El Gobierno estadounidense volverá a implementar el próximo lunes el programa «Permanecer en México», que obliga a los solicitantes de asilo a quedarse en México mientras se resuelven sus casos en EE.UU., después de llegar a un acuerdo con el Ejecutivo mexicano.
Así lo confirmó este jueves el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, en inglés), que precisó que, una vez que el programa esté «completamente» activo, los migrantes serán devueltos a México en siete puertos de entrada a lo largo de la frontera común.
Los Protocolos de Protección al Migrante (MPP), a menudo conocidos como «Permanecer en México», se pusieron en marcha durante la era Trump, y demostraron ser eficaces para reducir la inmigración ilegal.
Biden detuvo el programa horas después de jurar su cargo tras calificarlo de «peligroso» e «inhumano». El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, nominado por Biden, lo desechó formalmente en junio, alegando que «cualquier beneficio que el programa pudiera haber ofrecido es ahora muy superado por los desafíos, riesgos y costes que presenta.»
Pero él y otros funcionarios no cumplieron la ley federal sobre el fin de las políticas, según dictaminó un juez en agosto.
Mayorkas ignoró cómo su propia agencia encontró que el programa se convirtió en «una herramienta indispensable para abordar la crisis actual en la frontera sur y restaurar la integridad del sistema de inmigración», opinó el juez de distrito de Estados Unidos Matthew Kacsmaryk, un candidato de Trump. Pidió al gobierno actuar de buena fe para relanzar el programa.
En su comunicado, DHS dijo que ha trabajado «de cerca» con el Ejecutivo del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para que haya «refugios seguros» para aquellos migrantes a los que se les apliquen los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, en inglés), designación formal del programa «Permanecer en México».
La Cancillería mexicana aseguró en otro comunicado que Estados Unidos «ha aceptado las preocupaciones de carácter humanitario del Gobierno de México», entre las que citó «mayores recursos para albergues y organizaciones internacionales» que atienden a los migrantes devueltos a su país.
También aseguró que se aplicarán «medidas contra la COVID-19, como revisiones médicas» y que habrá «disponibilidad de vacunas para las personas migrantes» que esperan en la frontera sus citas en los tribunales migratorios estadounidenses.
«El Gobierno de México ha decidido que, por razones humanitarias y de manera temporal, no retornará a sus países de origen a ciertos migrantes que tengan una cita para aparecer ante un juez migratorio en Estados Unidos para solicitar asilo en ese país», señaló la Cancillería.
Los puertos de entrada en los que se aplicará el programa una vez que esté del todo en vigor serán los de San Diego y Calexico (California), además de en Nogales (Arizona), y en cuatro puntos de Texas: El Paso, Eagle Pass, Laredo, y Brownsville, según DHS.
El gobierno de Biden ha prometido buscar nuevas vías para acabar con el programa «Permanecer en México» porque los migrantes enviados al norte de México pueden ser víctimas de redes de trata o secuestrados para exigir un rescate.
En la práctica, Estados Unidos sigue deportando a la mayoría de ilegales que llegan a su frontera sur sin darles oportunidad de solicitar asilo, en base a otra medida conocida como «Título 42» y que su Gobierno justifica por la pandemia.
Según fuentes oficiales citadas por el diario The Wall Street Journal, las autoridades estadounidenses seguirán dando prioridad al «Título 42» y solo colocarán a los ilegales en el programa «Permanecer en México» en aquellos casos en los que no puedan expulsarlos usando esa medida amparada en la pandemia.
El reportero de The Epoch Times Zachary Stieber contribuyó a este artículo.
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