado ha llegado a nuestra tierra. Asesinos. Torturadores. Violadores. Saqueadores. Que se hacen llamar ejército».
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